Crítica de Felicidad para principiantes: sobria comedia romántica sobre los traumas del pasado
La nueva incorporación de Netflix está coprotagonizada por Ellie Kemper y Luke Grimes y dialoga con la película Alma salvaje
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Felicidad para principiantes (Happiness for Beginners, Estados Unidos/2023) Dirección y guion: Vicky Wright, basado en la novela Happiness for Beginners de Katherine Center. Elenco: Ellie Kemper, Luke Grimes, Nico Santos, Ben Cook, Blythe Danner. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: buena.
Dentro de la frondosa y ecléctica oferta de comedias románticas de Netflix, Felicidad para principiantes, una de las producciones más populares de la plataforma en nuestro país, es una propuesta que maneja un tono medio que le da cierta personalidad en ese océano de ficciones repletas de meet-cute, esa conocida convención del simpático y accidentado encuentro de los protagonistas de la historia.
La película de Vicky Wright, quien adaptó de la novela de Katherine Center, carece de ese modelo de secuencia en la que los enamorados se ven por primera vez y tienen un flechazo, aunque con cierta reticencia a comenzar algo. Por el contrario, la prioridad narrativa para Wright es el personaje de Helen (la exUnbreakable Kimmy Schmidt, Ellie Kemper), una mujer de vida estructurada que, en un determinado momento, empezó a dejarse llevar por las decisiones ajenas, a perder autonomía, y control sobre sus propios deseos.
Luego de un breve pantallazo en el que vemos el principio del fin de su matrimonio (nada menos que en su boda, en la que su hermano menor le advierte que está cometiendo un grave error), Helen sí toma las riendas cuando le pide el divorcio a un hombre que no le interesa ni a su propia directora, un personaje poco desarrollado y fácilmente olvidable. Aunque esto no representa un problema para el resto del metraje, los motivos por los que la protagonista abandonó su faceta descontracturada podrían haber sido explorados con mayor profundidad. Helen es, en cierto modo, una heroína de comedia romántica poco convencional, carente de charme (se percibe cómo Kemper no se adentra en el terreno de lo hilarante que tan bien domina), cuya carta de presentación no es precisamente atractiva para el espectador, al menos no inicialmente, debido a su naturaleza parca.
Por otro lado, tenemos a su partenaire, Jake (el actor de Yellowstone Luke Grimes), el mejor amigo del hermano de Helen, quien tiene un vínculo tirante con esa mujer con la que le cuesta llevar a cabo una buena relación, a pesar de haber compartido momentos importantes de sus respectivas vidas. Tras una discusión en una fiesta en la que Jake le remarca cómo ella perdió su espontaneidad, el film adquiere cierta vitalidad cuando ambos se unen al mismo grupo de hiking, una decisión que la protagonista toma cuando su exmarido le propone una reconciliación. Para no lidiar con ese dilema, y para enfrentarse a ciertos traumas del pasado que la película va develando progresivamente, Helen se vuelve una experta en senderismo para probarse a sí misma, pero también para demostrarle a su cariñoso hermano que ella también es capaz de sociabilizar, de mostrar empatía por terceros.
Si bien tiene un abordaje diferente y está muy lejos de su sensibilidad, Felicidad para principiantes recuerda en ciertos pasajes a Alma salvaje, el drama de Jean-Marc Vallée basado en las experiencias de la escritora Cheryl Strayed quien, en pleno duelo por la muerte de su madre, decide caminar más de 1600 kilómetros por el sendero de la cresta del Pacífico. El film de Wright le da una vuelta de tuerca a ese relato similar, ampliando el espectro y dándoles espacio al resto de los integrantes de ese equipo de senderismo que terminan ayudándose, sin proponérselo, a conciliar con diferentes heridas. En esas escenas, el guion logra no caer en clichés ni en frases salidas de un manual de autoayuda, más bien reposa en lo sutil.
En esos tramos donde la narrativa se vuelve coral, el desarrollo del vínculo entre Helen y Jake pierde una fuerza que se retoma cerca del final, cuando ambos se sinceran sobre traumas y situaciones complejas con las que batallan cotidianamente. Así, se genera una conexión verosímil que no necesita de flashbacks que nos muestren cómo fue era vínculo antes de esa caminata compartida. La película aborda esa relación con mucha sobriedad, por lo que la veta cómica es explorada por los personajes secundarios entre quienes se destaca particularmente el líder del grupo, Beckett (Ben Cook), el cómic relief de un film noble que le permite a Kemper navegar por un faceta dramática y comandar un relato con solvencia y carisma.
Felicidad para principiantes, de Vicky Wright, está disponible en Netflix.
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