Entre Hamlet y Kurt Cobain: todo lo que tenés que saber antes de ver Batman, la nueva encarnación del héroe enmascarado
Más que una aventura de superhéroes, la película de Matt Reeves es un policial negro con toques de thriller político y cine de terror que muestra un Hombre Murciélago todavía inexperto, consumido por la furia y la rabia
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Olvídense de Michael Keaton, Christian Bale y Ben Affleck. El Batman de Robert Pattinson es otro Batman, más oscuro, traumado, obsesivo e inestable que los anteriores. Y mucho más violento. Si cada generación tiene al Hombre Murciélago que se merece, el que llega el próximo jueves a los cines argentinos le calza perfecto a esta época de incertezas constantes, de identidades en permanente estado de construcción, de furias explosivas, rabias contenidas y ansiedades incontrolables. El nuevo Bruce Wayne puede ser un emo modelo 2022 capaz de despertar todas las dudas de los fanáticos, pero este Batman es el perfecto emergente de una sociedad sumida en el caos, la desesperanza, el crimen y la corrupción organizada. El hijo legítimo de una ciudad construida sobre la riqueza y la insanía que mueven al poder político.
“Cinco años atrás, cuando empecé a trabajar en Batman, sabía que personaje y película tenían que ser diferentes a todo lo que se había hecho antes -confesó el director Matt Reeves-. No quería volver a contar la historia del chico que ve cómo asesinan a sus padres, ni la del superhéroe ya instalado en el podio de los paladines. Quería un Batman todavía incompleto, porque me interesaba indagar en sus imperfecciones. Decidido a llevar adelante la tarea que se impuso, pero inseguro de cómo hacerlo. Quería verlo dudar, cambiar, madurar, evolucionar hacia el Batman que todos conocemos”.
Paria encapotado, temido por la gente y rechazado por la Policía, Batman es esa tenebrosa criatura de la noche, capaz de infundir miedo en el corazón de los criminales y de los inocentes. Un héroe al que (por ahora) no le importan la Ley y la Justicia, porque está demasiado ocupado buscando venganza. Según Pattinson, se trata de alguien que “intenta resolver los conflictos de la ciudad para ver si así puede resolver su trauma personal”. “Ni Matt ni yo lo vemos como un superhéroe, sino como una especie de Hamlet con algo de Kurt Cobain. Sobre todo, en lo que hace a la sensibilidad del desamparo que emana de su imagen. No es el sociable multimillonario que esperan, sino un hombre perdido entre los pliegues de su tragedia. Y tampoco es el ídolo de las multitudes que aplauden su accionar. Es una persona suspendida en el tiempo, incapaz de avanzar o retroceder. Una especie de toxicodependiente que quiere escaparse de sus pesadillas intoxicándose cada día más”.
Año dos
La película transcurre durante el segundo año de actividad parapolicial de Batman, que sólo cuenta con el apoyo y la confianza del detective James Gordon (Jeffrey Wright), última reserva moral de Ciudad Gótica, una urbe densa, espesa, sucia, lluviosa y degradada que ahora se ve sacudida por la irrupción del Acertijo (Paul Dano). Este asesino serial ataca a sus principales referentes institucionales y mediáticos, buscando hacer expiar los pecados de los padres fundadores de Gótica, incluyendo, claro, a la familia Wayne.
Lejos del colorido e hiperquinético villano interpretado por Frank Gorshin y Jim Carrey en la serie de TV de los ‘60 y el film Batman eternamente (1995), la última versión del Acertijo lo muestra como un genio intelectual rayano en la locura, capaz de influir y controlar a su antojo a una parte importante de la población vulnerable, justamente aquella que ha sido arrojada a la marginalidad por las políticas públicas del Estado gótico. Maestro en el manejo de las redes sociales y el dramatismo teatral de sus ataques, está siempre un paso adelante de Batman, tal vez porque los dos tengan más en común de lo que quieran admitir. “Ambos construyen poder desde el anonimato que les garantiza el disfraz -contó Reeves en una entrevista-; y ambos recurren a la violencia física y psicológica para exterminar la matriz mafiosa que tiene dominada a la ciudad”.
