Entrevista con Felicity Jones: "Star Wars es una historia acerca de la identidad"
La actriz británica, nominada al Oscar por La teoría del todo, habla de Rogue One: una historia de Star Wars, película que busca expandir los límites del universo creado por George Lucas, que se estrena en nuestro país el jueves próximo
CIUDAD DE MÉXICO.-Hay una sola pregunta para la que la Felicity Jones no tiene respuesta precisa. Y es, precisamente, la pregunta que todo el mundo se desvive por hacerle en esta ciudad, primera parada de la eficaz máquina de sueños que es Star Wars previa al estreno de Rogue One , el jueves próximo. El interrogante, formulado con múltiples variaciones que oscilan entre la complicidad y la profecía ominosa, es sencillo:“¿Sabés que tu vida está por cambiar para siempre, no?” La actriz lo sabe, por supuesto. Pero no sabe aún de qué manera.
Rogue One: una historia de Star Wars narra una misión suicida (el robo de los planos de la Estrella de la Muerte, los mismos que llegarán a manos de Leia Organa en lo que ahora llamamos Episodio IV) ejecutada por un batallón de indeseables del Imperio encabezados por Jyn Erso. Jyn es el primer personaje femenino que es protagonista excluyente de una película del universo Star Wars y también la razón por la que la ascendente carrera de Jones –licenciada en literatura en Oxford, revelación teatral en el West Wend en 2008, premiada en Sundance 2011 por Like Crazy, nominada al Oscar por La teoría del todo en 2014– está a punto de dejar la estratósfera hacia una galaxia muy, muy lejana. “Me gusta la idea de que Star Wars sea una relación a largo plazo. Así me la voy a tomar: con mucho cuidado, día a día”, dirá.
–Afirmaste en varias ocasiones que lo más importante para vos es encontrar la verdad emocional de la historia ¿Cuán difícil es lograrlo en una película del tamaño de Rogue One?
–En este caso, la cuestión es confiar en quien lleva las riendas. Al ver las películas previas de Gareth Edwards, encontré muchos puntos de contacto con los proyectos en los que trabajé. Me atrajo particularmente el hecho de que no le importaba demasiado ciertas cuestiones técnicas, o esa presión de la transformación instantánea tras el grito de “¡Acción!”. Como director prefiere entrar paulatinamente a una escena y salir de ella de la misma manera, capturando aquellos momentos,en los que los actores escapamos de la conciencia de estar actuando. Me gustó la manera en la que planteó la película, y saber que se sentiría como un colaboración entre un pequeño grupo de personas.
–¿Por qué razón elegís un proyecto? ¿Es una reacción visceral ante el guión o la posibilidad de trabajar con alguien que admirás? ¿Elegiste Rogue One o te lo ofrecieron?
–Bueno, uno siempre elige ser parte de una película como ésta ¡Es mi vida después de todo! Me parece que si sos parte de un proyecto que recibe tanta atención, debés hacerlo con las mejores intenciones. Y yo no dudé un segundo cuando surgió la posibilidad: me encantaba el personaje de Jyn, me interesó mucho la aproximación que tenía el proyecto. Pero uno nunca decide hacer una película por una única razón. Un guión puede ser fantástico, pero un guión fantástico no necesariamente se convierte en una película fantástica. Así que creo que la ecuación perfecta es una combinación de la gente con la que vas a colaborar, el personaje que vas a interpretar, la estética del film y las intenciones que tienen sus productores. Es, digámoslo así, una sinergia.
–¿Cuánto necesitás saber de tu personaje para poder interpretarlo?
–Necesito saberlo todo. Si no pueden contarme los datos que faltan, los creo yo, construyendo sobre lo que ya sé sobre ellos. En el caso de Jyn fue más fácil, porque Rogue One es parte de la mitología de Star Wars, así que sabíamos mucho antes de empezar. Mis dudas pasaban por un salto temporal en la historia de Jyn al comienzo de la película. Llenar el blanco de lo que le había pasado desde la niñez hasta que volvemos a verla como adulta.
–Jyn, como otros personajes de Star Wars, tiene una relación muy compleja con su padre..
–Es todo muy shakespeareano, ¿no? Creo que la razón por la que la relación padre e hija es tan omnipresente en Shakespeare y también en Star Wars es porque para definir nuestra identidad debemos hacer honor a de donde venimos pero también rechazar ese legado. En esa tensión entre esos dos impulsos opuestos es donde vive, en términos dramáticos, Star Wars. Lo que estamos narrando, en definitiva, es una historia acerca de la identidad: no sólo ¿quién soy? sino también ¿en quién me voy a convertir?
–La noción del destino manifiesto también está muy presente en Shakespeare y en Star Wars…
–Sí, claro. En todas las películas de Star Wars se abona la teoría de que uno se construye a sí mismo, tanto a causa como en reacción a su destino. Es algo que cada uno de los personajes debe descubrir en soledad.
–¿Cuán presente estuvo en tu elección el hecho de encarnar a una mujer autosuficiente en un universo y en un género poblado mayormente por hombres?
–Es muy importante. Me parece especialmente significativo que la película explora quién es Jyn más allá de los estereotipos en los que suele encasillarse a los personajes femeninos: madre, hija, esposa. El tema de la representación tiene que ver con el hecho de que los hombres son mayoría entre los guionistas, y tienden a escribir sobre lo que conocen. Lo que es fundamental, entonces, es tener más mujeres guionistas y directoras para equilibrar la perspectiva. Porque ahí es donde yace el verdadero poder: en la creación de las historias.
–¿Qué aprendiste con tu nominación al Oscar? ¿Cambió algo en tu vida?
–La actuación es, en ese sentido al menos, como cualquier oficio. Uno va ganando experiencia. Cuando uno actúa en más películas, más gente las ve y se siente inclinado a “verte” en otros personajes. Una nominación al Oscar te da más libertad en tus elecciones y en el tipo de proyectos que te ofrecen, eso es todo. Si bien siempre he tratado de ser exigente, llega un punto en el que tenés que pagar las cuentas. Así que debes aceptar hacer ciertas películas. Trato que sean coherentes con mi visión del mundo, porque no querés contradecir tus propios valores. Pero haber sido parte de Rogue One me ayudó a decidir que quiero participar activamente del desarrollo de proyectos cinematográficos, y aprendo un poco más con cada uno de ellos. No me convertí en actriz porque quería conseguir gran fama o fortuna. Quiero hacer un buen trabajo que sea visto por los demás, que sea importante en la sociedad.
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