Sería conveniente que los cines incluyeran dramamine junto con los tickets para Free Solo, que el domingo ganó un Oscar en la categoría Mejor Documental. Vertiginoso hasta las náuseas, en el mejor de los sentidos, este nuevo documental narra cómo el escalador Alex Honnold ascendió sin cuerdas al acantilado vertical El Capitán, en California, a más de 2.300 metros de altura. La hazaña, ampliamente considerada como la más grande en la historia de la escalada en solitario libre, requirió años de preparación. Free Solo -que podrá verse el domingo 3 de marzo en National Geographic-lleva a los espectadores a ese proceso y, finalmente, justo al lado de Honnold para la escalada, que se filmó desde múltiples ángulos. Es imposible no apartar la vista de las tomas de Honnold subiendo por el acantilado, donde el riesgo de muerte se convierte en una meta-narrativa. "Si la posibilidad de morirme me resultara totalmente abrumadora, no estaría haciendo esto", dice Honnold, de 33 años. "Creo que todos nos vamos a ir de acá en algún momento".
"Nos preguntamos sobre la ética de hacer esto", dice Chai Vasarhelyi, quien dirigió la película con su esposo, el famoso escalador y montañero Jimmy Chin (la pareja también dirigió el aclamado documental de escalada 2015 Meru). "¿Podríamos vivir con nosotros mismos si permitimos la muerte de Alex? La película se plantea si fue una vida bien vivida. Alex ha tomado una decisión muy consciente de hacer lo que ama".
Esa elección, por supuesto, tiene consecuencias, especialmente para los que están cerca de él. Gran parte del documental explora esto a través de un retrato de la relación de Honnold con su novia Sanni McCandless, quién lo apoya y también lo cuestión en su aventura. De esa manera, la película es casi tanto una meditación sobre el amor como un registro inédito de un logro atlético alucinante. "El verdadero desafío para mí fue filmar todas las interacciones sociales y la vida normal con mi novia. Con el tiempo me acostumbré. Al final, mi novia y yo pudimos tener conversaciones difíciles en mi camioneta e ignorar un poco el hecho de que hay un tipo al lado con una cámara".
A la hora de escalar, la concentración de Honnold es más fuerte que cualquier distracción que puedan generar las cámaras, es la única opción para alguien que vive enfrentando al abismo. "Estar sobre esas paredes de granito a semejante altura es un recordatorio constante de que a la naturaleza simplemente no le importás. Solo sos un animal más. He visto a una cabra montés cayendo, lo cual es una locura porque uno las ve tan majestuosos y firmes. Por suerte sobrevivió. También vi una ardilla caer de un acantilado una vez. Fue como, ‘¡Mierda, hasta las ardillas!’ Así es la naturaleza".
Joe McGovern
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