Una matriz que dirá presente en tres exponentes de la estructura criminal reinante. Desde la cúpula, protegido por las sombras, Carmine Falcone (John Turturro) teje negociados cuyas ligazones podrían extenderse hasta Thomas Wayne, padre de Batman. En el medio, trabajando para Falcone e intentando destronarlo, está Oz Cobblepot (un irreconocible Colin Farrell), desfigurado consejero criminal al que todos llaman, de manera algo despectiva, El Pingüino. Y a cargo de un club clandestino, Selina Kyle (Zoë Kravitz) guarda sus secretos mientras se dedica al robo de millonarios. Todavía no ha tomado para sí el nombre de Gatúbela, pero ya tiene todos los condimentos que la transformarán en antiheroína, interés romántico de Batman y definitiva femme fatale de la saga.
Murciélago noir
Como el Guasón de Joaquin Phoenix, Batman no forma parte del Universo Extendido de DC. En esta era de multiversos cinematográficos que DC inauguró con Crisis en Tierras Infinitas y profundizará con el próximo Flash de Andy Muschietti (a estrenarse el 3 de noviembre), hay que hacerse a la idea de que estamos frente a una realidad paralela a la establecida por Zack Snyder y James Gunn. Hecho que le permitió a Reeves definir una lógica interna independiente y un universo iconográfico propio. De hecho, más que como una película de superhéroes, la concibió como un film noir clásico, abierto a la incorporación de algunos elementos del thriller político y el cine de terror. “Me interesaba emparentarla con los policiales negros norteamericanos de los ‘70, donde la actividad criminal era una excusa para hablar de algunos aspectos de la conducta humana, particularmente la naturaleza psicológica de la contradicción”, apuntó el director.
De acuerdo con Reeves, la relación tóxica existente entre Bruce Wayne y Ciudad Gótica, así como la tensión sexual entre Batman y Selina, están influidas por Barrio Chino (Roman Polanski, 1974), donde el pasado del protagonista va enhebrado con la corrupción en las altas esferas del poder. Con Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976), comparte la espiral de locura que lleva a Batman a revelarse violentamente contra las injusticias de una sociedad en estado de descomposición. Y de Mi pasado me condena (Alan Pakula, 1971), replicó la atmósfera asfixiante que define parte del accionar del Acertijo, que también despertará ecos de Pecados capitales (David Fincher, 1995) y la saga El juego del miedo.
“Batman es un drama intimista dentro de una aventura épica. Y el noir nos dio la posibilidad de combinar ambas escalas sin renunciar a ninguna. El viaje iniciático de una persona que todavía no sabe bien en qué quiere convertirse, mientras intenta descifrar la verdad detrás de ese crimen que cambió su vida y el destino de la ciudad”, sostuvo Reeves.
Antes y después
Si bien está pensado como un arco argumental cerrado y autoconclusivo, Batman no agota todas las puntas narrativas que explora. Y así como resulta algo apresurado hablar de secuelas, está claro que esta pata de la franquicia tiene mucho jugo para dar. A principios de febrero apareció en los Estados Unidos la novela Before the Batman, precuela oficial del film a cargo de David Lewman, que cuenta las historias paralelas de Bruce Wayne y de Edward Nashton, que terminarán enfrentándose tras las máscaras de Batman y el Acertijo.
