Dead Pigs, la película que le abrió a Cathy Yan las puertas de Hollywood
Cathy Yan se hizo conocida en todo el mundo gracias a Aves de presa, exitoso spin off de una historia de DC Comics protagonizado por Margot Robbie como Harley Quinn. Ahora, MUBI acaba de estrenar su primera película, Dead Pigs, una fábula cargada de humor corrosivo sobre las consecuencias del brutal desarrollo económico que experimentó China en los últimos años.
Ambientada en Shanghai, la película es protagonizada por personajes que representan los diferentes estratos sociales del gigante asiático: la dueña de un salón de belleza que vive en la vieja y destartalada casa de sus padres y decide tolerar estoicamente los embates de una empresa que pretende montar un exótico desarrollo inmobiliario en el lugar (Vivian Wu), su hermano (Haoyu Yang) –un criador de cerdos que atraviesa graves problemas financieros después de pedir prestado dinero a una organización mafiosa–, su hijo (Mason Lee) –un camarero que finge tener un empleo más prometedor– y una joven de familia adinerada (Meng Li) más preocupada por las apariencias y las redes sociales que por la realidad que la rodea. También tiene un papel importante un indolente arquitecto estadounidense (David Rysdahl), encargado de llevar adelante uno de los proyectos estrella de la compañía Golden Happiness: la construcción de un edificio para ricos que pretende emular el estilo de La Sagrada Familia, la famosa basílica creada por el arquitecto Antoni Gaudí que es uno de los mayores atractivos turísticos de Barcelona.
Coproducida por Jia Zhangke (uno de los cineastas más importantes de China en la actualidad, conocido por su mirada crítica sobre la situación social, política y económica de su país) y con capitales estadounidenses, Dead Pigs fue muy elogiada cuando se estrenó en el Festival de Sundance, en 2018. El film fue un trampolín a Hollywood para su directora, que estudió cine en Nueva York y también trabajó como periodista para Los Angeles Times y el Wall Street Journal. “Todavía soy una gran periodista –le dice Yan a LA NACION–. Intento llevar al cine aquellas habilidades que adquirí trabajando en esa profesión: la curiosidad sobre la condición humana y el objetivo concreto de contar una historia de una manera convincente son claves en el periodismo y en el cine. Prefiero la creatividad y los tiempos largos que exige la realización de películas, pero aún me centro mucho en historias que son parte de la conversación cultural y dicen algo sobre el mundo actual”.
A pesar de ese paso virtuoso por Sundance y del aporte financiero de productores norteamericanos, la película no tuvo distribución en los cines ese país. “Que me hayan convocado para dirigir una gran producción de Hollywood como Aves de presa demuestra que conseguir distribución en los Estados Unidos con tus películas anteriores no es imprescindible –sostiene Yan, que tiene 38 años y es la segunda mujer en la historia que dirige un film basado en un producto de DC Comics, luego de Patty Jenkins–. Lograr esa distribución, por otra parte, muchas veces no tiene nada que ver con la calidad de tu trabajo”.
Dead Pigs utiliza la vía de la sátira para criticar la alocada carrera de China destinada a imitar los estándares occidentales de progreso y modernidad, aun cuando la pobreza es norma para muchísima de la gente que vive hoy en el país. La estrella de la historia es Candy Wang (Vivian Wu, de excelente trabajo), personaje digno de un buen culebrón que enfrenta –con ruleros y en bata– a un codicioso grupo empresarial.
Yan logra entrelazar con eficacia la historia de cada personaje de su narración coral, imprimiéndole a la película una dinámica que fue especialmente valorada en Hollywood. Si bien algunos de los caminos que elige recorrer Dead Pigs son previsibles y hay unos cuantos trazos gruesos en sus reflexiones políticas (la mirada de Yan sobre su país responde a una lógica parecida a la que tienen los progresistas norteamericanos), su mecánica narrativa funciona bien: es un film ágil y ganchero que esboza un punto de vista personal con ligereza y la suficiente habilidad como para no generar rispideces con la censura que suele aplicar el estado chino. Le permitió dar el gran salto a la meca del cine muy rápido, y ahora tiene ofertas para dirigir también en televisión y plataformas de streaming. “La experiencia de Aves de presa fue un gran aprendizaje –asegura Yan–. Claro que fue diferente a la de Dead Pigs, donde disfruté de una libertad creativa absoluta. Valoro mucho que se hayan abierto las puertas de la gran industria, pero siempre voy a querer seguir haciendo cine independiente con libertad y bajo mi completo control”.
Dead Pigs está disponible en MUBI
Otras noticias de Streaming
Más leídas de Espectáculos
“Sos una total desubicada”. La inesperada guerra entre Yuyito González y Yanina Latorre
"Estaba en un espiral descendente". La inesperada confesión de Elle Macpherson, un ícono de belleza y de vida saludable
Súper canchero. El look deportivo de Anto Roccuzzo para ver a su hijo Thiago jugar en Rosario
"Siempre ha sido muy especial". Camila Bordonaba: la estrella que se alejó de todo y, 15 años después, regresa por viejas glorias