Edward Norton, un villano ecológicamente correcto
El actor adelantó su nuevo film y pidió por el medio ambiente
RIO DE JANEIRO.- En medio de sus buenas acciones por la preservación del planeta, al actor Edward Norton le gusta hacer de malo en las películas, como en la próxima El legado de Bourne , cuarta entrega de la saga que tiene como eje al agente Jason Bourne.
"Me gustan los personajes malvados pero que tienen una manera muy persuasiva de hallar razones para las cosas que hacen, que construyen una lógica excusándose a ellos mismos. Me atraen esas paradojas emocionales, no los personajes caricaturescos", señaló a La Nacion Norton durante una entrevista para promocionar El legado de Bourne , película en la que encarna a un alto funcionario de la CIA encargado de desmantelar -a balazos- la operación secreta de asesinos de la que formaba parte Bourne.
Sin embargo, en este nuevo thriller dirigido por Tony Gilroy, Bourne, célebremente interpretado en el pasado por Matt Damon, no aparece. En su lugar hay otro agente descarrilado, Aaron Cross, personificado por Jeremy Renner.
"No hay héroes y villanos claros; todos los personajes tienen algo de ambos, incluso Cross", comentó Norton, quien vino a Río de Janeiro para participar también de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20, que comenzó ayer.
"Me interesaba mucho trabajar con Tony Gilroy porque sus películas exploran la influencia y el control que tienen las grandes corporaciones en nuestras vidas. Me gustan los directores que llaman la atención sobre un tema y lo revisitan desde varios ángulos. Me pareció que expandió esta novela de espías para hacerla una exploración sobre ideas más profundas", apuntó el actor de 42 años, que es un apasionado activista por el medio ambiente.
El embajador
Por su intensa labor internacional, en 2010, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, nombró a Norton embajador de buena voluntad para temas de biodiversidad. En ese rol fue que vino a la Cidade Maravilhosa para integrar un par de paneles sobre el fomento del capital natural y la lucha contra la deforestación.
"Estamos asistiendo a una transición desde los primeros años del movimiento ecologista hacia una concepción del siglo XXI, pasando de la defensa del intrínseco valor de la naturaleza a un nivel emocional, hacia un mayor entendimiento de los papeles que el ecosistema y la biodiversidad juegan en nuestra estructura económica", explicó.
Su interés por el medio ambiente lo heredó de su padre, un abogado especializado en temas ecologistas, que trabajaba para la organización ambientalista The Nature Conservancy. Norton defiende, como pretende Río+20, que haya una mayor integración entre la defensa del medio ambiente, las necesidades de crecimiento económico y la reducción de las desigualdades sociales.
"Estos grandes procesos multinacionales exigen una cierta paciencia, no son de lo más eficiente, pero es importante escuchar a todos. Aunque todos queremos que esas ideas se vuelvan acciones concretas, no hay que menospreciar la importancia que tienen estas grandes conferencias, porque de esta manera la comunidad global puede poner más presión sobre sus líderes para que ciertos acuerdos se vuelvan medidas concretas para implementar", subrayó Norton, quien acaba de terminar de escribir la adaptación para cine de la novela Motherless Brooklyn , de Jonathan Lethem, y espera dirigirla el próximo año.
LA CUARTA PARA BOURNE
La saga continúa con otro nombre. Para el 23 de agosto próximo se aguarda en la Argentina el estreno de El legado de Bourne , la cuarta película ligada al personaje surgido de las exitosas novelas de Robert Ludlum y la primera sin Matt Damon en el papel protagónico. Será la ocasión de reencontrarnos con Edward Norton como el villano de turno y, por sobre todo, la oportunidad de ver cómo Jeremy Renner -uno de los actores más requeridos del momento en Hollywood- recrea con otro nombre las andanzas del agente amnésico.
Aunque Renner interpreta a otro agente, llamado Aaron Cross, las situaciones límite que enfrenta y a las que se expone están -según se anticipa- estrechamente ligadas a los hechos protagonizados por Bourne en las tres películas anteriores ( Identidad desconocida , La supremacía de Bourne y Bourne: el ultimátum ). Este cuarto largometraje, que abre una nueva perspectiva para la serie, está dirigido por Tony Gilroy ( Michael Clayton , Duplicidad ), responsable del guión de la trilogía previa.
Para marcar todavía más la continuidad, reaparecen en El legado de Bourne algunos nombres presentes en los films previos: Joan Allen (Pamela Landy), David Strathairn (Noah Vosen), Albert Finney (Albert Hirsch) y Scott Glenn (Ezra Kramer). Rachel Weisz es la coprotagonista femenina y completan el destacado elenco Stacy Keach, Oscar Isaac y Zeljko Ivanek.
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