Los protagonistas de la película zombi de Zack Snyder cuentan cómo fue sumergirse en esta aventura, que estrena hoy Netflix
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Llega hoy a Netflix, El ejército de los muertos, la nueva película de Zack Snyder. En este film, Dave Bautista interpreta a Scott Ward, un soldado retirado a quien le ofrecen concretar un robo millonario en Las Vegas. El tema es que ahora la ciudad del pecado está plagada de zombis. Sin dudarlo demasiado, el protagonista se prepara para dar el ambicioso golpe y reúne a un equipo del que formarán parte María Cruz (Ana de la Reguera), una experta en combate, y también su propia hija, Kate Ward (Ella Purnell). A raíz de este estreno, LA NACION habló con sus tres protagonistas, quienes contaron cómo fue la exigente filmación.
-¿Cómo fue la experiencia de trabajar junto a Snyder?
Ella Purnell: -Cuando conocí a Zack, me gustó su energía, su pasión y que era alguien divertido pero relajado. Me interesaba mucho trabajar en este proyecto y recuerdo que en una primera reunión, me contó que Dave sería el protagonista. Entonces pude leer la versión final del guion, tuve mi audición y fui elegida. Me atraía mucho la posibilidad de trabajar con Zack, es muy talentoso, muy orgánico, y tiene una forma de conectar muy especial con todos los que trabajan junto a él. Es un director que mantiene a su equipo muy unido.
Ana de la Reguera: -Me acuerdo que cuando grabábamos, llegábamos al set y ensayábamos la escena. Zack estaba súper tranquilo, no es alguien que se tome muy en serio a sí mismo, eso es bueno. Yo sentía que era parte de nosotros, no lo veía como a un director y me olvidaba por completo que era Zack Snyder. Él era el más sencillo de todos, su cámara era un personaje más. Fue un gusto trabajar así.
-En la realización de El ejército de los muertos, Snyder comentó que hubo pocos efectos digitales en comparación a otros films similares de Hollywood, y por ese motivo hubo que poner mucho el cuerpo, ¿cómo fue trabajar en un film de acción de vieja escuela?
Dave Bautista: -Fue excelente, yo prefiero ese sistema. Es extraño referirse a eso como vieja escuela, ya que eso implica que es algo en desuso, pero cuando ves todo lo que hay en pantalla, la conexión es distinta. A mí me gusta mucho hacer mis escenas de riesgo, eso le permite al público involucrarse de otro modo con mi personaje. La gente puede ver el dolor en mi cara y eso es difícil de lograr cuando estás rodeado de cosas creadas por computadora. Trabajar de este modo no es más difícil porque simplemente así deberían ser las cosas. Cuando tenés a un montón de zombis persiguiéndote y no tenés que imaginártelos en una pantalla verde, es más fácil sumergirte en ese mundo. Acá hay cosas reales y yo tengo que reaccionar frente a eso, entonces pienso que como actor, este método es mejor.
Purnell: -Creo que el principal reto fue desde el punto de vista físico, los días de rodaje eran muy largos, había jornadas en las que terminábamos muy cansados. Encima en donde grabamos, el calor era agobiante, pero Dave y Zack hacían un muy buen trabajo reuniendo a sus tropas y alentándonos a trabajar, nos levantaban la moral. Ellos son líderes fantásticos, muy amables y sensibles, y todos íbamos a trabajar con mucho entusiasmo.
De la Reguera: -Fue increíble y Zack también puso mucho el cuerpo. Él operaba la cámara e incluso hacía la fotografía. Muchas veces, el director está sentado viendo su monitor, pero Zack estaba a la par nuestro, eso fue increíble de ver.
-Dave Bautista, si pudieras trazar un árbol genealógico con personajes de acción del pasado, ¿quiénes serían los abuelos de Scott Ward?
Bautista: -Creo que Arnold Schwarzenegger, pero no en Terminator porque de esa película me parece que en realidad Sarah Connor sería la abuela de Scott. Sí te diría Schwarzenegger, pero en Comando. También pensaría en el personaje de Sigourney Weaver de Alien.
-¿Qué fue lo que más disfrutaron de la filmación de El ejército de los muertos?
