El teléfono negro, la película de terror que rompió con todos los pronósticos de taquilla

Cuando parecía que la época dorada del cine de terror había quedado en el pasado, una nueva película vuelve a poner al género en el lugar estrella. Se trata de El teléfono negro, un largometraje que hizo su debut la semana pasada y se convirtió en el estreno más exitoso del último jueves.

El teléfono negro, dirigida por Scott Derrickson, cuenta la historia de Finney Shaw (Mason Thames), un tímido pero inteligente niño de 13 años que es secuestrado por un sádico asesino (Ethan Hawke) y atrapado en un aterrador, oscuro y aislado sótano, donde los gritos son de poca utilidad.

Cuando un teléfono negro desconectado en la pared comienza a sonar, Finney descubre que puede escuchar a los espíritus de las víctimas anteriores del asesino. Los espíritus en el teléfono están decididos a asegurarse de que lo que les pasó a ellos no le pase al adolescente.

En sus primeros cuatro días de pantalla, la película vendió 85 mil entradas en 265 salas del país, quedando en el tercer puesto de lo más visto el fin de semana y detrás de dos “tanques” que ya llevan semanas en el podio: la reciente Lightyear, que vendió 250 mil entradas en 485 salas, y Jurassic World: Dominio, que cortó 155 mil tickets en 379 establecimientos. El cuarto lugar se lo llevó Top Gun: Maverick, con 55 mil personas viéndola en los últimos días.

En lo que va del año, el largometraje más visto es Doctor Strange en el multiverso de la locura, con 1.975.000 espectadores. Sin embargo ese puesto podría quedar a la brevedad en manos de Jurassic World, que lleva vendidos 1.840.000 tickets.

En estos últimos días, la taquilla argentina sigue aumentando la cantidad de espectadores. Tras un importante fin de semana XL (que registró un millón de espectadores en las salas de cine), entre este último jueves y domingo fueron más de 570 mil las personas que se acercaron a una sala de cine para disfrutar de los distintos títulos que se exhiben actualmente en el país.

El teléfono negro

“Nada acerca de interpretar un papel es en realidad difícil. Lo difícil es estar en condiciones de hacer una buena película”, manifestó Ethan Hawke hace unos días. “Para mí, el desafío es conseguir un buen guion, trabajar con un buen director y tener un buen personaje. Una vez que tienes eso, todo es fácil. Como actor, ahora solo quiero un buen papel y trabajar con gente buena”, agregó al hablar sobre El teléfono negro, la película con la que el director Scott Derrickson regresó a sus raíces del terror luego de su paso por la factoría Marvel de la mano de la primera Doctor Strange.

Para esta película, Derrickson y su habitual coguionista, C. Robert Cargill, adaptaron el cuento homónimo de Joe Hill, hijo del célebre Stephen King, ambientado a fines de los años 70 en la ciudad de Denver, Colorado. En el film, el director profundiza la carnadura de sus personajes, la magnitud de los lazos que construyen bajo el paraguas de la necesidad o la desesperación.

“Estaba muy emocionado con este proyecto. Fue desafiante y bastante duro, pero es muy divertido cuando se aprende”, señaló Mason Thames, quien hace su debut actoral en este largometraje. El niño preparó su personaje de Finney Shaw viendo y analizando la cinta francesa Los cuatrocientos golpes, del director François Truffaut.

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