Benedict Cumberbatch retoma el papel del hechicero supremo en la nueva gran apuesta del estudio
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En el 2016, el doctor Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) hizo su debut en la pantalla grande. En un universo lleno de luchadores fuertes e inteligentes científicos, Strange era una nueva clase de héroe, un cirujano devenido a místico, cuya fortaleza era el uso de la magia. Ese primer título, supuso un desafío visual para Marvel, que ideó esos paisajes caleidoscópicos tan característicos de los cómics del personaje durante los años sesenta.
A seis años de ese film, y luego de ser un invitado de lujo en varias películas hermanas, Doctor Strange vuelve en su segundo título solista, en el que recorre la inmensidad del multiverso. En una conferencia de la que participó LA NACION, y una entrevista exclusiva con Elizabeth Olsen, el elenco reveló los secretos detrás de esta esperada secuela que ya se encuentra disponible en salas.
Una puerta se abre
El mundo volvió a algo parecido a la vieja normalidad. Luego del blip que tuvo a media humanidad convertida en polvo, la gente en la Tierra retoma sus vidas después de un paréntesis de cinco años. Y ahí es donde comienza esta nueva aventura de Strange. Durante los sucesos ocurridos en Spider-Man: Sin camino a casa, el héroe místico tuvo un primer acercamiento al Multiverso, y los peligros que supone visitar (o recibir visitantes) de un universo paralelo. Por ese motivo, la presencia de una (¿nueva?) amenaza le exigirá al protagonista sumergirse en un viaje por otros mundos posibles, en los que conocerá diferentes versiones de sí mismo.
“Tenemos una capacidad increíble y una gran imaginación en nuestro subconsciente, para pensarnos en distintas circunstancias a través de los sueños. Y creo esta historia es una extrapolación de eso, en términos de ver al personaje conociendo otras versiones que en esencia son él mismo pero que tomaron decisiones distintas, en circunstancias distintas, y con resultados distintos”, asume Cumberbatch. “Este proyecto fue un gran combustible para hacer una terapia de lo más extraña. Conversé y reflexioné conmigo mismo no solo como un actor metido en mi personaje, sino también con otras versiones de él. Y fue muy divertido mostrar esos cambios de imagen, como también de actitud e incluso de habilidades, eso de mostrar lo mismo pero diferente. Fue un equilibrio muy delicado”.
En su nueva cruzada, Strange deberá encontrar un elemento mágico que le permitirá derrotar a una amenaza que lo supera en fuerzas, y solo la aparición de una misteriosa joven lo ayudará a surcar el multiverso en busca de una solución.
La importancia de Chavez
Durante el siglo XXI, por las páginas de Marvel no debutaron demasiados personajes nuevos que se ganaran el amor del público. En la mayoría de los casos, se trató de héroes de bajo calibre, que tuvieron una vida editorial corta y que pasaron sin pena ni gloria. Pero de las pocas excepciones que hay a esa regla, y posiblemente no por casualidad, prácticamente todas son mujeres (a excepción de Miles Morales); al menos cuatro son las heroínas Marvel que marcaron un quiebre en el transcurso los últimos años: Kate Bishop, Spider-Gwen, Ms. Marvel, y desde luego, America Chavez.
Creada en 2011 por Joe Casey y Nick Dragotta, Chavez era una joven que vivía en una dimensión conocida como el Paralelo Utópico, junto a sus madres, Elena y Amalia. Pero un suceso inesperado ocasionó la muerte de ese mundo, y por ende, el sacrificio de esa familia. America fue la única sobreviviente, y su habilidad de viajar entre dimensiones terminó por ponerla en contacto con los Vengadores y otras figuras de esa realidad. Y a lo largo de innumerables batallas, ella estableció vínculos y forjó alianzas con los héroes más poderosos de la Tierra.
En el mercado de las historietas, Chavez no tardó en ganar peso propio, convirtiéndose en un ícono de la cultura LGBTQ+, pero también protagonizando grandes aventuras, al punto de contar con su propio cómic (en Marvel, se trató de la primera superheroína lesbiana que llegaba a ese nivel de relevancia). Para Kevin Feige, director de Marvel Studios, la llegada de America Chavez al cine debía ser muy respetuosa de su herencia en los cómics: “Para nosotros es importante que estas historias representen cómo es el mundo afuera de tu ventana, como se dice en publicidad. Y la identidad de America proviene de las historietas, por eso quisimos adaptarla de la manera más leal posible. Creo que cuando vean la película, como pasa en la vida, la gente descubrirá que alguien no se define por solo uno de sus aspectos. Aquí America es una chica de catorce años, intentando resolver un rasgo muy traumático de su vida, que desde luego no es su orientación, sino el hecho de viajar por el Multiverso. Pero en los cómics, su identidad vinculada al movimiento LGBTQ+, es una característica muy importante de su crecimiento como personaje. Y por ese motivo quisimos aludir a ese tema”.