Purnell: -La escena que más disfruté es una en la que me escondo de un ejército de zombis, donde hay como trescientos dobles maquillados detrás mío, eso fue asombroso. Ver esa cantidad de personas buscándome fue terrorífico, pero lo disfruté. En general, me entusiasmó la posibilidad de hacer algo distinto, nunca había hecho una película de acción, mucho menos una de zombis y fue excitante.
Bautista: -Hay muchas cosas que disfruté, pero si tuviera que elegir algo, creo que no me incluiría [risas]. Vi muchas interacciones que me encantaron, pero lo mejor fue ver juntos a Omari Hardwick y Matthias Schweighöfer, que interpretan a Vanderohe y Dieter. Ellos me encantaron y sus personajes son tan opuestos, que cuando se juntan sucede algo mágico. La verdad es que me gustaría mucho ver una película solo con ellos dos.
De la Reguera: -¡A mí lo que más me gustó fue matar zombis! Los extras eran tan buenos, que yo simulaba dispararles y por el modo en el que caían, sentía que había hecho algo espectacular. En realidad, ellos hicieron nuestro trabajo. Todo era como un parque de diversiones, nunca había formado parte de una producción tan grande.
-Bautista, tu personaje lleva siempre sus anteojos y en momentos muy puntuales necesita utilizarlos. Entendí que a pesar de ser un hombre imponente, ese detalle era como un símbolo de su fragilidad, ¿esto fue pensado así?
Bautista: -Absolutamente. Yo me detengo bastante en esos detalles porque muchas veces mi físico puede ser una distracción en la construcción del personaje y si bien yo quiero que mi presencia física esté presente, no quiero que distraiga. Entonces intento sugerir la fragilidad de maneras sutiles, creo que eso humaniza y permite que la gente pueda empatizar. No me interesa interpretar a un tipo invencible, así es difícil generar una conexión. Al público le atrae más la gente vulnerable, que intenta superarse a sí misma. Y eso lo entendí en la lucha libre profesional, ahí no era fácil que el público me aplaudiera porque me veían gigante, musculoso, y entonces les era difícil conectar conmigo.
-Scott Ward tiene momentos muy emocionales y es mucho más que un héroe de acción tradicional, ¿lo preparaste de un modo distinto a otros de tus personajes?
Bautista: -Puede que esta no sea una respuesta muy interesante, pero yo no preparo demasiado mis personajes (risas). Me gusta vivir el momento, desde luego que soy profesional y aprendo mis diálogos, pero me gusta ser flexible, construir química con mis compañeros y ser permeable a lo que me puedan sugerir. En una de mis primeras películas, un actor muy experimentado me dijo que si preparaba todo demasiado iba a terminar aferrándome a una sola forma de interpretar una escena o un personaje y eso no me gusta. Desde lo físico es distinto, me gusta estar en forma, siempre hago ejercicio y quizá si es una película tipo Marvel trabajo especialmente la musculatura, pero más allá de eso, no me gusta prepararme tanto para mis roles.
-Ustedes dos tienen dos escenas muy impactantes junto a Bautista, ¿cómo las trabajaron?
De la Reguera: -La primera escena que hicimos es cuando él viene a reclutarme, ese día lo conocí e hicimos clic inmediatamente. Dave y yo pasamos mucho tiempo juntos, nos hicimos muy amigos durante la filmación, tuvimos tiempo para charlar y hablamos sobre la relación de estos dos personajes. Cuando filmé esa escena tan importante, que fue casualmente en mi último día de grabación, recuerdo que estaba muy emocionada. Yo había desarrollado sentimientos muy reales con él porque veníamos trabajando desde hacía cuatro meses, y ahí yo me despedía de Dave y de la película.
Purnell: -La verdad es que para esa escena no hablé tanto con Dave. Me gustaba pasar tiempo sola y escuchar música a tono con los sentimientos que debían atravesar en ese momento. En parte sufrí porque tuve que ponerme emocionalmente en una situación muy oscura y así lograr la intensidad que la escena requería. Entonces cuando gritaron “¡acción!”, me focalicé y lo cierto es que pudimos conectar muy bien. Cuando terminó ese día, recuerdo que ambos nos felicitamos por el trabajo realizado.
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