Fracasan las negociaciones de los actores con la industria: la huelga que paralizará el cine y la televisión está cerca
El plazo para renovar su convenio colectivo y mejorar las condiciones económicas expiró esta madrugada y, desde este jueves, los intérpretes podrían sumarse a las medidas de fuerza de los guionistas, en paro desde principios de mayo
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La crisis que vive la industria del cine y la televisión en Estados Unidos, sumida en una huelga de guionistas desde hace dos meses y medio, se agravó esta medianoche en Los Ángeles. Es que en ese preciso horario expiró el plazo establecido para que el sindicato de actores y la asociación de productores y estudios de Hollywood llegaran a un nuevo acuerdo. Así, el gremio que integran más de 160 mil intérpretes quedó al borde del paro que sería anunciado en una conferencia prensa que se llevará a cabo a las 16, hora de Argentina, en Hollywood. Cuando llegue la confirmación, la industria audiovisual de los Estados Unidos tendrá su primera huelga simultánea de guionistas y actores desde 1960, un tiempo en el que el presidente del sindicato de intérpretes era Ronald Reagan. La actual dirigente del gremio, Fran Drescher, dio su punto de vista sobre el fracaso de las gestiones entre el sindicato y los representantes de los estudios de cine y plataformas de streaming.
“Desde SAG-AFTRA negociamos de buena fe y estábamos ansiosos por llegar a un acuerdo que atendiera las necesidades de los artistas, pero la respuesta de los estudios a nuestras propuestas más significativas fueron insultantes e irrespetuosas en relación a nuestras gigantescas contribuciones a la industria. Las empresas se resistieron a tratar seriamente algunos temas y otros ni siquiera quiso ponerlos a debate. Hasta que no estén dispuestos a tener conversaciones de buena fe, no vamos a llegar a un acuerdo. No tenemos más remedio que avanzar juntos”, concluyó la actriz y productora.
El conflicto laboral empeoró después de que esta semana los directivos de los estudios solicitaran la intervención de un mediador federal tras semanas de negociaciones para concretar un nuevo convenio por tres con el sindicato. Se trató de un último intento para evitar el temido escenario. El 12 de julio estaba marcado en rojo en todos los calendarios de Hollywood. Era el nuevo plazo fijado por los estudios —entre los que se agrupan Apple, Netflix, Amazon, Disney, Universal, Sony, Warner y Paramount—y la organización sindical después de que las partes acordaran retrasar el límite de las negociaciones para después del 4 de julio, fiesta nacional en Estados Unidos.
“Esto no nos distraerá de la negociación para conseguir un acuerdo justo”, señalaba el comité de negociación del Sindicato de Actores de Cine y la Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (el grupo, que se fusionó en 2012, es conocido como SAG-AFTRA, por sus siglas en inglés). Los actores afirmaron en la mañana de ayer que no veían en los estudios la intención de “negociar rumbo a un acuerdo”. El mensaje se tensó aún más estos días, debido a que las partes se enrocaron en sus posiciones.
Durante más de dos semanas de negociaciones, el tono del diálogo había sido constructivo, según señaló la prensa especializada. Eso cambió anteayer, cuando SAG-AFTRA respondió con dureza a una información del poderoso medio especializado en entretenimiento Variety, en la que se aseguraba que los directivos más importantes de los estudios buscaban la llegada de un mediador federal, lo que obligaría a extender el debate entre las partes. A finales de junio, varias fuentes (apenas hay informaciones oficiales, porque ambos lados decidieron mantener silencio con la prensa durante las negociaciones) indicaron que las partes habían llegado a varios acuerdos, lo que allanaba el camino a ese nuevo contrato, como el que los estudios habían logrado hacía pocas semanas con el sindicato de directores. Entre los pactos alcanzados estaban los concernientes a los llamados pagos residuales que reciben los actores cuando una de sus películas o series tienen una segunda vida (llegan a plataformas, se sindican, se lanzan en DVD, se venden a otros países, etc.), así como en cuestiones de pensiones y sanidad, e incluso de inteligencia artificial.
Consecuencias generalizadas
La huelga de actores paralizaría casi totalmente el sector del cine y la televisión, ya que se sumaría a la de los guionistas, que llevan 71 días de paro y que exigen una mejora de condiciones laborales. Las consecuencias no son exclusivas de Hollywood, sino para todo el país. La economía de California -la quinta a nivel mundial- resultaría muy afectada, como reconocieron las autoridades de Los Ángeles en un comunicado en apoyo a la huelga de guionistas. Según datos de la Motion Picture Association de enero, esta industria aporta 2,4 millones de empleos en el país y 186.000 millones de dólares en salarios a través de más de 122.000 empresas. En las pocas horas transcurridas desde la finalización de las negociaciones ya se supo que, en las últimas semanas, muchas producciones en marcha en todo el mundo aceleraron su ritmo de rodaje para evitar los posibles efectos de la combinación de la huelga de los guionistas y los actores. Así, según informó Variety la serie Mary & George, protagonizada por Julianne Moore y realizada en el Reino Unido, logró apurar sus grabaciones, y lo mismo pudo hacer el equipo detrás de la segunda temporada de Los anillos del poder, de Amazon Prime Video, mientras que los films Gladiador 2, Mortal Kombat 2 y la serie The Day of the Jackal -que se está rodando en Europa del Este- ya anticipan tener que pausar sus filmaciones.
