El hombre de al lado, la gran sorpresa
La película de Cohn-Duprat recibió seis de los más importantes premios de la Academia de Cine local
Anteayer, como ya es tradición hace cinco años, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina entregó sus veinte premios Sur a la producción cinematográfica argentina y extranjera, en esta oportunidad la estrenada en 2010. Si bien todo hacía presuponer que Carancho, de Pablo Trapero, sería la gran estrella de la noche, dado que esa misma película fue recientemente seleccionada como propuesta argentina para las ternas de los premios Oscar como mejor película no hablada en inglés, El hombre de al lado, que ya había sido seleccionada para los Goya (en ambos casos por la misma entidad), terminó llevándose los mejores premios.
"Estamos aquí para celebrar nuestras diferencias", anticipó en su discurso Juan José Campanella, autor de El secreto de sus ojos, film ganador del Oscar este mismo año, pero estrenado en 2009, actual presidente de la entidad. Si bien no se informó sobre cuántos de los socios votaron, se supo que fueron muchos más de los que lo hicieron para las películas a competir por los premios de las entidades colegas de Estados Unidos y de España, y en materia de votos cualquier resultado es posible.
La película dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn –una obra conceptualmente muy diferente pero en todo caso tan valiosa como Carancho, que hizo un inesperado "sapo"– se llevó en total 6 zootropos, es decir, más de la mitad de los nueve a los que había sido candidateada.
Ante la platea del Espacio Incaa-Gaumont a medio llenar, pero con una nutrida presencia de la mayoría de los candidatos (eso sí, ninguno de los más reconocibles de la película de Trapero, que estaba fuera del país), Campanella sintetizó el derrotero de la entidad que ahora preside y pasó de inmediato el micrófono a Ronnie Arias, quien hizo lo imposible por dar humor y velocidad a un tipo de premiación que aquí y en todo el mundo, por su propia naturaleza, suele caracterizarse por el denominador común de la monotonía. Tras un breve y ocurrente sketch, no obstante algo improvisado, protagonizado por Daniel Rabinovich y Marcos Mundstock, el maestro de ceremonias dio pasó a los premiados.
El hombre de al lado conquistó los premios a mejor película y director, mejor guión original, de Andrés Duprat, mejor actuación masculina y mejor actor de reparto, estos dos últimos ambos para Daniel Aráoz, quien emocionadísimo dijo que era la primera vez que era premiado, sin sospechar que a los pocos minutos lo sería una vez más. La película también consiguió el premio a mejor música original, en este caso para Sergio Pángaro.
Distinciones equilibradas
Por su parte, El mural, de Héctor Olivera, acerca de la gestación de Ejercicio plástico, de David Alfaro Siqueiros y su relación con el director del matutino Crítica, se alzó con un total de cinco premios, entre ellos los destinados a mejor dirección de arte, de Emilio Basaldúa, quien también subió a recibir el dedicado a vestuario para Graciela Galán, ausente con aviso. Además se llevó los lauros a mejor montaje, para Marcela Sáenz; fotografía, para Félix Monti, y maquillaje, para Beatuska Stanislav.
Igualita a mí, por su parte, se llevó las distinciones a mejor actriz de reparto para Claudia Fontán, y sonido, para José Luis Díaz, mientras que Sin retorno, de Miguel Cohan fue la mejor ópera prima y además se llevó el zootropo a mejor actor de reparto para Martín Slipak. Un fueguito, la historia de César Milstein, de Ana Fraile, se consagró como mejor documental, en tanto que el recordado Roberto Fontanarrosa y Rodrigo Grande se impusieron en la categoría guión adaptado por Cuestión de principios, que dirigió el segundo.
Los premios a mejor actuación y a revelación femenina, muy merecidos, fueron para Erica Rivas, por su labor en Por tu culpa, de Anahí Berneri, y para Julieta Zylberberg, por La mirada invisible, de Diego Lerman, respectivamente. El lauro a la película extranjera recayó en La cinta blanca, de Michael Haneke, que recibió su distribuidor, Carlos Zumbo.
Un detalle: al subir a escena Graciela Borges para entregar uno de los premios finales, subrayó la notoria ausencia de Raúl de la Torre entre los recordados en el "In Memóriam". Como se recordará, De la Torre fue el director de obras como Juan Lamaglia y señora o El infierno tan temido, entre otras, de las que la actriz fue figura central.
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