Dos hermanas, diferentes y parecidas
Llega la última película de Curtis Hanson, con Cameron Diaz, Toni Colette y Shirley MacLaine
"Más que los géneros, me interesan los personajes y el estilo que mejor les sienta a una película, a sus actores y al mundo que se mueve en el interior de ellos." Lo dice Curtis Hanson, realizador que hasta "Los Angeles al desnudo" (1997) no era visto más que como un prolijo artesano al que Hollywood le confiaba proyectos cinematográficos de suspenso o de terror sin mayor relieve.
A partir de aquel aplaudido film policial que reproducía en forma notable el ambiente de los años 50 en el que la corrupción policial y el crimen organizado se mezclaban con el glamoroso mundo de las estrellas de cine, Hanson inició una etapa en la que comenzó a ser muy considerado por su talento para llevar a la pantalla retratos urbanos de familias disfuncionales y seres necesitados de afecto y comprensión.
En palabras del director, films como "Fin de semana de locos" y "Calle de ilusiones" encuentran un común denominador con su trabajo más reciente, "En sus zapatos" -cuyo estreno local anuncia Fox para el próximo jueves-, en el hecho de que todos ellos muestran personajes en plena búsqueda afectiva y personal, porque todavía no tienen en claro qué harán con sus vidas. "Y al mismo tiempo -sostiene el director- sueñan con fortalecerse a través de lazos familiares o bien añoran los tiempos en que esa conexión existía."
En ese sentido, parece haber más de una semejanza entre el profesor de inglés que encarna Michael Douglas en "Fin de semana de locos" y el rapero interpretado por Eminem en "Calle de ilusiones" con las hermanas Feller, que en la trama de "En sus zapatos" llevan los rostros de Cameron Diaz y Toni Collette, dos de los tres personanjes femeninos del nuevo trabajo de Hanson.
Diaz es Maggie, una rubia desenvuelta y dispuesta a tomar siempre la iniciativa tan inestable en su trabajo como en las relaciones (casi siempre ocasionales) que establece con los hombres. Esa inconstancia la lleva junto a su hermana Rose (Collette), que arrastra un manifiesto estado de frustración afectiva pese a una potencialmente exitosa carrera como abogada, mezcla explosiva que se expresa a través de ansiedades varias y un visible sobrepeso. Los dos temperamentos no tardarán en chocar y, más tarde, se pondrán en juego dentro de una compleja situación de situaciones familiares irresueltas en las que terciará Ella, el personaje que en el film lleva adelante la venerable Shirley MacLaine.
"Me gustaron de entrada los personajes y cada vez que profundizaba en la historia, más me entusiasmaba. Todo eso de las peleas entre personas tan unidas por lazos fraternales, de la idea que cada una de las hermanas tiene de sí mismas, de cómo se ven la una a la otra, de cómo el mundo las observa, de cómo el modo en que cada una se comporta condiciona todo lo que hacen. Hay una suma de cuestiones sintetizadas por el título de la película, que tiene más de un significado", explica Hanson.
Para el director, "En sus zapatos" puede entenderse en un sentido claramente simbólico (ponerse en la piel del otro, querer hacerlo con determinadas ambiciones) o directamente literal, representado en la reacción que Rose expresa ante el hecho de que Maggie, sin avisar, haya tomado uno de sus pares de zapatos más caros para salir en busca de un trabajo incierto.
Pero, al mismo tiempo, el título también sugiere una mirada que, según Hanson, es hoy bastante rara en el cine norteamericano pese a que se trata de una característica que identifica a esa sociedad. "Es -explica el realizador- ni más ni menos que el modo como la gente mira a las generaciones más grandes, a las personas más viejas o, mejor, el modo en que no las ven."
Quien representa ese papel en el film es, por supuesto, Shirley MacLaine, cuyo papel participa en un momento de una suerte de homenaje a uno de los directores más admirados por Hanson, Billy Wilder, una de cuyas más celebradas comedias, "Piso de soltero", le dio en 1960 a MacLaine una nominación al Oscar como mejor actriz de reparto.
"Al final de esa película -dice Hanson- hay una pequeña gran escena en la que Jack Lemmon y Shirley juegan al gin rummy. Eso me dio la idea de mostrarla en un momento de mi película haciendo lo mismo con el personaje de Cameron. Originalmente, en esa escena las dos estaban sentadas en un banco, pero cuando decidí cambiarla, Shirley me dijo: «¡Qué bueno! Están jugando al gin rummy, ¿Cómo se te ocurrió?». Y le dije que había pensado en eso justamente por «Piso de soltero»".
Con las tres actrices, Hanson trató de adaptarse a cada personalidad. Con Diaz trató de aprovechar su instinto y la naturalidad con que la trata la cámara y en el caso de Collette, a quien le pidió que subiera de peso para acentuar los rasgos del personaje, dijo que lo que más le impresionaba era su capacidad para darle envergadura emotiva a la escena menos relevante.
En cuanto a MacLaine, antes del rodaje Hanson admitió que su intención era hacer que entregara una interpretación más sobria y austera que de costumbre. "Su personaje -explica- está abrumado por la culpa y el remordimiento, y por eso debía convencerla para que frenara en parte esa personalidad fuerte y ese talento obvio que desparramó en la pantalla a lo largo de tantos años. Al principio sólo decía que le parecía bien, porque un actor siempre espera una respuesta cuando alguien le pide algo diferente, pero con el tiempo se fue mostrando cada vez más entusiasmada y dejó demostrado, nuevamente, que todavía conserva esa fortaleza que hace de ella una de las estrellas más grandes."
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