Desde antes del esperado estreno del nuevo film del superhéroe, tres series han sido anunciadas para su futura emisión en HBO Max. La primera, Gotham PD, seguiría las tareas del Departamento de Policía de Ciudad Gótica; ambientada antes de la película, podría llegar a incluir alguna aparición de Jeffrey Wright como James Gordon. La segunda, provisoriamente titulada Arkham, estaría dedicada a la galería de villanos de Batman, divulgando los orígenes de los internos detenidos en el Asilo Arkham para criminales dementes, cuya fundación es una de las historias secundarias que Matt Reeves incluyó en el film. Mucho se especula con la participación de Barry Keoghan (uno de los Eternals de Marvel) como el Guasón. Por último, el proyecto que parece estar más avanzado es el de la serie del Pingüino, obviamente protagonizada por Colin Farrell. “Vamos a contar el ascenso de Oz Cobblepot al estilo del Scarface (1983) de Brian De Palma -adelantó Farrell-. Está claro que en el batiuniverso de Matt, cada personaje tiene una fractura interna por reparar. Y acá conoceremos a los fantasmas personales del Pingüino”.
La pregunta del millón sigue siendo si Pattinson se calzará el uniforme del murciélago para alguna aparición estelar en cualquiera de estos proyectos. “Volvería a hacerlo tantas veces como lo quieran los espectadores -contó la estrella-. De hecho, ya hablé con Matt sobre la posibilidad de hacer, directamente, una trilogía de films. ¿No sería maravilloso?”.
¿Quién es quién?
Bruce Wayne / Batman: Multimillonario antisocial que vive aislado en su mansión. De pequeño vio cómo asesinaban a sus padres en un aparente robo callejero, y hoy está lleno de rabia y furia. Al inicio de Batman, lleva dos años de cruzada hiperviolenta bajo el manto del Hombre Murciélago. Creado en 1939 por Bob Kane y Bill Finger, debutó en el mítico Detective Comics Nº 27. Al año siguiente ya contaba con su propia revista; y de allí se lanzó a la conquista del mundo audiovisual. Hace más de 80 años que su figura aparece en libros, series de TV, películas, videojuegos y cuanto producto comercial exista en el mundo. Robert Pattinson es el octavo actor que lo interpreta en pantalla, después de Adam West, Michael Keaton, Val Kilmer, George Clooney, Christian Bale, Will Arnett y Ben Affleck.
Edward Nashton / Acertijo: Asesino serial que busca revelar la corrupción política inherente a Ciudad Gótica, sacando a la luz los secretos de sus principales figuras públicas. Matt Reeves basó su versión en la figura real de Zodíaco, asesino que asoló California entre 1968 y 1969, cuya verdadera identidad aún sigue sin conocerse. Creado por Bill Finger y Dick Sprang en 1948, alcanzó notoriedad en la galería de archienemigos de Batman gracias a la interpretación de Frank Gorshin en la serie televisiva de Adam West. Paul Dano se suma a la larga lista de actores que le dieron vida audiovisual, entre los que se cuentan John Astin (el Homero de Los Locos Addams televisivos) y Jim Carrey.
Selina Kyle: Divide sus noches entre un clandestino club nocturno de la mafia y su actividad criminal poco explicitada por la película. Amante de los gatos y defensora de inmigrantes explotadas, se verá forzada a colaborar con Batman. Aún no se hace llamar Gatúbela, pero pronto lo hará. Creada por Bill Finger y Bob Kane para Batman Nº 1 (1940), es a la vez antagonista y amante del Hombre Murciélago. Tercera Gatúbela afroamericana de la historia, Zoë Kravitz ya le había puesto voz al personaje en Lego Batman - La película (2017). Entre las actrices que la interpretaron, se cuentan Julie Newmar, Lee Meriwether, Eartha Kitt, Michelle Pfeiffer, Halle Berry y Anne Hathaway.
Oz Cobblepot / Pingüino: Mano derecha del padrino mafioso Carmine Falcone y empleador de Selina Kyle, aspira a instalarse como Rey del Crimen en Ciudad Gótica. Creado en 1941 por Bill Finger y Bob Kane, esta es la primera versión del personaje que no fuma, no viste frac y galera ni usa paraguas. Sin embargo, Colin Farrell logra una interpretación a la altura de los grandes actores que lo antecedieron: Burgess Meredith y Danny DeVito.
