Coronavirus: postergan el estreno de la película de James Bond hasta noviembre
Tuvieron que postergarse rodajes y estrenos; las salas chinas están cerradas y se analiza el futuro de algunos festivales
LA NACIONMarcelo Stiletano
El mundo del entretenimiento es una de las víctimas más fuertes del avance global del coronavirus. Al originarse en China, que hoy disputa con los Estados Unidos la condición de país líder en esta materia, el impacto de la epidemia se elevó de manera exponencial. Tan duras resultaron las medidas adoptadas por el gobierno chino para impedir la propagación del virus y tan contundentes resultaron sus efectos en la industria del entretenimiento de ese país que las consecuencias planetarias tienen muchísimo que ver con lo ocurrido en el gigante asiático. Por eso, hoy, los analistas más rigurosos del mercado estiman en unos 5000 millones de dólares la cifra de pérdidas globales provocadas por la extensión de la enfermedad. La mitad de ese número corresponde a China, pero con el paso de los días y el recorrido del virus, Europa y los Estados Unidos comienzan a sufrir las consecuencias del parate global y el panorama es definido como "impredecible".
Esta tarde, la productora Barbara Broccoli confirmó que Sin tiempo para morir, la película número 25 de James Bond, y la última protagonizada por Daniel Craig, retrasará su estreno hasta noviembre próximo –la fecha de estreno en la Argentina era el 9 de abril–, citando la consideración del mercado cinematográfico mundial en su decisión. No Time To Die se estrenará el 12 de noviembre en el Reino Unido y el 25 de ese mes en el resto del mundo. Las películas de Bond perciben una porción significativa de sus ganancias en los mercados internacionales. La última entrega de la serie, Spectre, recaudó más de 679 millones de dólares en el extranjero en 2015, de los cuales 84 millones provinieron de China.
La preocupación por el virus y el estreno inminente de la cinta venía gestándose desde hace varios días. Los planes de promoción en China, Japón y Corea del Sur ya se habían cancelado. Y el lunes, el popular sitio de fans de James Bond MI6-HQ publicó una carta abierta dirigida a los productores en la que los exhortaba a postergar el estreno. "Es hora de poner la salud pública por encima de las agendas publicitarias de estreno y el costo de cancelar eventos publicitarios", decía la misiva.
A los cierres generalizados de salas en China, Corea del Sur (donde la recaudación cayó el 80 por ciento interanual), Japón (la tercera plaza mundial en términos de taquilla), Italia (donde se postergó el rodaje de Misión: imposible 7) y Francia (la realización del festival de Cannes, en mayo próximo, comienza a ponerse en discusión y se suspendió MipTV, la feria televisiva más importante del calendario internacional), se sumó esta mañana la cancelación del lanzamiento de la plataforma de streaming Disney + en Londres, uno de los acontecimientos del año en ese mercado, que se realizará el próximo martes 24 sin ninguna fanfarria mediática en toda Europa. El festival francés Series Mania, por el contrario, a realizarse en Lille, entre el 20 y 28 de este mes, avanzará con su realización con el visto bueno del gobierno de ese país, que prohibió este fin de semana las reuniones de más de 5000 personas en espacios cerrados.
En los Estados Unidos, el festival indie de cine, series y música SXSW, que se realiza en Austin, Texas cada año, ya comenzó a recibir cancelaciones: Amazon Studios retiró a sus estrellas del festival por miedo a los contagios. También se suspendieron las giras globales de artistas como Avril Lavigne, Green Day y los conciertos del megagrupo de k-pop BTS en su país natal, Corea.
Los estudios de Hollywood temen el impacto que pueda tener los cierres de salas y las cuarentenas en la performance de superproducciones alrededor del mundo. Films como Black Widow, de Marvel, centrado en el personaje de Scarlett Johansson y la novena entrega de la saga Rápido y furioso, tienen programado su estreno en mayo, pero especialmente riesgoso es el destino de Mulan, la versión con actores de la película de Disney que costó 200 millones de dólares y tiene como principal objetivo al público chino, que se prevee que a fines de este mes aún enfrentará los cierres de salas en buena parte de ese país.
