En el festival de Toronto hay tantas estrellas como polémicas
La selección de films del encuentro canadiense se distingue por su compromiso social y político y también por la cantidad de celebridades
TORONTO. - Preguntas sobre cuestiones de diversidad planteadas desde todos los enfoques imaginables, tensiones en matrimonios interraciales, historias de superación personal en contextos desfavorables basadas en hechos reales, profundos dramas familiares que trascienden tiempos y espacios, debates políticos de candente actualidad. Y algún que otro respiro ligado a la comedia y al cine de animación. Así se perfila hasta aquí el 41° Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF 2016), cuyo mercado, uno de los puntos fuertes, todavía no parece haber alcanzado el volumen que se espera de una muestra tan grande como ésta.
De la multitud de títulos expuestos hasta aquí, hay un particular interés por Jackie, la biopic de la viuda del presidente John F. Kennedy, primera película en inglés del ascendente director chileno Pablo Larraín (de quien también se exhibe aquí la aplaudida y todavía inédita en la Argentina Neruda) con la presencia magnética de Natalie Portman en el papel protagónico. También llegaron hasta esta ciudad canadiense los ecos del gran triunfo de Oscar Martínez en Venecia. Hay conversaciones avanzadas para estrenar El ciudadano ilustre en varios mercados europeos (Suiza, Escandinavia) y asiáticos.
Un par de controversias matizan el desfile constante de títulos y de figuras dispuestas aquí –mucho más que en otros festivales– a compartir con los fans el momento de su estreno. Todavía con un perfil bajo se hicieron sentir quejas por parte de los asistentes a propósito del refuerzo de las medidas de seguridad dispuestas en estos entornos. Por primera vez, los organizadores dispusieron un espacio denominado "fan zone" con mayores controles, revisión de mochilas y bolsos y reglas más estrictas en cuanto a la permanencia de quienes esperan largas horas en busca de autógrafos y fotos con las estrellas.
De las muchas que llegaron en las últimas horas, Leonardo DiCaprio lució durante la gala de estreno mundial de su último documental como productor (Before The Flood, en el que vuelve sobre los efectos del cambio climático) su identificación como embajador por la paz de las Naciones Unidas. Eso no impidió que varios activistas de derechos humanos le reclamaran precisiones y reacciones en torno al escándalo sobre un supuesto caso de lavado de dinero en los aportes a la Fundación de DiCaprio por parte de uno de los estudios que financió El lobo de Wall Street. Dos de ellos directamente le pidieron al actor que devolviera el dinero de las millonarias donaciones recibidas a través de la productora Red Granite (ligada con el parecer fraudulentamente al gobierno de Malasia) por la Fundación que preside DiCaprio.
La otra gran controversia giró alrededor de The Birth of a Nation, una de las más elogiadas producciones estadounidenses de 2015, sensación en Sundance, cuyo tema es la famosa rebelión de los esclavos negros en Virginia durante 1813 liderada por Nat Turner. Su director, el afroamericano Nate Parker, empezaba a recorrer el largo camino hacia el Oscar hasta que se reveló su supuesta participación en el caso de la violación de una compañera de universidad, hace 17 años. La mujer se suicidó en 2012 y Parker fue absuelto de los cargos, pese a lo cual la controversia se mantuvo y llegó hasta aquí, donde el director rompió un largo silencio durante una incómoda conferencia de prensa en la que, por ejemplo, evadió la pregunta acerca de por qué no había pedido en su momento disculpas públicas por lo ocurrido. "Este es un espacio dedicado a la película, no me pertenece. No quiero secuestrar este momento con asuntos personales. No corresponde", respondió. El estreno de The Birth of the Nation fue muy exitoso, marcado por el entusiasmo del público y largos aplausos cuando apareció el nombre de Parker en los créditos y también al término de la proyección inaugural. Pero la polémica sigue y hay un gran signo de interrogación en torno de lo que podría suceder de aquí en adelante.
Mientras tanto, crece el interés por un puñado de títulos que a partir de Toronto (y gracias a su repercusión aquí) podrían convertirse en los grandes protagonistas de la temporada. A la cabeza aparecen el vigoroso drama familiar Manchester by the Sea, de Kenneth Lonergan, con Casey Affleck y Michelle Williams , y Lion, de Garth Davis, con Dev Patel y Nicole Kidman , inspirada en la historia real de un muchacho indio adoptado por una familia australiana que dos décadas después de verse forzado a dejar su país trata de saber cuál fue su lugar natal a través de Google Earth. También alcanzaron una muy sólida respuesta Snowden, de Oliver Stone ; Loving, de Jeff Nichols; Nocturnal Animals, de Tom Ford, y Arrival, de Denis Villeneuve.
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