El horror de la realidad
El español Juan Antonio Bayona habla de la difícil realización de Lo imposible, la historia de una familia dividida por el tsunami de 2004, que se convirtió en el film más visto de su país
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El 26 de diciembre de 2004, un tsunami sacudió el océano Índico y arrasó distintas zonas de la región de Sumatra, entre ellas, Tailandia, donde olas descomunales destruyeron todo y dejaron miles de muertos, desaparecidos y huérfanos. Una familia española que había celebrado aquella Navidad en Tailandia sobrevivió a la catástrofe natural. Años después, esa historia de supervivencia humana está narrada en la impactante Lo imposible , segunda película del español Juan Antonio Bayona, con Naomi Watts y Ewan McGregor al frente del elenco también integrado por Geraldine Chaplin, Marta Etura y los tres debutantes que interpretan a los hijos del matrimonio: Tom Holland, Oaklee Pendergast y Simon Joslin.
Luego de incursionar en el terror fantástico con El orfanato , Bayona se acerca nuevamente al miedo, pero esta vez desde una historia de la vida real en este film que trepó alto en la taquilla española, después de una seguidilla de premières en festivales internacionales.
En San Sebastián, LA NACION participó en la rueda de prensa en la que presentaron el film Ewan McGregor, Bayona, el guionista Sergio Sánchez, y María Belón, la madre de la familia española (ver recuadro) que sobrevivió a la catástrofe e inspiró la película.
"Tanto El orfanato como Lo imposible se hicieron con el dinero que se necesitaba para hacerlas. Ambas eran películas complicadas, y especialmente Lo imposible . Cuando comenzamos a rodarla, no teníamos idea de cómo hacerla. Pero estábamos convencidos de que la haríamos", dijo Bayona, en San Sebastián, respecto de esta producción de 30 millones de euros. "Es muchísimo dinero para una película española, y muy poco para una producción de este tipo –agregó el director–. Los norteamericanos pueden hacer esta película con el triple de presupuesto. Y esto se traducía en que no era fácil el rodaje. Evidentemente, está bien tener limitaciones, porque si no llega un momento en que no sabes dónde parar. Eso es lo que te lleva a contar las cosas de manera diferente, quizá más creativa."
La primera versión del guión, según contó su autor, Sergio Sánchez, se escribió en español. El 80 por ciento de los diálogos de esa versión, apuntó a su vez Bayona, se decían en inglés, idioma en el que comúnmente hablaban los visitantes en Tailandia. "Evidentemente, el mercado estipula cuál es la realidad –señaló Bayona–. Y la realidad era que no era tan fácil encontrar 30 millones de euros con actores españoles. Además, yo buscaba que esta familia representara un universal de lo que fue vivir esa experiencia. Y tampoco fue una experiencia protagonizada por españoles. Así que optamos por buscar actores en un mercado internacional y no contamos cuál es la nacionalidad de esos personajes. Acordamos con los actores que cada uno conservara su acento. No queríamos hablar de nacionalidades, porque cuando vino la ola y se llevó todo, lo que quedaron fueron personas. Y nosotros queríamos hablar de personas."
Con respecto al elenco encabezado por él y Naomi Watts, hubo un párrafo especial por parte de McGregor ante la prensa acreditada en San Sebastián: "Yo siento que es una película española –subrayó el actor escocés–. Y que representa al cine español en un mercado más amplio, lo cual me parece que es realmente bueno".
Más allá de contar con figuras internacionales en su segundo largo, Bayona supo marcar la diferencia respecto de tantos otros films encuadrados en el cine catástrofe, gestado mayoritariamente en Hollywood. "Evidentemente es una película sobre el tsunami –reflexionó Bayona–. Pero no he pretendido ser aleccionador ni condescendiente. Me propuse mostrar una experiencia que es más emocional que intelectual, porque estos personajes no han tenido tiempo de pararse a pensar. En ese sentido, lo que he querido hacer es transportar al espectador al centro de la acción. Y, de alguna manera, enviarle a casa al final sin darle muchas explicaciones, como le pasó a esta gente en medio de aquel desastre. Recién al final del film hay un propósito de intelectualizar, y que la gente vuelva a casa pensando en los porqués, en la película, y también en sí misma."
En Lo imposible , McGregor da vida a un marido y padre de familia, embarcado en un viaje emocional en medio de la devastadora catástrofe. "Hay ciertos elementos que buscas cuando eliges un trabajo –dijo el actor en San Sebastián–. El primero de ellos es el guión. Y el de Sergio Sánchez estaba excelentemente escrito. Había una sencillez, simplicidad, y una honestidad brutal, que nunca había visto antes. Y luego el director. Había visto El orfanato , que me pareció muy interesante. Así que estaba muy emocionado de trabajar con Bayona. Otro elemento quizá fue la posibilidad de poder interpretar un padre. Llevo 16 años como tal, pero nunca he explorado ese aspecto de la vida en mi trabajo. Por lo tanto, aunque en una situación muy extrema, fue una exploración de lo que significa ser padre, y ese amor tan singular y ese vínculo tan fuerte que tienes con tus hijos y tu mujer. Fue muy interesante."
"No analizo si el argumento de un film es más importante que el personaje por interpretar –dijo el actor, de 41 años–. Porque sin los personajes, realmente no tienes un argumento. Creo que hay distintos extremos en cuanto a lo que haces con un personaje. Éste quizás está más cercano a mí que otros. De todos modos, yo sigo las historias, los guiones que me llegan, eso es lo principal. Si no tienes una buena historia, y un buen vínculo con ella, no vas a llegar a hacer un buen trabajo. Tengo pocas películas hollywoodenses. Casi todas las que hice son independientes. Y son las historias lo que me mueven a hacer las películas."
Verdaderos protagonistas de un drama humano
La familia real de la historia colaboró con la película Juan Antonio Bayona y su equipo mantuvieron largas charlas con la familia Álvarez-Belón, verdadera protagonista de la historia de supervivencia que cuenta Lo imposible . La colaboración fue absoluta, especialmente por parte de María Belón, esposa y madre de tres niños, que acompañó la presentación del film en el Festival de San Sebastián. Allí, la mujer revivió distintos aspectos de su experiencia: “Corporalmente –dijo– yo volví con un aprendizaje difícil de explicar con palabras, y es que la vida es esto: un tsunami tras otro. Algunos son un poquito más duros, otros menos. Algunos tenemos mucha suerte. Y pudimos volver para contarlo. Creo que si alguien te lo pide, es lo mínimo que puedes hacer. Sólo sé que esta historia fue dada a una gente que la vibraba con una emoción y respeto brutal. Nosotros simplemente estuvimos ahí, salimos, e hicimos lo que pudimos en medio del desastre, como todo el mundo. Y eso es lo que hacemos en la vida. Ocurre que, a veces intelectualizamos, decimos: «No voy a poder con esto», y de repente la fuerza sale. De eso habla esta película”.