De Khal Drogo a Aquaman: los mejores trabajos de Jason Momoa
Un hombre fuerte, corpulento, con una cicatriz inconfundible cerca de una de sus cejas, monta un caballo y celebra festines con sexo y sangre. Jason Momoa está en la piel de Khal Drogo, el primer hombre de Daenerys Targaryan (Emilia Clarke), la reina de los dragones que luchará por recuperar los Siete Reinos. Son los primeros capítulos de Game Of Thrones (2011), la serie de HBO inspirada en los libros de George R.R. Martin -que puede verse en HBO Go-. Él es Khal Drogo, el líder de los Dothraki, una tribu salvaje, pagana y nómada que tiene un vínculo muy especial con los caballos. Momoa es hawaiano y está más habituado a surfear olas que a montar. De hecho, antes de GOT les tenía miedo a los caballos. Con una altura muy por arriba del promedio, mide 1,93, él se convierte en un hombre rudo, con comportamientos más cercanos a una fiera, que trata a su mujer como un instrumento y que ha ganado tantas batallas que tiene el pelo por debajo de la cadera, un mérito que solo logran algunos elegidos ya que en su tribu, cuando se pierde una pelea, el ganador se lleva como trofeo el pelo del perdedor. Al tiempo, ese hombre-bestia cambia, Daenerys lo va domesticando y encuentra su costado más tierno, aunque sigue siendo imponente su presencia.
Este, en algún punto, es el súper poder de Jason Momoa, quien fue elegido para ser Aquaman. Es un hombre corpulento y alto, que puede ser tierno y dócil. Y, en consecuencia, los papeles que fueron apareciendo en su vida tienen mucho de esto. Pero a comparación de Dwayne Douglas Johnson, La Roca, Momoa trae varias identidades en una.
Momoa nació el primer día de agosto de 1979 en la ciudad de Honolulu, Hawái. Es una mezcla entre un nativo hawaiano y una pintora con ascendencia alemana. Si bien se crió en Iowa, Estados Unidos, su vida cambió cuando regresó a Hawái, donde fue descubierto por un diseñador internacional que lo convirtió en modelo. Tenía 20 años cuando fue convocado para ser parte de Baywatch Hawai (1999 al 2001), donde interpretó el personaje de Jason Ioane. Con el pelo corto y la clásica malla roja, Momoa era uno de los guardavidas sexy de la playa. Además de su cuerpo trabajado, el actor -que es sobrino de dos conocidos surfistas hawaianos- usaba su baby face para conquistar mujeres. Todavía no tenía el corte en la ceja, que fue producto de una pelea en un bar en 2008 por la que tuvo que ser sometido a una cirugía reconstructiva, ni había despertado su costado más bárbaro. Aunque en la vida real, se define como "budista".
Casado con la actriz Lisa Bonet, ex pareja de Lenny Kravitz y de ascendencia hebrea y afroamericana, el actor es padre de Lola Iolani y Nakoa-Wolf Manakauapo Namakaeha, de 13 y 11 años respectivamente. Según explicó, sobre el nombre de su hijo: Nakoa significa "guerrero", Mana , "fuerza, espíritu", Kaua, "lluvia" y Po, "oscuro". Es que el niño nació una noche de tormenta y su padre quiso inmortalizar ese momento con términos en hawaiano -Jason rescata cada vez que puede el lenguaje nativo- . Momoa también le dio vida a Ronon Dex en Stargate: Atlantis (2004 a 2009), una serie de ciencia ficción, donde interpretó a un extraterrestre que se escondió en la Tierra y que terminó trabajando en conjunto con terrícolas con la condición de que le quitasen el rastreador que portaba en su espalda. Un Momoa, con rastas, empezaba a incursionar en su perfil de guerrero, algo que iría profundizando hasta llegar a su primer gran protagónico, al darle vida y una nueva personalidad al superhéroe acuático.
Amante de la literatura y del montañismo, el actor tuvo un período de trotamundos. En paralelo a Drogo, papel que consiguió tras hacer el Haka, la danza ritual de la cultura Maorí, en 2011, el hawaiano se convirtió en Conan el Bárbaro, en la adaptación cinematográfica del personaje de Robert E. Howard que dirigió Marcus Nispel. Papel que 30 años antes interpretó Arnold Schwarzenegger. Momoa puso su físico a disposición de este poderoso guerrero que recorre un camino sangriento por una venganza personal. En este sinuoso sendero ascendente a la fama, fue convocado para ser Aquaman en Batman vs. Superman y, más tarde, en La liga de la Justicia. Trabajo que le valió su propio film, bajo la dirección de James Wan (DC Comics). Con tridente en mano, escamas verdes, ojos para atrás, el rey de los mares fue alertado y debe abandonar la vida terrestre para defender su territorio bajo el agua.
A comparación del Aquaman del cómic, esta versión del héroe tiene el pelo largo y aguerrido, algo que Jason trae de Conan y de Drogo. Dicho por el mismo director, este personaje tiene mucho del actor: tiene gracia -algo que ha demostrado en más de una alfombra roja- y algo de torpeza. "Arthur Curry es mitad de Atlantis, mitad habitante de la superficie, así que no siente que pertenezca a ninguno de los dos mundos, no se siente aceptado. Para Jason, crecer en Hawái luciendo como luce, y luego mudarse a Iowa; tampoco encajaba del todo en ninguno de esos dos mundos", explicó Wan sobre los puntos en común entre el actor y el personaje.
Además, Jason, que está en un gran momento de su carrera, sigue con papeles en el mundo de las series: este año se estrenó la tercera temporada de Frontier (disponible en Netflix), de la cual el actor también es productor y codirector. En esta ficción se pone en la piel de Declan Harp, un forajido mitad irlandés mitad nativo americano que realiza una campaña para evitar el comercio de pieles, y que lucha contra el monopolio Hudson Bay. Pero no sólo esta producción lo tuvo entre sus filas, casi en paralelo, Momoa aparecerá en la pantalla grande como un asesino en el film canadiense El leñador.
Jason Momoa no solo es fuerte -algo que en los últimos años incluso se intensificó -basta comparar las imágenes de su papel en Baywatch con el afiche de Aquaman- sino que logró encontrar un lugar en la industria y lentamente se adueñó del arquetipo de guerrero.
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