Las repercusiones son enormes y todos los días aparece una novedad cada vez que se habla de restricciones y limitaciones de movimientos que involucran a la industria del entretenimiento. Como hay que evitar reuniones masivas para impedir el contagio, lo primero que se cierran son los cines. Así ocurrió con las 70.000 salas de cine chinas cuando estalló la crisis y así también viene ocurriendo en varias regiones italianas en los últimos días. En Lombardía, Véneto, Piamonte, Liguria, Emilia Romagna y Friuli Venezia Giulia las funciones de cine fueron canceladas en un 100 por ciento. Esto quiere decir que no hay proyecciones en las ciudades más importantes (Turín, Milán, Venecia) de la península, con la excepción de Roma y Nápoles, al menos hasta la próxima semana. Los cines cerrados suman la mitad de todas las pantallas disponibles en Italia.
A la consiguiente postergación de los estrenos se agrega otro daño colateral: los productores de Misión imposible 7 postergaron sin fecha el rodaje previsto de parte de ese film protagonizado por Tom Cruise, que iba a instalarse durante tres semanas en Venecia junto con el equipo de producción.
Los medios más importantes de Hollywood, en tanto, dan cuenta de los planes de contingencia que la capital del entretenimiento mundial evalúa mientras observa la evolución del coronavirus y su extensión a lo largo y a lo ancho del planeta. Variety contó en las últimas horas que las compañías más poderosas del sector (incluyendo a los grandes estudios y productoras) limitaron al máximo todos los viajes de trabajo previstos para los próximos días y semanas hacia China, Corea del Sur, Japón e Italia, hasta aquí los lugares más expuestos.
También anticipó Variety que la mayoría de los estudios constituyó comités preventivos integrados por ejecutivos de producción, marketing, finanzas y recursos humanos para anticiparse a cualquier eventual situación de crisis. Los estudios ya saben que estos cambios forzados determinarán pérdidas multimillonarias y ya están manejando esas contingencias. Todos prevén que entrará mucho menos dinero al reducirse las funciones y la cantidad de tickets vendidos en mercados muy fuertes como los del Lejano Oriente. Y el ejemplo más claro es la versión de Mulan con actores de carne y hueso que Disney prevé estrenar a fines de marzo. La película costó unos 200 millones y buena parte de ese dinero podría recuperarse en el mercado chino, lo que hoy se convierte en un gran signo de interrogación.
Un diagnóstico certero de lo que ocurrirá en los próximos meses se tendrá justamente a fines de marzo cuando los principales ejecutivos del sector vuelvan a verse en Las Vegas para CinemaCon. Ya se sabe que las compañías chinas no participarán del encuentro, pero los principales actores del mercado occidental sí estarán. Allí se sabrá si los planes originales de estrenos, lanzamientos y campañas de marketing fijadas con mucha anticipación por los principales estudios tendrán que ser modificadas a la fuerza. Por lo pronto hay confianza de que a partir de mayo la cosa empiece a revertirse, cuando están previstos lanzamientos tan fuertes como Viuda negra (la superheroína de Marvel interpretada por Scarlett Johansson que forma parte del elenco de Avengers), Rápidos y Furiosos 9, Mujer maravilla 1984 y la nueva película de los Minions, entre otros tanques que Hollywood prepara anticipándose a su temporada más fuerte.
Lo mismo podría ocurrir con los grandes festivales internacionales de seguir la situación como hasta ahora en Europa, con riesgos ciertos de empeoramiento para las próximas semanas. Los festivales que inauguraron el año cinematográfico (Rotterdam, Berlín) se desarrollaron con casi total normalidad, más allá de la ausencia en la Berlinale de algunas delegaciones chinas. Pero en el horizonte aparece Cannes, que a fines de mayo congrega al mundo cinematográfico alrededor de la muestra más importante del año. El primer caso positivo en Cannes se conoció oficialmente el viernes pasado.
De todas maneras, advirtieron al mismo tiempo que es demasiado prematuro tomar decisiones. "Dependiendo de la situación se tomarán las medidas necesarias para preservar la salud de los asistentes e invitados", señaló el comunicado oficial del festival, que igualmente sigue con los preparativos normales del festival 2020.
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