Entrevista con el vampiro: la resistida figura de Tom Cruise, el asco de Kirsten Dunst y el tormento de Brad Pitt
Luego de permanecer varios años cajoneado, el film comenzó a tomar forma a comienzos de los 90 y, tras su estreno, se convirtió en un notable éxito de taquilla; sin embargo, el rodaje -bajo las órdenes de Neil Jordan- no fue nada sencillo
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Cuando por fin en 11 de noviembre de 1994 Entrevista con el Vampiro llegó a la pantalla grande, su éxito fue inmediato. No era de extrañarse: contaba con el sello de Anne Rice -la reina moderna de los vampiros- y su primera y probada novela de la saga de Crónicas Vampíricas; un elenco encabezado por una megaestrella como Tom Cruise más un hermoso, sexy y ascendente Brad Pitt y, por último, tenía un abultado presupuesto. Aprobada por el público y por la crítica, el film, que se realizó con un monto estimado de 50 millones de dólares, recaudó casi 224.
Con los años, el film dirigido por Neil Jordan se convirtió en una película de culto, y la historia detrás de sus personajes en una referencia obligada en las semblanzas de su autora. Sin embargo, no todos guardan un grato recuerdo de su rodaje, también atravesado por la muerte temprana de la gran promesa del cine de los 90: River Phoenix. Del origen de la trama hasta el noble gesto de Christian Slater, del asco de Kirsten Dunst a la desgracia de Brad Pitt, te contamos algunos pormenores del proyecto y el rodaje de Entrevista con el vampiro.
La niña de la vida eterna
Situada en un San Francisco gris, la película narra la historia de Louis de Pointe du Lac (Brad Pitt), un vampiro que doscientos años después de la muerte de su esposa y su hijo le cuenta sus pasiones, sus frustraciones y sus deseos a un escéptico periodista -Daniel Molloy, en la piel de Christian Slater-, mientras transita una insoportable inmortalidad consecuencia de su relación con Lestat de Lioncourt (Tom Cruise).
Para Anne Rice, Entrevista con el Vampiro fue mucho más que el libro que dio pie a una de las películas del género más festejadas por el público amante del horror gótico: la novela que dio inicio además a las Crónicas Vampíricas fue una forma de darle eternidad a su pequeña hija Michele, quien murió de leucemia en agosto de 1972, cuando tenía apenas cinco años. Fue ella misma quien contó su particular catarsis, la forma que encontró para sobrellevar el dolor de su trágica pérdida, que la sumió durante mucho tiempo en la depresión y el alcohol: basó al personaje de Claudia, la niña vampira, en su hija y así le dio vida eterna.
Un año después de la tragedia, decidió renunciar a su trabajo y enfocarse en la escritura. “Me lancé a escribir e inventé una historia sobre vampiros”, explicó en una entrevista que le dio a The Independent en 2014. “No lo sabía en ese momento, pero todo se trataba de mi hija, la pérdida de ella y la necesidad de seguir adelante. Vivir cuando la fe se hace añicos”. Así, Rice retomó una vieja historia que había creado sobre un periodista que entrevista a un vampiro y en cinco semanas logró escribir las 338 páginas que componen la novela final, aunque la obra vio finalmente la luz en 1976.
Claudia no es el único rastro de la vida de la autora en la historia: Anne usó muchos de los rasgos de su marido, el escritor y pintor Stan Rice, para dibujar a Lestat; pensó en el actor Alain Delon cuando creó a Louis y no tuvo más que volver a su infancia en Nueva Orleans para recrear el escenario perfecto para su primera historia de vampiros. De su infancia también rescató la reina moderna de los vampiros, como fue bautizada por su reconfiguración del género, su primera experiencia frente a las imágenes de la película de terror La hija de Drácula (1936) y la interpretación del personaje principal. “Me estableció lo que eran los vampiros: estas personas elegantes, trágicas y sensibles”, recordó en una entrevista de 2017 con The Daily Beast. “Realmente estaba siguiendo ese sentimiento cuando escribía Entrevista con el vampiro”.
