El cine argentino apuesta la taquilla de 2018 a sus estrenos de invierno
Las cifras de concurrencia de las películas argentinas aparecen hoy a primera vista casi como un espejo de la fuerte merma de público registrado este año en las salas si las comparamos con lo ocurrido en 2017.
Hasta aquí, la producción local más taquillera en lo que va de 2018 es Perdida, que sigue en cartel con sostenida respuesta y atraviesa su tercera semana en 64 pantallas sumando hasta anteanoche, según Ultracine, 187.825 entradas vendidas. El film protagonizado por Luisana Lopilato es, con holgura, la más vista del año para el cine argentino. Detrás aparecen La reina del miedo (estrenada el 22 de marzo, con 115.210 tickets), No dormirás (el 11 de enero, con 95.714), Las grietas de Jara (el 18 de enero, con 68.746) y El último traje (25 de enero, con 61.392).
Un año atrás, a esta misma altura del calendario, ya habían pasado por la cartelera títulos locales mucho más convocantes como Nieve negra (estrenada el 19 de enero de 2017, con 692.060 tickets) y Los padecientes (el 27 de abril, con 401.741). También se conoció Casi leyendas, estrenada el 16 de marzo y que sumó 160.711 localidades vendidas.
Todo indica que 2018 quedará bastante lejos para el cine argentino de los algo más de seis millones de tickets acumulados el año pasado, gracias en gran medida a la extraordinaria respuesta del público a la comedia Mamá se fue de viaje (1.671.246 espectadores) y al millón agregado por El fútbol o yo, la comedia protagonizada por Adrián Suar.
¿Qué tiene el cine argentino para ofrecerle a la taquilla este año? Por lo pronto, una extravagancia y un panorama de estrenos concentrados en pocas fechas que entraña algún riesgo. Lo primero (la excentricidad) es una novedad argentina preparada para las vacaciones de invierno, la quinta entrega de Bañeros, dirigida como la anterior por Rodolfo Ledo, con Pablo Granados, Pachu Peña, Pichu Straneo, Nazareno Mottola, Gino Renni, Rocío Robles y Sol Pérez.
En 2014, Bañeros 4: los rompeolas sorprendió a muchos (sobre todo a los que creyeron que la fórmula basada en la comicidad pedestre de figuras populares de la TV estaba largamente agotada y superada por el tiempo) y vendió 926.535 tickets. Solo fue superada en la taquilla de ese año para el cine argentino por ese aluvión llamado Relatos salvajes. Los productores de Bañeros confían esta temporada en repetir y aun reforzar esos números con la quinta entrega.
Para movilizar a un público masivo que este año parece darle la espalda a la oferta de estrenos (locales e internacionales, con una caída acumulada en lo que va del año de algo más del 20 por ciento en la concurrencia respecto de igual período de 2017) al cine argentino le queda, además de la perspectiva del receso invernal, un puñado de títulos que arrancan el jueves 24. Ese día, en competencia directa con la película de Star Wars, dedicada al joven Han Solo, llegará Animal, de Armando Bo (ganador del Oscar al mejor guión por Birdman, del mexicano Alejandro González Iñárritu), un fuerte y áspero thriller psicológico con Guillermo Francella y Carla Peterson .
Detrás de este lanzamiento aparece una seguidilla de títulos que podría forzar a las películas argentinas de mayor potencial de este año a competir entre ellas, porque sus respectivos lanzamientos se concentrarán especialmente durante todo agosto. Es habitual que el cine argentino promueva la gran mayoría de sus lanzamientos fuertes a comienzos del segundo semestre de cada año, tendencia cada vez más reforzada por las posibilidades que tienen algunos de ellos de instalarse en los festivales internacionales fuertes de septiembre (Toronto, Venecia, San Sebastián).
Una de ellas, La quietud, la esperada nueva película de Pablo Trapero , tenía fecha original de lanzamiento en la Argentina para el 17 de marzo, pero al quedar fuera de la programación de Cannes y orientarse ahora, en cambio, a la posibilidad de que aparezca en la programación de alguno de los festivales fuertes citados, se decidió posponer su estreno para fines de agosto.
Ese mes arranca para el cine argentino el jueves 2 con El amor menos pensado, ópera prima como director del reconocido y experimentado guionista y productor Juan Vera (2 + 2, Igualita a mí, Zama, El fútbol o yo, Mamá se fue de viaje). Su ópera prima es una comedia romántica en la que una pareja ( Ricardo Darín y Mercedes Morán ) empieza a replantearse el futuro después del desgaste de 25 años de matrimonio.
Una semana después, el jueves 9, llegará El Ángel, que está por vivir su esperado estreno mundial en Cannes, integrando la competencia oficial de la sección Una Cierta Mirada, la segunda en importancia del festival más importante del calendario, tal como se cuenta por separado en esta misma edición.
El 16 será el turno de Mi obra maestra, primera película dirigida en solitario por Gastón Duprat y producida por su socio de El ciudadano ilustre y El vecino de al lado Mariano Cohn. En clave de comedia con toques oscuros, la trama se instala en el vínculo (entre tensiones y afectos) entre el dueño de una galería de arte (Francella) y un pintor malhumorado que enfrenta el ocaso de su carrera (Luis Brandoni).
El agosto más fuerte en mucho tiempo para el cine argentino se cierra el 30 con la citada La quietud, un drama que promete varios giros inesperados a partir del reencuentro entre dos hermanas ( Martina Gusmán y Berenice Bejo) en la estancia familiar que le da el nombre al film. Graciela Borges , el venezolano Edgar Ramírez y Joaquín Furriel completan los papeles centrales.
Los títulos fuertes de agosto no son los únicos para el cine argentino. Hay bastante expectativa, por ejemplo, con lo que pueda ocurrir muy pronto (se estrena el 17 de este mes) con Natacha, la película, de Eduardo Pinto y Fernanda Ribeiz, que lleva al cine por primera vez al personaje central de los celebrados y muy exitosos libros infantiles de Luis Pescetti. El 31 se lanza No llores por mí, Inglaterra, comedia delirante dirigida por Néstor Montalbano (Pájaros volando), con Diego Capusotto y Mike Amigorena . El 5 de julio llega Re loca, el regreso al cine de Natalia Oreiro junto a Diego Torres y la dirección de Martino Zaidelis, habitual colaborador de Juan José Campanella.
Y en septiembre les toca a Sangre blanca, de Barbara Sarasola-Day, con Eva de Dominici y Alejandro Awada (el 6), y Acusada, thriller de Gonzalo Tobal, con Lali Espósito, Leonardo Sbaraglia y Gael García Bernal (el 13). El año fuerte del cine argentino se cierra el 4 de octubre con El potro, biografía del cantante Rodrigo dirigida por Lorena Muñoz (Gilda) ¿Alcanzará para conquistar la taquilla perdida?
El cine argentino más visto
Las cuatro películas más taquilleras de la producción nacional en lo que va de 2018
1. PERDIDA
Dirigida por Alejandro Montiel, con Luisana Lopilato. Lleva 187.825 entradas vendidas.
2. LA REINA DEL MIEDO
Dirigida y protagonizada por Valeria Bertuccelli, llegó a 115.210 entradas.
3. NO DORMIRÁS
Dirigida por Gustavo Hernández, con Belén Rueda, llegó a 95.714 tickets.
4. LAS GRIETAS DE JARA
Dirigida por Nicolás Gil Lavedra, con Oscar Martínez, sumó 68.746 tickets.
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