El esplendor del mundo, manifestado en el mar
Laura Citarella habla de su ópera prima Ostende, de la posible construcción del polo audiovisual y del lugar del Bafici para los directores
Llegó el momento tan esperado por Laura Citarella. Luego de su estreno en el Bafici 2001 y de un exitoso paso por festivales internacionales –Londres, Roma, Viena, Munich, Sanfic (Chile), Toulouse, Villla de Leyva (Colombia)–, se estrenó su ópera prima, Ostende, una película sugerente e intrigante que reflexiona sobre la construcción ficcional y cuenta con el beneficio de una notable actuación de su protagonista, Laura Paredes. El largometraje se exhibe los sábados de este mes, a las 22 en el Malba, Figueroa Alcorta 3415. "Es una película sobre la construcción de la ficción –remarca Citarella–. Quizá sobre la construcción y deconstrucción de la ficción. El film se encarga de construirla y desarmarla, quedándose finalmente con el mundo que se manifiesta en todo su esplendor mediante el mar."
Ostende es otro trabajo de la productora independiente El Pampero, la misma que estuvo detrás de dos excelentes películas, Historias extraordinarias, de Mariano Llinás, y Castro, de Alejo Moguillansky. Citarella, Llinás, Moguillansky y Agustín Mendilaharzu, responsable de la bellísima fotografía de Ostende, son los socios de esa productora. "Hacemos trabajos audiovisuales y con eso sostenemos esa estructura que después trabaja por menos plata en las películas –explica Citarella–. Para hacer películas necesitamos algún ingreso. No le pedimos plata a las películas, no pretendemos que sean redituables. Muchos piensan que estamos locos por eso."
–El gobierno nacional acaba de anunciar la creación de un polo audiovisual. ¿Qué opinión tenés, como productora independiente?
–La idea de que exista un polo audiovisual y de que se fomente una potencial industria quizá sea buena para generar puestos de trabajo, entre otras supuestas mejoras en términos económicos. Pero eso no resuelve el problema que nos preocupa. Las películas de presupuestos más pequeños siguen sin un espacio o una reglamentación justa. Con los concursos federales, los dejan tranquilos a un montón de directores de cine que por algún motivo no están recibiendo subsidios para realizar sus películas y sí para realizar series de televisión. Y llevar el tope del subsidio de 3,5 millones a 5,5 sólo sirve para la misma gente que filma a gran escala. El problema del cine independiente y del lugar que el Incaa les da a los realizadores de películas más pequeñas sigue existiendo y no parece que fuera resolverse a corto plazo.
–¿Cómo evaluás a la distancia la experiencia del estreno en el Bafici?
–Hay algo de la fuerza con la que el Bafici apoyó a las películas argentinas que se fue perdiendo. Y la crítica también entró en ese clima. Antes, los directores elegían estrenar sus películas en el exterior, pero hoy muchos deciden estrenar en el Bafici y se encuentran con una recepción tibia, inestable. No digo que haya que festejar todo lo que se estrena, pero hay una hostilidad inexplicable con las películas argentinas. Ostende empezó a brillar luego de ponerse a prueba en otros lugares. La de Munich, por ejemplo, fue una gran experiencia. El público alemán me sorprendió muchísimo, para bien. Me interpelaron y me preguntaron cosas muy concretas sobre la película. Fue un caso destacable porque muchas veces los europeos esperan del cine latinoamericano la descripción de la miseria, de la crisis, de la dictadura. En alguna ocasión llegaron a preguntarme si el personaje que hace mi padre en la película es un ex militar. Muchas veces nos miran como hallazgos antropológicos y esperan que hagamos películas sobre lo mal que vivimos. Por suerte, algunos resistimos a las expectativas y seguimos haciendo películas donde, en todo caso, usamos al mundo para inventar la mejor ficción posible.
El arma secreta de la película
Laura Paredes se luce aquí y en otros proyectos para cine
Una de las fortalezas de Ostende es la actuación de Laura Paredes. Actriz de vasta trayectoria en el teatro independiente, Paredes compone un personaje entrañable, curioso y delicado que ilumina toda la historia. "Fue una tarea minuciosa –dice–. A través del personaje debía pasar la intriga de la película, y aquello que espiaba tenía que convertirse en una trama de ficción en su propia cabeza y, por supuesto, en la del espectador. Tuve que moverme en un registro de actuación muy sutil que a su vez no debía perder liviandad ni cierto sentido del humor. Trabajamos con mucha conciencia de eso, nos encariñamos con la manera de observar del personaje, que tiene bastante de Laura (Citarella) y mío, me parece". El resto del elenco de Ostende lo completan Julián Tello, Santiago Gobernori, Débora Dejtiar, Julio Citarella (papá de la directora y actor a la carta), Fernanda Alarcón, Agustina Liendo.
Los que sepan disfrutar de la actuación de Paredes en Ostende pueden acercarse a verla actualmente en 4D Óptico, una muy buena obra de Javier Daulte que tiene funciones los sábados, a las 23 en el teatro El Cubo (Zelaya 3053).
La actriz trabaja por estos días en el rodaje de La Flor, una monumental película (por extensión y ambiciones) de Mariano Llinás, y prepara el cuarto trabajo del grupo Piel de Lava –que completan Elisa Carricajo, Valeria Correa y Pilar Gamboa–, por estrenarse en 2013.
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