Un largo camino a la pantalla grande
El mismo año en que logró publicar la novela, Rice consiguió un acuerdo para adaptar el libro a la pantalla grande. Fue la compañía Paramount Pictures la que desembolsó 150 mil dólares por los derechos de la película. El trato la incluía como guionista, y en la mente de la escritora seguía Alain Delon como uno de los protagonistas, pero el proyecto entró en una etapa conocida en la industria del entretenimiento como “infierno del desarrollo” -o developement hell en su idioma original-: un largo período de tiempo en el que el proyecto se estanca porque el guion se sigue reescribiendo para adaptarse a nuevos productores, directores y/o estrellas.
Luego de comprobar el éxito de las historias de vampiros con el estreno de Drácula, de Bram Stoker (1992) de Francis Ford Coppola, Warner Bros decidió avanzar con la historia de Rice y contrató a Neil Jordan para dirigirla. El panorama alentador se completó con la participación de The Geffen Film Company, la empresa de David Geffen, que aportó un envidiable presupuesto para cualquier otra película de vampiros: es que hasta ese momento ningún film del género había contado con tan jugosa cifra para llevarse adelante.
Con todo encaminado, el paso siguiente fue elegir el elenco, otro acierto de Jordan: Brad Pitt le dio vida a Louis de Pointe du Lac, Tom Cruise fue el elegido para el rol de Lestat de Lioncourt, Antonio Banderas personificó a Armand, Kirsten Dunst a Claudia, Christian Slater fue el periodista Daniel Molloy y la fallecida Helen MacCrory una de las prostitutas de Nueva Orleans: todos actores consagrados o a punto de consagrarse, hoy figuras indiscutidas de Hollywood.
El film estuvo muy cerca también de contar entre sus figuras con River Phoenix. Sin embargo, cuatro semanas antes de comenzar el rodaje el joven murió de una sobredosis en The Viper Room, West Hollywood. Y si bien el nombre de Stephen Dorff y el de Leonardo Di Caprio fueron los primeros que se escucharon para su reemplazo, el papel finalmente quedó en manos de Slater. Como un gesto por el trágico final de su colega, el sueldo que ganó por su participación en el film, 250 mil dólares, lo donó íntegramente a dos asociaciones de ayuda contra las adicciones. Dato de color: Samantha Mathis, la pareja de Phoenix al momento de su muerte, había sido unos años antes novia de Slater.
El “crimen” que no fue
La relación de Tom Cruise con Lestat podría ser una novela en sí misma. Considerada una de las figuras más taquilleras de la industria en ese momento, Rice puso el grito en el cielo cuando se enteró de la elección. La escritora, que incluso se había reunido con Tom Hanks para ofrecerle el papel -el actor lo rechazó para hacer Forrest Gump- no podía ni imaginar al galán en el cuerpo de su criatura. Según IMDB, la autora llegó a decir que se trataba del “peor crimen en nombre del casting desde La hoguera de las vanidades (1990)”.
Furiosa, Rice se excusó de participar en la producción y se negó a ver la película hasta que un productor le envió una copia en VHS a su casa. Lejos de lo que esperaba, quedó tan impresionada por el trabajo de Cruise que le escribió una carta de disculpa y grabó un video de dos minutos respaldando la película. Luego, publicó un anuncio de dos páginas tanto en Vanity Fair como en The New York Times, catalogando el film como “una obra maestra”.
Por su parte, consciente del desafío y con la corriente en contra, el actor buscó por todos los medios prepararse de la mejor manera posible para convertirse en un vampiro a la altura de las circunstancias -además de usar, en varias escenas, tacos en sus zapatos-: leyó toda la obra de Rice, aprendió a tocar el piano e incluso se instaló un tiempo en París para lucir más “francés”. Además, para mantener las expectativas, pidió que su camarín estuviera conectado al set por medio de un túnel, de esa manera su transformación física sería un secreto hasta el día del estreno.
Días de desgracia
Lejos de la gran celebridad en la que se convirtió gracias a Leyendas de Pasión (1994) y tentado por compartir pantalla con Cruise, Brad Pitt aceptó hacer el papel de Louis de Pointe du Lac sin leer el guion. Error. Además de la lógica oscuridad en la que viven los vampiros, la obsesión de Jordan por mantener la pálida piel de sus actores lejos de los rayos del sol durante el rodaje, que se realizó íntegramente de noche o en interiores, fueron un cóctel explosivo para Pitt: durante seis meses vivió en una oscuridad continua.
