De Alan Rickman a Julie Andrews, cinco actores que se consagraron en sus debuts
Cada tanto ocurre que en una película aparece un actor o una actriz desconocido que llama la atención. La combinación de talento actoral, fotogenia y carisma indican que ese desconocido o desconocida tiene un exitoso futuro en la pantalla por delante.
Este avistamiento de la rara avis que es una estrella de cine en pleno proceso de nacimiento es una situación excepcional. La mayoría de los actores no parten desde el primer casillero estando listos para dejar su marca en la historia. En general, hacen pequeños trabajos que no tienen un gran impacto y van madurando en su oficio hasta que consiguen el papel perfecto para demostrar sus cualidades. Esto sucede aún con algunos de los que empiezan siendo niños, como Leonardo DiCaprio, quien antes de convertirse en uno de los mejores actores de su generación debutó en el cine con un papel poco memorable en Critters 3.
Como demuestra el ejemplo del actor de Titanic y El lobo de Wall Street, no sólo se trata de un proceso de aprendizaje a través de la experiencia, sino también acceder a la oportunidad de actuar en películas con buenos guiones y directores que los ayuden a lucirse.
Pocos actores aparecen por primera vez en pantalla en un film notable, con un papel para el que parecieran haber nacido para interpretar. Orson Welles directamente es un caso excepcional, que hizo una de las mejores películas de la historia en su debut como director con El ciudadano y se quedó con el protagónico que demostraba su talento actoral. Cuando se produce esa quimera, el público, la crítica y quienes hacen las películas toman nota porque saben que ante sus ojos ha nacido una estrella.
Aquí recordamos algunos de esos nombres que irrumpieron en el cine con un primer papel perfecto en una gran película.
Alan Rickman en Duro de matar
El actor llegó al film de John McTiernan con amplia experiencia en teatro y en la TV británica pero sin haber trabajado antes en el cine. Duro de matar parecía ser una película más de acción hollywoodense, pero la confluencia de un guion extraordinario (a cargo de Steven DeSouza y Jeb Stuart), una dirección precisa de McTiernan y el peculiar estilo de Bruce Willis para encarnar a un nuevo tipo de héroe de acción colaboraron para que se convirtiera en un clásico. Lo que terminó de sellar la entrada de Duro de matar en la historia del cine fue su villano: la magnífica interpretación que Alan Rickman hizo de Hans Gruber, el terrorista alemán que organiza el asalto al Nakatomi Plaza. El actor, que tenía 42 años cuando se estrenó el film, era el indicado para encarnar al personaje con elegancia, astucia y sofisticado sentido del humor. Su particular talento para hacer acentos a la perfección le permitió darle a Gruber una forma de hablar que denota su origen alemán pero también jugar al engaño con McClane, imitando un acento norteamericano. El estilo y talento demostrados en su impactante debut marcaron su carrera, que estuvo repleta de personajes antagónicos irresistibles como el sheriff de Nottingham en Robin Hood, el príncipe de los ladrones y Severus Snape en las películas de Harry Potter. Disponible en Google Play, YouTube, Apple TV y DirecTVGo.
Julie Andrews en Mary Poppins
Cuando Julie Andrews debutó en el cine con esta película de Disney, a los 29 años, ya era una veterana de los escenarios, que cantaba y actuaba desde chica en los teatros del Reino Unido. Su gran oportunidad de actuar en cine se le había escapado de las manos cuando Warner decidió que en la adaptación cinematográfica de Mi bella dama, el papel de Eliza Doolittle sería para Audrey Hepburn, en vez de elegir a la actriz británica, quien lo había interpretado con mucho éxito en Broadway. Pero el destino de Andrews era hacer una entrada triunfal en el cine como la mágica niñera que llega volando con su paraguas, con un bolso del que puede sacar infinita cantidad de objetos. Una voz fabulosa para interpretar los temas musicales del film y una capacidad para combinar severidad con espíritu lúdico en su interpretación fueron claves para convertir a Mary Poppins en un personaje legendario del cine y a la película dirigida por Robert Stevenson en un clásico familiar. Como si esto fuera poco, su trabajo en el film le valió el Oscar a Mejor Actriz, el mismo año en el que Hepburn ni siquiera consiguió una nominación por Mi bella dama. Disponible en Google Play, YouTube y Apple TV+.
