Darín, el mejor actor "del mundo"

"Soy argentino. Y para cualquier argentino es imposible no estar orgulloso de esa condición", dice Fernando Sulichin, que hace cinco años que no visita su Buenos Aires natal.

Sulichin estudió en la Facultad de Arquitectura de la UBA, a la que definió como una "verdadera olla creativa", en la década del 80. "Toda persona que tenía alguna chispa de originalidad o una vena creativa iba a estudiar arquitectura. Recuerdo que había algunos artistas en las aulas, hasta los Fabulosos Cadillacs iban. Era el antídoto contra una sociedad algo conservadora", recuerda. Está convencido de que la formación que recibió en nuestro país le otorga a los argentinos una capacidad de adaptación muy elevada. "En estos momentos, sobre todo, aprecio mucho lo que la Argentina tiene para dar, más allá de que la gente esté viendo sólo las cuestiones problemáticas. Yo he comido con presidentes y reyes y puedo decir que la gente más elegante que he conocido está en la Argentina. La gente más increíble en materia de talento está en la Argentina. La gente más loca y creativa está en la Argentina".

Aún lejos de la Argentina, Sulichin toma como ejemplo de superación lo que sucede en el cine de nuestro país. "El mercado argentino del cine me parece extremadamente interesante en términos creativos, porque casi sin recursos se han hecho películas fantásticas el año pasado. Si la pasión existe, no hay queja que valga en cuanto a los recursos disponibles. O se hace o no se hace. Y las cosas hay que hacerlas con lo que se tiene. Me encantaría ver que en la Argentina la misma actitud que hay en el cine se puede trasladar a todas las áreas de expresión nacional", describe.

El productor marca la diferencia en el cambio registrado en los últimos años entre un cine del pasado, que califica de "intelectualizado, pretencioso y lleno de quejas" y el actual, cuyo ejemplo es "El hijo de la novia" y que, a su juicio, asombra al mundo por su creatividad. "Espero tomar contacto con la gente del cine de la Argentina cuando viaje por allí dentro de unos meses", anticipa. Sulichin se entusiasma al hablar de Ricardo Darín: "Para Marlon Brando y Sean Penn, el mejor actor del mundo es Javier Bardem. Y Bardem dice, a su vez, que el mejor del mundo, para él, es Darín. Me lo dijo en una comida que compartimos también con Stone y Penn. Yo mismo le dije a Jack Nicholson y a otros grandes que se fijaran en Darín y que siguieran su carrera".

A pesar de su entusiasmo por "El hijo de la novia", Sulichin no se entusiasma ante las perspectivas de luchar por el Oscar. "Si fuera por calidad, la película de Campanella es, lejos, la mejor de todas las candidatas. Pero los votantes no miden la calidad, sino cuán queribles son las películas. Odio las películas que me hacen llorar y "El hijo de la novia" realmente me hizo llorar."