James Gordon: Uno de los pocos policías honestos que le quedan a Gótica. Es el único que confía en Batman y está dispuesto a todo (salvo violar la ley) para encarcelar a los mafiosos que manejan la ciudad. Creado por Bill Finger y Bob Kane, debutó junto con Batman en Detective Comics Nº 27 (1939). Jeffrey Wright es el primer actor afroamericano en hacerse cargo del papel, que ya fue interpretado por Neil Hamilton, Pat Hingle, Gary Oldman, Bryan Cranston y J.K. Simmons.
Alfred Pennyworth: Mayordomo y guardaespaldas de la familia Wayne, se transformó en la única imagen paterna de Bruce Wayne tras el asesinato de sus padres. En esta versión, su relación con Batman es tan culposa como hostil. Creado por Don Cameron y Bob Kane en 1943, se convirtió en el tercer integrante del famoso Dúo Dinámico. Andy Serkis es el último actor en encarnar al personaje, siguiendo los pasos de Alan Napier, Michael Gough, Efrem Zimbalist Jr., Michael Caine, David McCallum (Illya Kuryakin en El agente de C.I.P.O.L.), Jeremy Irons y Ralph Fiennes.
Carmine Falcone: Poderoso jefe de la Mafia que controla Ciudad Gótica, en el pasado cruzó su camino con el de Thomas Wayne, padre de Batman. Creado por Frank Miller y David Mazzucchelli a imagen y semejanza de Don Vito Corleone, apareció por primera vez en la saga Batman: Año uno (1987). John Turturro es el segundo actor que lo interpreta en cine, después de Tom Wilkinson en la trilogía dirigida por Christopher Nolan.
Qué cómics leer antes de ir al cine
Los fanáticos de las historietas del Hombre Murciélago, encontrarán en Batman diversas referencias a sagas y secuencias puntuales de la larga historia impresa del paladín, junto con una modificación tan interesante como disruptiva en relación con la fundación del Asilo Arkham. Pero, según el propio Reeves, estos son los tres cómics que inspiraron directamente la trama de la película. Tres obras que se encuentran editadas en la Argentina y disponibles para quien quiera leerlas.
Batman: Año uno (1987): Recuento del primer año de actividades de Bruce Wayne como Batman, mientras entabla amistad con el detective James Gordon, recién trasladado a Ciudad Gótica. En un tono equiparable al del film Serpico (Sidney Lumet, 1973), el inexperto superhéroe y el honesto policía empezarán a luchar contra la corrupción enquistada en las principales instituciones, atacando directamente al capomafia Carmine Falcone. Zoë Kravitz basó su Gatúbela específicamente en la versión delineada para esta aventura por Frank Miller (guion) y David Mazzucchelli (dibujos). En 2011, Warner adaptó el cómic en una película de dibujos animados editada en DVD.
El largo Halloween (1996): Ambientada durante el primer año de Batman, la obra de Jeph Loeb (guion) y Tim Sale (dibujos) enfrenta al superhéroe contra un misterioso asesino serial que ataca en los días feriados, mientras la ciudad se desangra por una lucha sin cuartel entre dos familias mafiosas. El cómic recrea el imaginario noir del cine gangsteril clásico (Bogart, Cagney) bajo el prisma reconstitutivo de un Scorsese. El año pasado, Warner produjo una adaptación en dibujos animados para el mercado de venta directa.
Ego (2000): La historieta de Darwyn Cooke aborda, como nunca antes, la psiquis del Caballero de la Noche. Un Batman consumido por la culpa, extenuado física y mentalmente, cegado por la furia y frustrado por su incapacidad para cambiar el destino de Ciudad Gótica, deberá evaluar si vale la pena continuar con su cruzada contra el crimen. Y decidir si quiere mantenerse como un símbolo del miedo o reconfigurarse en un faro de esperanza para los ciudadanos. Ego está incluido en el tomo 10 de la Colección Batman - 80 aniversario co-editada por La Nación y Ovni Press en 2018.
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