Dos chicos audaces
Estos promisorios actores trabajan juntos en Amas de casa desesperadas y en el film Cara de queso , que se estrenará mañana
Se sientan alrededor de una mesa de un bar con cero onda, pero esas cosas no parecen afectarlos. Son Martín Piroyansky y Nahuel Pérez Biscayart, dos de los hijos de unas Amas de casa desesperadas y otros hijos de otros padres en Cara de queso , la película de Ariel Winograd que se estrenará mañana.
Ambos son pichones de Nora Moseinco, especie de madrina de una generación de actores que ahora andan por los veinte años y que se han transformado en figuras recurrentes del cine, la tele y la escena alternativa. Sin ir más lejos, Nahuel -el de pelo enrulado y mirada perdida- en dos años ya participó en seis películas (El aura , Tatuado y Glue , entre otras). En esas aguas, Martín es más novato: debutó hace poco en Socafacama y ahora se viene Cara de queso , mientras filma en Uruguay XXY , la próxima película de Lucía Puenzo.
En teatro, los roles se invierten, ya que Martín tiene más millas acumuladas. Su lugar de pertenencia es el Grupo Sanguíneo, los que hicieron hace unas temporadas Afuera, aquel brillante trabajo. Con ellos, en estos momentos presenta Kuala Lumpur , de Gustavo Tarrío. Nahuel, desde hace más de un año, forma parte del elenco de Los mansos , de Alejandro Tantanian, trabajo por el cual ganó algunos premios.
En la tele, Martín la pegó con Magazine for fai. Por el otro carril , Nahuel ya circuló por Disputas , Sol negro , Sangre fría y siguen las firmas. En ambos, el paso por los talleres de Nora Moseinco dejó sus marcas. Martín lo sintetiza así: "El texto puede decirte que digas tal cosa, y listo. Pero si se me acaba de caer un cascote en la cabeza que todo el mundo vio, entonces lo lamento por el texto, pero yo tengo que hacer algo con ese cascote". Aquellas enseñanzas de Doña Nora dieron sus frutos. Los dos, en cuerdas diferentes, son intérpretes sumamente talentosos, dúctiles y de una enorme paleta compositiva. Reunidos en un bar olvidable, Martín y Nahuel se largan a hablar como si no existiera grabador, periodista ni formalidad alguna.
Del placer en la actuación rescatan cosas distintas. "A mí me gusta todo, pero cuando me pierdo y no sé en qué mierda estoy me agarra como un escalofrío ¡Ah...! ¡Eso es lo más...!", dice Nahuel, y pone esa cara de perdido que lo pierde. Martín pinta más cerebral: "Para mí lo mejor es cuando logro una muy buena comunicación con el director. Si me llevo muy bien con él, estoy a pleno".
Son amigos y se nota que la pasan bien juntos, aunque, aparentemente, son muy distintos. Por lo pronto, los rostros dan para cosas distintas. Para Martín, la cosa clownesca parece estar instalada en su mismo rostro. Nahuel va por un lado más oscuro, de aguas turbias. "Con los ojos que tiene, debe de ser muy consciente de que los mueve para un lado y da miedo", dice Martín.
-¿Es así?
Nahuel: -No.
-Como contrapartida, tu cara, Martín, parece servida para cierto tipo de comicidad.
Nahuel: -En mi caso no es algo consciente.
[Nahuel se quedó pensando en lo suyo, por eso habla de su experiencia. Esto ocurrirá varias veces durante la entrevista porque les gusta ir desmenuzando la cosa de a poco. Siguen ellos]
Martín:
-Mirá vos..., ¿no sos consciente entonces?
Nahuel: -No. ¿Ves? Vos sí lo sos, por eso siempre digo que sos más inteligente que yo. Desde chiquito fue así. Debe de haber algo de la conciencia compositiva que tenés. Yo soy muy tímido y necesito perderme un poco para olvidarme del que me mira. Me hace mierda la gente mirándome, la paso como mal. Los primeros meses de Los mansos fue puro sufrimiento.
Martín: -Yo soy tímido en la vida, pero en un escenario es otra cosa.
Nahuel: -Ahora mucho no me pasa, pero puede suceder que hoy haga la peor función porque no me banqué la mirada.
Martín: -Bueno, eso yo también lo vivo. Básicamente, eso se llama exposición. Tímido en un escenario no podés. Yo también la paso mal, Nahuel. Mirá: si sentís que la gente está viendo una boludez, eso es fatal. Cuando a vos no te gusta lo que hacés y el otro no reacciona, querés que termine ya la cosa. Nosotros estamos alimentados de lo que dice el público, y si ellos no se ríen, está todo mal.
-Pero en lo tuyo es más claro, porque tenés una devolución inmediata.
Nahuel: -La risa es mucho más clara.
-Ahora, los dos tienen películas dando vueltas y están en la tele...
Nahuel: - Pará un poco. Me quedé pensando algo en relación con el público.
