De Coppola al Hombre de Acero
El cineasta presentó su nuevo film experimental, TWIXT, mientras los fanáticos se desesperaban por conocer al nuevo Superman
SAN DIEGO, California.- "Tengan cuidado con sus capas al bajar la escalera", recomienda Betty, la señora encargada de guiar a los Batman, Capitán América, Superman y Mujer Maravilla que pasean de un piso al otro en Comic-Con. Durante los cuatro días que duró la convención que terminó ayer por la tarde, esta jubilada local, como todos sus compañeros de tareas, vio más superhéroes, Hobbits, Stormtroopers (los soldados de asalto de plástica armadura blanca de Star Wars ) y zombis de los que muchos veremos en nuestra vida entera. Sin embargo, nada parece afectarla demasiado, siempre y cuando nadie enganche su capa en la escalera mecánica. Si eso pasa, ni Obi Wan Kenobi podrá salvarlo. Es que las escaleras que cruzan de un lado al otro el centro de convenciones -una gigantesca nave espacial aterrizada a pasos de un precioso paseo marítimo en la que miles y miles de terrícolas juegan a no serlo- son el medio de transporte elegido y necesario para pasar de una actividad a la otra. De la conferencia titulada -para poner a temblar a todos los presentes- "¿Están los cómics condenados a desaparecer?" a la presentación oficial y performance de la nueva película de Francis Ford Coppola en la sala más grande de todo el evento.
Chiches nuevos
Entrar en el salón H, con capacidad para 6500 personas, es como meterse en una cancha de fútbol cubierta de sillas, en penumbras y con cuatro pantallas que repiten todo lo que sucede en el escenario para que nadie se pierda detalle. En este caso, se trata del director de El padrino, que al ritmo de una base musical creada por Dan Deacon -reconocido artista de la escena electrónica-, canta "Nosferatu, Nosferatu, Nosferatu" con la voz más terrorífica imaginable. Todo para dar a conocer su último experimento: TWIXT , un film realizado completamente de manera digital que se exhibirá en 3D y que cuenta una historia de suspenso y horror narrada por Tom Waits, protagonizada por Val Kilmer y escrita, dirigida y producida por Coppola. Como un chico suelto en una juguetería, el realizador juega con las imágenes de su película gracias a un software especialmente desarrollado para él. Aunque no pueda explicarlo demasiado (y manejarlo bastante menos) el hombre sigue con su demostración mientras Val Kilmer, de largo pelo rubio, se ríe por lo bajo. Pero las risitas se terminan cuando llega el momento de las preguntas delpúblico al panel, una tradición de Comic-Con que mantiene la ilusión de entendimiento perfecto entre los realizadores y la audiencia.
Tan contentos están los fans de que los artistas les den acceso directo a ellos que hasta aceptan con ternura el último despropósito de Coppola. Aunque a la hora de preguntar prefieran hablar de otra cosa, claro. "Con esta fiebre de las remakes le quiero pedir por favor que haga lo posible para evitar que filmen una nueva versión de El p adrino", suplica el primer integrante del público al micrófono. La respuesta que recibe lo deja -nos deja- más preocupado que antes: "Tenía 29 años cuando dirigí esa película y como te podrás imaginar no tengo ningún poder contractual sobre ella. El film le pertenece al estudio Paramount", explica Coppola antes de agarrar otra vez el micrófono y con la actitud vocal del cantante de una banda metalera empieza otra vez con su "Nosferatu, Nosferatu, Nosferatu". Pronto el tiempo se acaba para el director y su equipo, que levantan campamento para dejarles la sala a los próximos expositores.
El ambiente cambia considerablemente porque ahora es tiempo de presentar Immortals , un film de gran presupuesto dirigido por Tarsem Singh ( La celda ) y protagonizado por Henry Cavill, actor británico no demasiado conocido en el mundo hasta que hace unos meses fue elegido para interpretar a un tal Clark Kent y su álter ego Superman -o viceversa-. Pero lo cierto es que Cavill no está acá para hablar de esa película y ante las constantes referencias a su nuevo trabajo apenas dirá que llegó a Comic-Con volando, pero en avión. "La capa quedó en casa", bromea.
Excelente noticia para Betty. Una capa menos de la que preocuparse.
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