Muchos años después del suceso, puntualmente en 2011 durante una entrevista publicada en Entertainment Weekly, el actor compartió con el público el calvario que fue el rodaje. “En Entrevista con un vampiro parecés tan desgraciado durante toda la película”, le comentó el periodista Jeff Giles, a lo que Pitt respondió: “¡Fui un desgraciado! ¡Fueron seis meses en la oscuridad!”. Incluso, Pitt reveló en esa oportunidad que intentó dejar la película. “Lo confieso, un día me rompí. Pensé que la vida es demasiado corta para esa calidad de vida. Llamé a David Geffen, que era buen amigo mío. Y él vino a verme”, recordó. Cuando el productor le dio la cifra de lo que le costaría abandonar el proyecto, 40 millones de dólares, Pitt recalculó de inmediato. “La verdad es que sirvió para acabar con mi ansiedad. Pensé: ‘Tengo que levantarme y manejar esto”, declaró.
Además de no poder ver el sol, Pitt y Cruise debieron someterse a una insólita rutina antes de maquillarse durante cada jornada de grabación: para lograr el aspecto mortecino de sus personajes, eran colgados boca abajo durante 30 minutos para que sus rostros se hincharan y entonces, con las venas bien marcadas, los profesionales de make up pudieran resaltar sus rasgos sobrenaturales.
Un beso desagradable
El primer paso de Kirsten Dunst en el mundo del entretenimiento fue un verdadero acierto: su imagen de niña vampiro, su melena rizada con un dejo rojizo ante la luz artificial y esa ambigüedad en su rostro quedó plasmada para siempre en una de las películas de vampiros más celebradas de la historia. Incluso, la desconocida niña le ganó el papel a jóvenes como Christina Ricci, Natalie Portman, Julia Stiles, o Evan Rachel Wood. Pero, con apenas 11 años, no todo fue diversión y compromiso actoral para la pequeña en el set: fue durante ese debut en la pantalla grande cuando dio su primer beso, un momento que, pese a tener en frente a Brad Pitt, recuerda con más desagrado que orgullo.
“Fue sólo un pico. Todo el mundo me decía ‘qué afortunada sos por besar a Brad Pitt’. Pero me pareció asqueroso”, dijo Dunst en 2013 durante una entrevista a la revista Bullet. “Recuerdo que Brad tenía el pelo largo. Era un tipo muy hippie. Yo no besé a nadie hasta los 16 años, creo“, agregó Dunst y confirmó que en ese momento aún prefería jugar y actuar. Algunos años después, cuando en The Late Late Show James Corden le recordó su confesión, Dunst insistió en su mal recuerdo. “Besar a Brad fue asqueroso y aún lo sostengo. No sé, me parecería mucho peor que una niña de 11 años diga que fue genial besar a alguien tan mayor para ella [durante el rodaje, Pitt tenía 29 años]. La gente pensaría que hay algo que no funcionaba bien en la cabeza de esa criatura”, declaró.
El lado conservador de Hollywood
Para crear su propio mundo vampírico, Anne Rice modificó las antiguas creencias sobre estos seres fantásticos. En Entrevista con el vampiro, sus criaturas tienen voz propia, no deben dormir en ataúdes, el agua bendita y las cruces no son sus peores enemigos y no mueren cuando una estaca les atraviesa el corazón. Sí sufren, aman, matan y usan sus colmillos para saciar su sed de sangre. Y si bien el sexo físico no existe entre los personajes de la escritora una vez que se convierten en vampiros, Lestat moría de amor en la novela por Louis y juntos formaban una familia con la pequeña Claudia.
El peso homoerótico de los textos de Rice fue, según el resultado de la película, demasiado para el Hollywood de los 90. En consecuencia, la relación entre los protagonistas en el film fue despojada de su carga sexual y la historia algo modificada para mantener la coherencia: mientras que en la novela Louis llora a su hermano, en la pantalla grande su depresión es por la pérdida de su mujer y su hijo.
Nuevo formato para las crónicas de Rice
Si bien todavía no hay fecha confirmada, está previsto para este año el estreno de una nueva serie basada en el extenso universo literario de Rice: las sagas que comprenden Entrevista con el vampiro y Las Brujas de Mayfair. A cargo de la cadena estadounidense AMC, los actores elegidos para personificar Louis y a Lestat son Jacob Anderson y Sam Reid, respectivamente. La primera temporada tendrá ocho capítulos. AMC obtuvo los derechos para la realización de las series como parte de un acuerdo con la autora y con su hijo, el también escritor Christopher Rice.
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