Estrenos de cine: Asesino sin memoria tiene a Liam Neeson en “una de Liam Neeson” pero con sorpresas
A estas alturas un verdadero y floreciente subgénero del thriller, esta nueva incursión en la venganza despiadada de un asesino a sueldo traicionado por su organización encuentra una interesante resolución en el hecho de que el personaje sufre Alzheimer
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Asesino sin memoria (Memory, EEUU, 2022). Director: Martin Campbell. Guión: Dario Scardapane. Elenco: Liam Neeson, Guy Pearce, Monica Bellucci, Ray Stevenson, Taj Atwal, Ray Fearon, Harold Torres, Josh Taylor, Stella Stocker, Lee Boardman. Duración: 114 minutos. Calificación: apta para mayores de 16 años. Nuestra opinión: buena.
A los 56 años, Liam Neeson, quien había protagonizado La misión (1986) junto a Robert De Niro y había sido nominado a un Oscar por su rol en La lista de Schindler (1993), se volvió una estrella del cine de acción gracias al inesperado suceso global de Búsqueda implacable (2008), un exponente típico del rubro de los thrillers de mediano presupuesto, tan derivativo como su título en castellano aunque con algunas escenas inspiradas gracias a la participación creativa de Luc Besson. Este éxito no solo abrió la puerta a dos secuelas, sino a todo el subgénero “thriller de Liam Neeson”. En estas películas, que ya se apilan en su filmografía, el hoy septuagenario actor interpreta más o menos al mismo personaje: un vengador solitario e irreductible en una cruzada para borrar de la existencia a toda organización o individuo que haya osado hacerle daño.
Si bien este nuevo film no es una excepción, se guarda algunos ases en la manga. Uno de ellos es que tiene una premisa novedosa: un asesino a sueldo cuya eficacia se ve afectada porque padece Alzheimer. La idea, sin embargo, está usada a un fragmento de su potencial porque no pasa de ser un dispositivo narrativo crudo: la enfermedad aparece intermitentemente para poner obstáculos en las acciones del protagonista y desaparece mágicamente cuando la narración tiene que pisar el acelerador. Neeson nunca es mucho menos que una especie de Terminator con déficit de atención.
Desde luego que nadie podría esperar una representación realista de esta dolencia en un thriller de acción pero sí que el concepto aparezca integrado orgánicamente al relato, tal como lo estaba, por citar el mejor ejemplo del caso, en la muy superior Memento (film que éste cita a través de la presencia de Guy Pearce, protagonista de la película de Nolan). El otro as de Asesino sin memoria es que presenta, en particular en el tercer acto, algunas vueltas de tuerca inesperadas. Eso, el buen elenco y un lazo más fuerte del habitual con los personajes amorales característicos del cine negro son sus méritos más destacables.
En su mayor parte, sin embargo, el film (basado en la película belga de 2005 La memoria de un asesino) sigue una fórmula gastada. Neeson es un asesino imparable que decide no llevar a cabo uno de sus últimos encargos porque implica el asesinato de una adolescente y así se pone en la mira telescópica de sus empleadores: una red de tratantes de personas.
Pearce es un detective oleaginoso, cuya cabellera recuerda el piso de un taller mecánico, quien es el encargado de seguir el caso y Monica Bellucci encarna a la jefa de la organización criminal, una belleza entrada en años obsesionada con frenar su envejecimiento. Curiosamente, la edad avanzada es tratada como un problema para el personaje femenino, que tiene alrededor de 55 años, y no para el hombre, que tiene 70 y Alzheimer. Si bien esta nueva iteración de los policiales de Neeson tiene algunas sorpresas, lo más probable es que no permanezca en la memoria de nadie por demasiado tiempo.
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