Daniel Radcliffe pasó la prueba de fuego
Fue elogiada su actuación en Equus
LONDRES (EFE).- Con muchos aplausos y cierta polémica, el actor Daniel Radcliffe, que da vida en el cine al famoso mago infantil Harry Potter, ha debutado en el teatro con una obra en la que aparece desnudo y, por si fuera poco, escenifica el acto sexual.
Radcliffe, que ya tiene 17 años, ha perdido su "virginidad" teatral en una nueva adaptación del famoso psicodrama Equus (1973), del dramaturgo Peter Shaffer, que corre a cargo del director Thea Sharrock.
El preestreno del montaje, llevado al cine por Sydney Lumet en 1977, tuvo lugar anteanoche en el centenario teatro Gielgud de Londres, más de treinta años después de su primera representación en el teatro Old Vic de la capital británica en 1976.
La función, que se estrenará oficialmente el 27 de este mes, ha suscitado tanta expectación entre el público londinense que ya se han recaudado 1,5 millones de euros (casi dos millones de dólares) en entradas vendidas por adelantado.
Radcliffe interpreta el exigente papel del joven Alan Strang, también de 17 años, quien desarrolla una obsesión religiosa y sexual con los caballos que lo empuja a cegar con un pincho metálico a seis equinos en un establo de Hampshire (sur de Inglaterra).
El muchacho acaba ingresando en un centro de salud mental, donde el psiquiatra Martin Dysart, interpretado por Richard Griffiths (a la sazón, el actor que hace de tío Vermont en las películas de Harry Potter) investiga los demonios que atormentan a Alan.
En el preestreno, la obra alcanzó su clímax cuando, sumido el auditorio en un tenso silencio, Alan se quita la ropa en el establo y pierde la virginidad con su primer amor, Jill, interpretada por Joanna Christie, igualmente sin una sola prenda encima.
El acto sexual en sí, que Alan cuenta al psiquiatra con pelos y señales, dura algo más de un minuto, aunque Radcliffe permanece desnudo otros diez con un sentimiento de culpabilidad que lo empuja a cegar a los caballos, inocentes testigos del momento. El caso es que el montaje arrancó una gran ovación, sazonada con gritos de "¡bravo!" del público que abarrotó el Gielgud, donde había entusiastas seguidores de Harry Potter, acompañados de sus correspondientes padres, que terminaron rindiéndose a la sublime actuación de Radcliffe y a la maestría de un estupendo Griffiths.
Disgusto en Warner
Sin embargo, el debut teatral del álter ego de Potter no parece haber gustado a los ejecutivos de Warner Bros, productora de los films del aprendiz de mago, que se han declarado muy consternados por las fotos publicadas del desnudo de Radcliffe en la función. "Warner Bros ha estado construyendo su máquina publicitaria para el primer beso de Harry en la gran pantalla cuando la próxima película de Potter (quinta entrega de la serie) se estrene este verano", explicó esta semana un ejecutivo al diario Daily Mail. "Ahora, nuestra estrella está ahí practicando sexo con un desnudo frontal. Esto ha sido como un jarro de agua fría", agregó la misma fuente de Warner.
Según el periódico, la productora teme que las fotos eróticas del actor, que ha firmado un contrato para rodar dos películas más de Potter, perjudiquen su multimillonaria franquicia cinematográfica.
Sea como fuere, Radcliffe ha dejado en claro con Equus que ya no es aquel niño aparentemente tímido de 11 años, con gafas redondas y una media sonrisa algo traviesa elegido en el 2000 para interpretar al héroe infantil creado por la escritora británica J. K. Rowlings.
Por eso, el paso de la pantalla gigante a los escenarios londinenses supone un atrevido intento de diversificar su carrera antes de quedar encerrado para siempre en Hogwarts, la escuela de magia de Harry Potter, y en la mente de una audiencia que ha crecido con él.
El propio artista admitió recientemente, en una entrevista al diario The Sunday Times , que conviene dar ese salto "más pronto que tarde", aunque no olvida que debe su estrellato mundial al éxito de Potter y que algunos espectadores le recordarán por ese papel.
"Para alguna gente -subrayó el intérprete-, siempre seré Harry. Lo sé y no me opongo. No quiero distanciarme de él. Estoy orgulloso de ese trabajo, pero quiero demostrarle que no soy Harry Potter: yo soy un actor."