Festival de Cine de Mar del Plata: alfombra roja, invitados especiales y una emotiva apertura
MAR DEL PLATA. Íntima, casi familiar, la previa de la ceremonia de apertura pareció alcanzada por el fresco atardecer a pasos del mar. Las luces escaseaban en la Plazoleta Almirante Brown sobre la que cruza la alfombra roja por la que caminaron, durante algo más de una hora, actores y directores locales más algunos invitados internacionales que le aportan un adicional de altura y jerarquía a este 34° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Una inauguración que tampoco dejó demasiado margen para la celebración, porque el arranque de esta edición se dedicó nada más y nada menos que a homenajear a quien fue presidente del comité organizador durante los últimos años, José Martínez Suárez, fallecido hace casi tres meses.
"¿Cómo no estar aquí, en este reconocimiento al gran maestro?", apuntó pronto Graciela Borges, una de las principales estrellas que se acercaron a la ciudad y participaron de la primera actividad de la programación oficial, en la Sala Ástor Piazzolla del Teatro Auditórium.
De los primeros en llegar fue Ralph Haiek, presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). Elegante, se tomó unos segundos para resaltar la continuidad de este festival y todo lo que Martínez Suárez tuvo que ver para que así sea.
Lo acompañó María Fernanda Martínez Suárez, hija del fallecido director, a quien luego entregaría un Ástor de Oro (máximo premio que entrega este festival Clase A, el único de su categoría en el continente) en su versión In Memoriam.
Las sonrisas las trajo Nina Menkes, la directora estadounidenses que tendrá una retrospectiva dentro del festival. Impecable, con una chalina para cuidarse de la brisa que llegaba desde la playa Bristol, bailó mientras posaba para la fotografía oficial.
Los invitados ingresaron por la plaza seca que separa los edificios del Casino Central y el Hotel Provincial. La escenografía dispuesta en el acceso al teatro Auditórium es de lo más vistoso que se haya montado en las últimas ediciones: la estructura está realizada con miles de pequeños molinos de plástico, que alcanzados por el viento pusieron su particular sonido para una suerte de experiencia 4D en camino al hall principal.
Allí, en el primer piso, coincidieron los invitados que luego colmaron la platea de este espacio que pertenece al gobierno bonaerense. Fue la posibilidad de saludar y charlar entre ellos, antes de participar de esta ceremonia sencilla pero muy emotiva que resultó punto de partido para este 34° MDQ Film Fest, como se lo conoce en sus difusiones por redes sociales.
A pesar del frío, la actriz Clara Alonso fue de las que ingresó con mucha piel a la vista. Una pollera negra que dejaba ver su pierna izquierda casi desde sus zapatos negros y casi hasta la cintura. Para combinar, una blusa blanca y pura simpatía para con el público, poco pero con ganas de celebrar el paso de las estrellas.
Gastón Pauls llegó de elegante sport, con remera y traje negros. Posó junto a Andrea Rincón, otra de las figuras que fue reconocida y aplaudida por la gente que se acomodó a lo largo de los vallados. Se llevó suspiros de las mujeres allí ubicadas al igual que Agustín Sullivan, el actor que interpretó a Sandro en una producción televisiva que tuvo gran aceptación de parte del público. En la alfombra roja lo acompañó Malena Sánchez.
Juntas llegaron Romina Ricci y Leonora Balcarce, emocionadas no solo por ser parte de este festival sino porque también tenían la misión de entregar una distinción a la trayectoria a Graciela Borges. "Ella es una divina, una enorme estrella de nuestro cine, y este festival es una gran propuesta para mostrar las producciones locales y conocer las de otros países", destacaron.
Al término de los homenajes y reconocimientos llegó la función de apertura con Los Muchachos de antes no usaban arsénico, una de las más brillantes obras de quien fue el responsable de este festival durante los últimos años y a quien su hija, desde el escenario, definió de la mejor manera: "Estaba hecho de cine".