Para la actriz Xochitl Gomez, encarnar a Chavez fue una gran responsabilidad. Con solo 16 años, ella debió no solo componer a una heroína dueña de un dramático pasado, sino también estar a la altura de las épicas de Marvel, de imponentes batallas y junto a icónicos héroes. Pero Xochitl sale airosa de esa prueba, y compone a una guerrera que preserva la inocencia de su edad, pero que no puede evitar temerle a ese poder que no controla y que le permite saltar de universo en universo. “Esta es una película de adultos, hay muchos adultos en ella, y su clima es pesado. Entonces quería asegurarme que America mostrara que aún tiene esa juventud, pero que también muestra su resiliencia”, asegura la joven actriz.
La mirada de Sam Raimi
Entre risas, Cumberbatch le dice al director Sam Raimi que es como “El Padrino” en lo referido a las películas de superhéroes. Y algo de eso hay. Como realizador de la primera Spider-Man, Raimi se convirtió en uno de los padres fundadores del género. Y si bien hubo muchas producciones de superhéroes en años anteriores, Spider-Man se convirtió en un manual de estilo que aún hoy es fácil de rastrear en otras producciones del rubro.
Como dueño de un universo muy vinculado al terror, Raimi fue una elección inmejorable para llevar a la pantalla los mundos de pesadilla en los que transcurre Doctor Strange y el multiverso de la locura. Y alcanza con ver las primeras escenas del film, para comprender que el director pudo impregnar de su estilo a la caótica aventura del mago místico. Raimi logró ese complejo equilibrio, entre respetar los lineamientos de un universo preestablecido, pero al que dotó de su propia mirada, de ese rasgo autoral que lo define y que puede encontrarse en otras de sus películas como Arrástrame al infierno o la mítica Evil Dead. La idea de un héroe de ultratumba, los movimientos de cámaras frenéticos y el terror que emerge de las tinieblas, son apenas la cáscara de ese estilo que el director volcó en este film, convirtiéndolo en uno de los largometrajes de mayor personalidad de Marvel Studios.
Para el realizador, la posibilidad de sumergirse en el mundo de pesadilla de Strange, fue muy tentadora. “Fui muy afortunado de realizar Spider-Man. Y me alegra que haya sido de ayuda al futuro del cine de Marvel (…). Cuando Kevin Feige anunció que este film marcaría la intención de poner un pie en el cine de terror, me entusiasmó que hubiera pensado en mí. Y tuve la posibilidad de tomar esos viejos largometrajes de terror que dirigí en mi juventud, y lo que aprendí sobre edificar secuencias de suspenso, para así poder estremecer a público y llevarlos hacia el miedo”, asegura.
El futuro inmediato (y la frase de la Bruja Escarlata)
Los caminos se abren, y las posibilidades se multiplican. El crecimiento de Doctor Strange en el marco de esta aventura, lo deja en un lugar muy distinto al que estuvo hasta ahora. Y para Benedict Cumberbatch, el rol del hechicero no pierde su atractivo: “Él es como un marginal. No lo vemos como un líder, más allá de su importancia dentro de las historias Marvel. Y eso es lo que es tan interesante de él, ese lugar de conflicto como héroe, y esa humanidad que muestra, que es la que interesa al público”.
Por otra parte, esta aventura también marca un importante quiebre para la Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen). La actriz fantasea con la posibilidad de adaptar House of M, una conocida saga de los cómics en el que su personaje, luego de pronunciar la frase “no más mutantes”, le quita sus poderes a casi la totalidad de mutantes que pueblan el universo Marvel. “¡Desde luego que quiero pronunciar esas palabras! Pero no sé si tendría mucho sentido, porque aquí no tenemos mutantes. Pero claro que me gustaría expresar alguna versión de esa frase. Y no estoy segura si pasará o no, pero creo que sería muy gratificante”, asegura.
Doctor Strange y el multiverso de la locura ya se encuentra disponible en cines
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