El amor, antes del atardecer
"Antes del atardecer" ("Before Sunset", Estados Unidos/2004). Dirección: Richard Linklater. Con Ethan Hawke y Julie Delpy. Guión: Richard Linklater, Julie Delpy y Ethan Hawke. Fotografía: Lee Daniel. Edición: Sandra Adair. Producción hablada en inglés con subtítulos en castellano presentada por Warner Bros. Duración: 80 minutos. Para mayores de 13 años.
Para muchos jóvenes (y no tan jóvenes), "Antes del amanecer" se convirtió, desde su estreno, en 1995, en una película referencial que marcó a una generación. A nueve años de aquel encuentro casual entre el estadounidense Jesse (Ethan Hawke) y la francesa Celine (Julie Delpy), que terminaron compartiendo toda una noche mientras recorrían Viena charlando sobre los más diversos conflictos existencialistas, el talentoso director Richard Linklater -ahora, con los dos actores participando activamente en la escritura del guión- decidió reunirlos. El resultado de semejante apuesta no pudo ser mejor: el trío no sólo superó los desafíos que supone el paso del tiempo sin traicionar a los personajes (los protagonistas ya abandonaron cierta inocencia de los veinteañeros para ingresar de lleno en las contradicciones de aquellos que ya están en los "treinta y pico"), sino que además consiguieron un segundo episodio todavía más visceral, emotivo y romántico.
En las calles de París
Rodada en apenas quince días, casi íntegramente en las calles de París y casi sin apelar a otros personajes que el dúo protagónico, "Antes del atardecer" es una pequeña obra maestra por su carga emocional, por la inteligencia de sus diálogos, por su erotismo contenido y por su humor, pero también por su audacia formal, ya que Linklater concibió la proeza narrativa de filmar en tiempo real; es decir, contar en 80 minutos de película 80 minutos (banales y a la vez decisivos, fundamentales) en las vidas de Jesse y Celine.
Aspectos de la trama
No conviene develar demasiados aspectos de la "trama", simplemente el comienzo: él está casado y tiene un hijo de cuatro años y ha escrito un exitoso libro (inspirado en aquella experiencia en Viena), mientras que ella canta, trabaja en una organización ecologista y no ha tenido demasiada suerte en el amor. El azar -toda la secuela es un ensayo sobre el azar- ha querido que ambos no se encontraran en Viena (tal como se habían prometido) ni en Nueva York (donde coincidieron por un tiempo), pero ella se entera de que él está presentando su novela en una librería y decide ir a buscarlo. Allí arranca este nuevo capítulo en sus vidas, que incluye confesiones íntimas y descarnadas, pasajes de gran emoción y nostalgia, con las calles, los bares, los parques de París y hasta un viaje en barco por el Sena como marco ideal. El final -que incluye un homenaje a la gran Nina Simone- quedará, al igual que esta pareja, en la historia grande del género romántico.
Con un notable trabajo de fotografía y cámara de Lee Daniel -habitual colaborador de Linklater- en cada uno de los largos planos-secuencia, "Antes del atardecer" se apropia de la ciudad con la desfachatez, el amor, la libertad y la naturalidad con que los pioneros de la nouvelle vague lo hicieron a fines de los años 50.
Es probable que aquellos que no hayan visto el film original se pierdan múltiples referencias y hasta buena parte del encanto, pero en tiempos en los que el cine bombardea con tantas secuelas artificiales e innecesarias este postergado reencuentro con Jesse y Celine surge como una suerte de justicia poética, una merecida reivindicación para una pareja entrañable.
Así como François Truffaut -de cuya muerte justo hoy se cumplen veinte años- rodó a lo largo de dos décadas la saga del personaje de Antoine Doinel siempre con el rostro de Jean-Pierre Léaud como aliado, quienes siguen de cerca el derrotero de Jesse y Celine esperarán con ansiedad descubrir qué pasará con ellos (o entre ellos) cuando cumplan los 40.
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