Los signos de que la huelga era inevitable ya se adivinaban hace unas semanas, cuando se dio a conocer una carta firmada por, primero 300, y finalmente por más de 2.000 actores de la talla de Meryl Streep, Jennifer Lawrence, Pedro Pascal, Charlize Theron, Jamie Lee Curtis, Olivia Wilde, Paul Giamatti, Ewan McGregor, Aubrey Plaza, Rooney Mara, Sarah Paulson y Ben Stiller, en la que afirmaban estar “preparados si la huelga tiene que producirse” y expresaban su preocupación por el hecho de que “los miembros del sindicato se vean obligados a hacer sacrificios a los que sus líderes no parecen dispuestos”.
“No es momento de tomar posturas intermedias, y no es una exageración decir que los ojos de la historia están sobre nosotros”, afirmaban los actores en su carta, donde pedían “los cambios necesarios y la protección merecida”. “Si no son capaces de llegar hasta ahí, les pedimos que usen el poder que les otorgamos como miembros y se unan a la huelga del sindicato de guionistas. Para nuestro sindicato y nuestro futuro, este es el momento”.
Los primeros efectos
A la espera de la decisión definitiva de los actores, la huelga de guionistas, la primera del Writer’s Guild of America (o WGA) en más de 15 años, se deja sentir en la ciudad de Los Ángeles. Hay carteles en las paradas de colectivos, pero también piquetes constantes a las puertas de estudios y sedes de oficinas de Sunset Boulevard, donde los coches que pasan junto a ellos tocan la bocina en señal de apoyo a quienes llevan remeras azules y pancartas de protesta.
El sindicato, que representa a más de 11.500 guionistas, decidió comenzar la huelga el 2 de mayo después de no alcanzar un acuerdo con los estudios a la hora de renovar su contrato colectivo para los próximos tres años. Por el momento, se paralizaron los rodajes de muchas series, pero no tanto de películas ya con los guiones escritos. Pero la huelga sí afectó a los programas en vivo, los talk shows nocturnos, como el de Jimmy Kimmel o Saturday Night Live, que repiten antiguos envíos al no contar con guionistas. De hecho, está por verse qué pasará con la temporada de premios, en concreto con los Emmy, cuyas nominaciones se anunciaron ayer y que tienen tres fechas posibles: la inicial, el 18 de septiembre; la que quieren los premios, en noviembre; y la que desea Fox, el canal que los emite este año, en enero. En lo inmediato, las campañas de promoción de los grandes tanques que se estrenarán la semana que viene en todo el mundo, Barbie y Oppenheimer, podrían quedarse pronto sin sus protagonistas. Hoy, Emily Blunt, una de las protagonistas del film de Christopher Nolan aseguró que cuando el gremio se declare oficialmente en huelga, todo el elenco de la película dejará la premiere que se está llevando a cabo en Londres.
El poder de los sindicatos del mundo del cine es tal que el 30 de junio el municipio de Los Ángeles llegó a aprobar una resolución por la que apoya firmemente a los guionistas, a los que llama “el futuro de Hollywood” y con los que se solidariza asegurando que “como todos los trabajadores, los guionistas merecen ser pagados por lo que valen, y su trabajo merece dignidad”. “Es hora de que los estudios lo reconozcan, se sienten a negociar y acaben con esta huelga”, sumaron.
La respuesta no oficial de los estudios ante la presión del gobierno llegó a principios de esta semana, cuando medios especializados como Variety, Deadline y The Hollywood Reporter publicaron notas que citaban a una fuente anónima que detallaba la actual postura de la asociación de productores y su plan para el futuro inmediato. “Su estrategia final es dejar que la huelga se estire tanto que los integrantes del sindicato empiecen a perder sus departamentos y casas. Es un plan cruel pero necesario”, afirmaba la fuente en las notas que el sindicato de guionistas interpretó como intentos por intimidar a sus miembros para que depusieran sus medidas de fuerza. Algo que parece no solo haber provocado el efecto contrario en el caso de los escritorios sino también haber catalizado la decisión de los actores, listos para bajar el telón.
EL PAISTemas
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