El triunfo de Ben Affleck
Desapareció una noche ( Gone Baby Gone , Estados Unidos/2007). Dirección: Ben Affleck. Con Casey Affleck, Michelle Monaghan, Morgan Freeman, Ed Harris, John Ashton, Amy Ryan, Amy Madigan y Titus Welliver. Guión: Ben Affleck y Aaron Stockard, basado en la novela Gone Baby Gone , de Dennis Lehane. Fotografía: John Toll. Música: Harry Gregson-Williams. Edición: William Goldenberg. Diseño de producción: Sharon Seymour. Producción hablada en inglés con subtítulos en castellano y presentada por Disney. Duración: 114 minutos. Apta para mayores de 16 años.
Nuestra opinión: muy buena
Dennis Lehane, por suerte, se está convirtiendo en uno de los escritores de moda en Hollywood. Tras la notable transposición que Clint Eastwood dirigió a partir de Río místico , ahora llega esta no menos lograda versión coescrita y dirigida por el debutante Ben Affleck. Y la cosa, parece, no quedará aquí, ya que está en marcha el proyecto de llevar al cine Shutter Island, con Martin Scorsese al mando.
Ben Affleck -que en cámara se ha destacado más por su presencia física que por su expresividad actoral- demuestra que los elogios recibidos por el guión que coescribió con su amigo Matt Damon para En busca del destino , de Gus van Sant, no fueron apresurados. En esta adaptación concebida a cuatro manos con Aaron Stockard no pierde prácticamente nada de la potencia, la profundidad, los matices y el sentido provocativo de la prosa de Lehane, un escritor que no sólo maneja muy bien el suspenso y las sorpresas de sus vueltas de tuerca, sino que construye climas, conflictos y personajes profundos y complejos en sus contradicciones morales.
Compromiso arriesgado
Para su debut en la realización, Ben Affleck no eligió temáticas sencillas: aquí no sólo desaparece una niña de cuatro años (un caso con llamativos parecidos con el de Madeleine, que aún hoy sigue conmoviendo al mundo), sino que se sumerge también en el submundo del tráfico y el consumo de drogas, en las actitudes de padres abusivos, en las redes de pederastas, en el doble discurso de policías corruptos y varias otras cuestiones que elabora con llamativa contundencia, precisión y pudor.
La película está narrada desde el punto de vista de un matrimonio de inexpertos detectives privados (el notable Casey Affleck, hermano del director, y Michelle Monaghan) que es contratado por algunos familiares de la niña secuestrada por su conocimiento y llegada a los vecinos de un barrio bajo de la ciudad de Boston. Pero, más allá de que el espectador seguirá el intrincado derrotero (profesional y afectivo) de estos dos sólidos protagonistas, la película se abre en un amplio abanico que incluye a la madre soltera y drogadicta de la niña (excelente interpretación de Amy Ryan), a dos veteranos detectives especializados en casos infantiles (los siempre solventes Morgan Freeman y Ed Harris) y a varios otros personajes vinculados con la evolución de la trama policial.
Una trama que, cabe aclarar, está sólidamente construida (con su tensión bien dosificada), pero que no es aquí lo más importante. Desapareció una noche es bastante más que un simple ejercicio de género, elaborado con la precisión de un producto con algún sesgo artesanal y algún hallazgo formal, que en este caso podría ser el impecable trabajo del fotógrafo John Toll ( Corazón valiente , La delgada línea roja ). Se trata de una exploración inquietante hasta lo perturbador de los secretos más profundos, las miserias más perversas y las mentiras más crueles de las que son capaces los seres humanos.