Gal Gadot: en modo heroína de acción, la actriz habla de protagoniza Agente Stone, la gran apuesta de espías de Netflix
A mitad de junio, cuando la huelga de actores que por estos días tiene paralizado a Hollywood y a sus artistas comprometidos a poner en pausa no solo las filmaciones de sus nuevos proyectos sino también toda actividad promocional, que Gal Gadot apareciera caminando por los pasillos de un elegante hotel de San Pablo en el que Netflix había reunido a muchas de sus estrellas no era del todo sorprendente. Después de todo, la intérprete israelí es la protagonista y productora de Agente Stone, una de las grandes apuestas de acción de la plataforma, un film que se estrena hoy. Claro que cuando se trata de la actriz, que será para siempre la Mujer Maravilla, la falta de sorpresa por su presencia no equivale a falta de impacto. Al verla caminar con un par de guardaespaldas a sus flancos, detenerse apenas un segundo para saludar con un beso a su marido y socio de producción Yaron Varsano, antes de continuar con las entrevistas con la prensa internacional de las que participó LA NACION, se la nota relajada y con una sonrisa franca, tan cálida y tan bella que resulta difícil de definir. A menos que uno sea Margot Robbie.
“Gal Gadot encarna la energía Barbie porque es imposiblemente hermosa pero no la odias por eso: es tan genuinamente sincera y tan amable que bordea la ingenuidad sin caer en ella”, decía hace poco en una entrevista con la revista Vogue la protagonista de Barbie sobre quién ella imaginaba como la actriz ideal para interpretar a una de las muñecas que habitan el fantástico universo del film de Greta Gerwig. Una adición a ese elenco que no pudo concretarse por cuestiones de agenda: al tiempo que Robbie se ponía el uniforme rosa, Gadot se preparaba para interpretar a Rachel Stone, el personaje central del relato de espionaje que la ubica en el podio de las nuevas estrellas de acción de Netflix, que está en plena búsqueda de posicionarse como la usina principal del género.
Esta nueva era del cine de acción impulsada por la plataforma de streaming está diseñada con objetivos globales: en ese contexto aparece este relato de espionaje, pleno de escenas de riesgo y peleas perfectamente coreografiadas encabezado por una actriz nacida en Israel como Gadot, acompañada por un elenco internacional que incluye al irlandés Jamie Dornan (Belfast) y Alia Bhatt (RRR), de India.
“Este elenco es el mejor ejemplo de lo internacional que se volvió la industria audiovisual. Y si en el pasado los espectadores estaban acostumbrados a escuchar el acento típico del inglés norteamericano o el británico, ahora hay lugar para los de India, Israel e Irlanda, por ejemplo. Al incorporar al mundo logramos que la película sea más rica, tenga más matices y le dé al público la posibilidad de verse reflejado en la pantalla”, decía Gadot en junio último, durante el fin de semana de la celebración de Tudum, la convención organizada por Netflix y antes de que su declarara la huelga del sindicato de actores y se instruyera a sus integrantes a no dar entrevistas.
Dispuesta a hablar sobre su personaje, una espía internacional que forma parte de una poderosa y una misteriosa agencia global que se ocupa de realizar misiones para preservar la paz mundial, Gadot también explica que desde su desembarco en Hollywood soñaba con encabezar este tipo de películas que ama desde que era una nena viviendo en Rosh Ha’ayin, el pequeño pueblo en el centro de Israel. “Cuando era niña amaba este tipo de films y me vuela la cabeza que ahora yo sea la protagonista de una de ellos”, se ríe la actriz que, como productora de Agente Stone, también se esforzó para que el espíritu de proyecto global se viera tanto frente a las cámaras como detrás de ellas.
Como toda historia de espías internacionales que se precie de serlo, la trama de la película transcurre en escenarios tan diversos como Islandia, Portugal, Londres, Marruecos e Italia, una aventura que llevó al equipo por toda Europa. “No es algo que suceda muy seguido. Generalmente se filma todo en una misma locación, con el mismo equipo. En cambio en este caso, salvo por el elenco y algunos integrantes esenciales del equipo técnico, nos la pasamos yendo de un país a otro, trabajando con especialistas locales en cada lugar. Todo el tiempo nos encontrábamos con caras nuevas, personas a las que les pedíamos que nos ayudaran en la creación de este proyecto. Y me parece que es algo hermoso que todos se esforzaran tanto por alcanzar ese objetivo común”, recuerda la actriz, que ya había debutado en la producción en la segunda entrega de Mujer Maravilla aunque ésta es la primera vez que acompañó un proyecto desde cero. ”Obviamente que mi parte favorita de todo el proceso es interpretar al personaje, pero la producción me resultó muy empoderante. El hecho de hacer realidad un proyecto que te apasiona es una sensación fascinante, una experiencia casi eléctrica”, agrega Gadot que según sus propias palabras y los constantes rumores de Hollywood podría volver a interpretar a la Mujer Maravilla en una tercera película dedicada a la superheroína de DC. Pero hasta tanto eso suceda -si es que sucede-, Gadot no se queda quieta. Literalmente.
En las primeras escenas de Agente Stone se la puede ver deslizándose desde el pico de una montaña nevada, utilizando un paracaídas para completar su descenso y saliendo sin un rasgo de un tiroteo. Y eso antes de alcanzar los veinte minutos de la película que la muestra como una excepcional espía acostumbrada tanto a la acción como a su doble -y a veces hasta triple- vida. El guion del film creado por Greg Rucka (La vieja guardia) y Allison Schroeder (Talentos ocultos) está repleto de giros y revelaciones inesperadas que le permiten al espectador jugar a las adivinanzas con los posibles resultados de cada misión y con las identidades de los distintos enemigos del personaje central.
“Nuestra intención desde el comienzo era que el público no tuviera certezas sobre la trama. Me parece que te cansás de una película en la que podés predecir su trama antes de la resolución. En este caso queríamos mantener la intriga y que sus muchos giros fueran como una cachetada. Estoy muy contenta porque creo que lo conseguimos”, detalla Gadot con mucho cuidado de no espoilear nada antes de tiempo sobre la película que del mismo modo de Misión de rescate, el otro gran estreno del género que lanzó Netflix en los últimos meses, contiene en su trama la posibilidad de tener una o varias secuelas en el futuro.
El éxito del film protagonizado por Chris Hemsworth –ya lleva dos entregas y tiene una tercera confirmada– da cuenta del interés de la plataforma por este tipo de historias. Eso y el lugar protagónico en sus campañas publicitarias que ocupa Arnold Schwarzenegger hace ya unos meses, en las que utilizando el fantasioso título de “Chief Action Officer”, o “gerente general de acción”. Un puesto que “ocupa” el actor desde su llegada a la plataforma con la serie Fubar-con segunda temporada confirmada- y el documental que lleva su nombre. En los cómicos cortos publicitarios el prócer del cine de acción- y de los acentos foráneos- le da su aprobación a la nueva generación de actores que siguen sus pasos. Ya lo hizo con Hemsworth y ahora le tocó el turno a la actriz que en el más reciente video promocional se gana el visto bueno de Arnold. “Es muy buena”, dice mirando a cámaras el actor sobre Gadot, la nueva gran heroína del cine de acción en su era más globalizada.
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