[Lo había anticipado. Cuando se enganchan con un tema no paran hasta sentir que lo agotaron. Siguen ellos]
Nahuel: - La manera que tengo de zafar de esa mirada es decirme: "Nahuel, es con tal actor. Nahuel, es con tal actriz". Es lo único. Claro que a veces es más fuerte la mirada y no puedo, no puedo. Te aseguro que no...
Martín: -Eso una enfermedad que te puede jugar en contra. Yo suelo irme a lo clownesco, y cuando más disfruto una función es cuando más clown fui. El tema es cuando vos considerás que estás haciendo bien lo tuyo pero el público no reacciona, eso es la muerte. Yo creo que uno tiene que ser más egoísta al actuar y estar más pendiente de uno.
Nahuel: - Ahora, con Mirta Bogdasarian y Ciro Zorzoli, algunas funciones de Los mansos salen muy graciosas. Yo disfruto ese idea y vuelta con el público. Claro que después es muy difícil entrar en otros territorios. Todavía no lo logro.
-Y cómo juega esa reflexión sobre la mirada en relación con...
Nahuel: -Pará un poco..., ¿qué ibas a decir, Martín?
Duros de domar
Se tienen tanto el tiempo que adivinan cuándo el otro se quedó elucubrando algo. Y como no hay poses en sus interrupciones y sólo un real interés en la reflexión del otro, se dan el tiempo que necesiten de un sábado a la tarde porque parece que no tienen apuros. Siguen ellos.
"Es cierto que cuando te metés en algo más profundo hay que jugarlo un poco solo -apunta Martín-. El tema es transitar por un estado interno que sea de tal intensidad que se lo vea desde afuera. Creo que hay que ser muy verdadero para que eso se perciba."
-Ahora bien. Les interesa mucho el tema del otro, de la mirada. Entonces, ¿qué les pasa con la tele, con algo tan mediatizado?
Nahuel: - Más que de la televisión habría que hablar de la cámara.
-OK, hablemos de la cámara.
Martín: - Yo en la tele intento ser lo más ciego posible y apelar a cuestiones que ya conozco. Pero eso depende de la propuesta.
-¿Y si lo pensamos en relación con Amas de casa desesperadas?
Martín: -Eso es básicamente un drama, no hay humor. Pero más allá de eso, en la tele hay que hacer todo rápido, laburar y ponerse el automático. Uno no es ciento por ciento lo que es en otros ámbitos, uno es más hipócrita.
Nahuel: -Cámara es ausencia de reacción instantánea del público.
[Por el tono y las pausas que usa, lo dice como si hubiera dicho algo que fue masticado hace tiempo].
Martín: -Yo hice muchos programas en los que la dificultad técnica era mucho menor que en Amas de casa..., programa grabado como si fuera cine. Y cuando más pedorro es el programa, la cámara es más libre y todo se parece a una improvisación teatral.
Nahuel: - Mi personaje en Amas de casa... tiene muchas situaciones como reveladoras y hay algo emocional que no aparece. Es redifícil en una fracción de segundo que se haga verdad algo. No sé por qué lo digo, pero me pasaron varias escenas así. Por ejemplo, mi personaje está buscando detergente. De golpe, se encuentra una caja. Abre la caja. Adentro hay un arma. Con esa arma se mató su madre. ¡Todo eso en 30 segundos! Es redifícil...
Martín: - A mí me pasa que cuando estoy grabando y una escena lleva muchas tomas me aburro, me quiero ir a casa. En cine, cuando me dan 20 posibilidades estoy chocho de la vida. Es que la tele es tan efímera que no entiendo para qué hay que hacer algo tantas veces. Por eso me gusta el esquema yanqui de tele que luego pasa al DVD, eso es fantástico. Claro que yo no quisiera alquilar un DVD de Montaña Rusa , sería un desastre. Eso era para verlo día a día y olvidarte.
Carreras en ascenso
Martín Piroyanski
- En teatro: Afuera , del Grupo Sanguíneo; Kuala Lumpur , de Gustavo Tarrío. En televisión: Magazine for fai ; Amas de casa desesperadas . En cine: Sofacama , de Ulises Rosell; Cara de queso , de Ariel Winograd.
Nahuel Pérez Biscayart
- En teatro: Los mansos , de Alejandro Tantanian. En televisión: Disputas , Sol negro , Sangre fría , Amas de casa desesperadas . En cine: El aura , de Fabián Bielinsky; Tatuado , de Eduardo Raspo; Glue , de Alexis dos Santos; Cara de queso , de Ariel Winograd.
Temas
Más leídas de Cine
Con ojos norteamericanos. Gaucho gaucho es un atípico acercamiento a la vida rural en el Norte argentino
Con ruido político de fondo. Se inaugura hoy el Festival de Cine de Mar del Plata, con invitados internacionales y una muestra paralela crítica al gobierno
De regreso a Oz. Wicked: una adaptación con dos protagonistas brillantes que acierta al rendirle homenaje a su origen