Matthew McConaughey en Rebeldes y confundidos
Como sucedió con Alan Rickman y Julie Andrews, el debut en un papel hecho a medida para un actor o actriz implica que su marca personal quede asociada a un tipo específico de personajes. Por supuesto que pueden hacer otros papeles pero el público ama verlos en alguna versión de ese personaje inicial. Matthew McConaughey entra también en esta categoría con su primer trabajo en el cine, a los 24 años, en la segunda película del director Richard Linklater. Allí interpretaba a Wooderson, un joven con varios años de egresado de la secundaria que pasa sus noches de diversión con los adolescentes del colegio, en la Austin de fines de los 70. "Eso es lo que amo de las chicas de la secundaria, man. Yo crezco, ellas siempre tienen la misma edad", es una de las frases que encapsula la naturaleza de un personaje reprobable, que tiene más una dimensión gracias al guion de Linklater y la interpretación del actor, ayudado por su aspecto físico y encanto texano. El estatus de ícono de Wooderson y su importancia en la carrera de McConaughey quedaron más que claros cuando el actor comenzó su discurso de aceptación del Oscar que recibió por su trabajo en Dallas Buyers Club: El club de los desahuciados con otra de las muletillas de aquel personaje: "Alright, alright, alright". Disponible en Apple TV+
Jamie Lee Curtis en Halloween
A veces una simple treta comercial puede tener un resultado inesperado, como pasó con la elección de Jamie Lee Curtis para protagonizar Halloween. La actriz de 20 años había actuado en series como Columbo, Los ángeles de Charlie y Operation Petticoat. Nunca había trabajado en cine pero tenía algo que John Carpenter pensó que beneficiaría a su modesta película de terror: ser la hija de la protagonista de Psicosis, Janet Leigh (su padre es el actor Tony Curtis). Los genes o el talento natural hicieron que la actriz se luciera en el papel de Laurie, la adolescente que escapa del asesino Michael Myers durante la noche de Halloween. El guion, la puesta en escena y la construcción de un villano icónico convirtieron al film en un clásico y a la actriz en el modelo de la perfecta scream queen (reina del grito) o, mejor, final girl (término que denomina a la chica que con su astucia y coraje logra ser la única sobreviviente al término de una película de terror). Aunque hizo otras películas del género y hasta repitió al personaje en otras Halloween, Jamie Lee Curtis continuó su carrera expandiéndose a otros géneros, en especial a la comedia, para la que tiene un singular talento, con títulos como Los enredos de Wanda, Un príncipe en Nueva York y Mentiras verdaderas. Disponible en Flow y DirecTVGo.
Natalie Portman en El perfecto asesino
Recién entrando a la adolescencia y con apenas un trabajo como suplente en un musical de Broadway como experiencia, Natalie Portman fue elegida por Luc Besson para coprotagonizar El perfecto asesino, junto a Jean Reno. Su excelente interpretación de una chica que queda huérfana cuando asesinan a su familia y se hace amiga de un asesino a sueldo sorprendió al público y anunció la llegada de un nuevo talento a la pantalla grande. Pero no todo fue color de rosa. La película fue criticada por sexualizar al personaje de Portman y la actriz pronto entendió los riesgos de ser una adolescente expuesta a la mirada pública, en particular, de los hombres. Esto no le impidió seguir adelante pero lo hizo en sus propios términos para protegerse y no seguir el trágico camino de tantos otros niños actores. "A los 13 años el mensaje de nuestra cultura fue muy claro –explicó la actriz ya adulta–. Sentí la necesidad de cubrir mi cuerpo e inhibir mis expresiones y mi trabajo para poder enviar mi propio mensaje al mundo: soy alguien que merece seguridad y respeto". Así, la actriz pudo manejar su carrera e incluso se graduó en psicología en Harvard. En 2017 ganó el Oscar a Mejor Actriz por su trabajo en Jackie, de Pablo Larraín. Disponible en Netflix y Apple TV+.
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