Crece el enfrentamiento entre Disney y Scarlett Johansson y hay temores de una escalada mayor
El conflicto abre un espacio de incertidumbre sobre la relación contractual entre los estudios y sus principales figuras en relación a los ingresos por los grandes estrenos en plataformas de streaming
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La escalada del conflicto que enfrenta desde el jueves a la compañía Walt Disney con la actriz Scarlett Johansson por temas contractuales y económicos ligados a la participación de la actriz en la película Black Widow puede convertirse en una gigantesca caja de Pandora que amenaza con abrir un nuevo e inesperado escenario de nuevas configuraciones en la industria del entretenimiento.
Ese temor quedó inmediatamente a la vista a partir de los duros términos del cruce entre una de las estrellas del universo Marvel y el estudio que la convocó a participar de algunas de las películas más exitosas de los últimos tiempos. Con palabras rara vez utilizadas en su trato habitual con sus actores, Disney acusó a Scarlett Johansson de mostrar “una indiferencia cruel por los horribles y prolongados efectos globales de la pandemia de Covid-19”. Con estos duros términos, la empresa del ratón Mickey reaccionó a la decisión de la actriz de iniciarle un juicio al estudio por incumplimiento de contrato. Calificó la demanda de Johansson como “triste y angustiosa”.
Johansson había dicho en su presentación judicial que la decisión “unilateral” de Disney de estrenar la película Black Widow (de la que es protagonista) al mismo tiempo en cines y en streaming, le hizo perder elevados ingresos, y que “a expensas de ella” la decisión terminó beneficiando económicamente a los más altos ejecutivos de la compañía, encabezados por el mismísimo CEO Bob Chapek.
“No hay ningún mérito en esta presentación”, replicó Disney, que dijo haber cumplido con todos los términos del contrato que firmó con Johansson para hacer la película, en la que regresa al personaje de los Avengers que viene encarnando para Marvel desde hace una década.
Disney reveló además que Johansson ya cobró 20 millones de dólares por la película. Y agregó que “el lanzamiento de Black Widow en Disney+ ha mejorado significativamente su capacidad para ganar una compensación adicional”. Los abogados de la actriz habían señalado, por el contrario, que su salario dependía en su mayor parte de los ingresos de la película a través de la taquilla de los cines y que ese compromiso había sido previamente establecido entre ella y los estudios Marvel.
De la respuesta de Disney al planteo judicial de Johansson se desprende la posibilidad de que hubiese existido en los últimos tiempos algún tipo de renegociación para mejorar los ingresos de la actriz a partir de las ganancias obtenidas por las emisiones vía streaming de la película. Pero Disney no brindó en el comunicado datos o información que permitieran corroborarlo.
Este tipo de renegociaciones, según se recordó desde Variety en las últimas horas, se convirtió en moneda corriente para los estudios de Hollywood desde que la irrupción de la pandemia forzó cambios de fondo en los mecanismos tradicionales de distribución y exhibición. Al tomar la decisión de estrenar películas casi al mismo tiempo en los cines (que seguían en su mayoría cerrados) y en HBO Max, o con la reducción al mínimo de la ventana inicial de estreno en pantalla grande, Warner decidió compensar de inmediato a las estrellas de algunos de sus principales lanzamientos para que puedan beneficiarse ellos también de la ampliación de la llegada de sus películas al mundo del streaming. La cifra que maneja Variety es de unos 250 millones de dólares en total que Warner repartió entre nombres como Denzel Washington (Pequeños secretos), Gal Gadot (Mujer Maravilla 1984) y Will Smith (Rey Richard: una familia ganadora).
Un cuadro similar quedó pendiente de resolución en el caso de Disney, y por esa razón habría estallado el conflicto con Johansson, que sintió menoscabada su posición y sus ingresos cuando dijo haberse enterado (lo explica la presentación de sus abogados) que Disney alteró de manera unilateral el contrato firmado con ella. Ese acuerdo al parecer garantizaba el estreno exclusivo de Black Widow en 1500 pantallas de cine y establecía también el compromiso del estudio de que la película no se vería en ningún otro lugar (incluyendo el streaming) en los primeros 120 días. En su reclamo, Johansson dice que eso fue acordado entre sus abogados y Dave Galluzzi, un altísimo ejecutivo de Marvel, y por eso consta en el contrato de la actriz. El núcleo del enfrentamiento legal aparece en este punto.
En su dura réplica a Johansson, Disney desmintió esos argumentos y sugirió que gracias al estreno simultáneo de Black Widow en cines y en streaming la actriz “ha mejorado significativamente su capacidad para ganar una compensación económica que se suma a los 20 millones de dólares que ha recibido hasta el momento”. Esta última revelación, que parece tener la intención de mostrar por parte de Disney que lo único que le interesa a Johansson es el dinero, provocó la inmediata reacción de la influyente agencia de representación artística CAA, que maneja la carrera de muchas estrellas de Hollywood. “Es un intento de denigrar a Johansson en su condición de artista y mujer de negocios, como si fuera algo de lo que debería avergonzarse”, señaló Bryan Lourd, co-presidente de la agencia CAA y agente personal de Johansson. Agregó que Disney acusó “sin vergüenza y falsamente a la señora Johansson de ser insensible a la pandemia global de Covid-19, en un intento de hacerla parecer alguien que ellos y yo sabemos que no es”.
Los observadores de Hollywood conjeturan por estas horas la posibilidad de que el conflicto legal entre Disney y Johansson llegue en un futuro cercano a lo que se conoce en el sistema legal estadounidense como “arbitration”, que consiste en dejar una disputa de este tipo en manos de un tercero independiente, acordado por ambas partes, cuyo veredicto o laudo será obligatorio.
Los mismos observadores indican que también es posible que otras figuras de perfil similar al de Johansson decidan en un futuro cercano llevar cuestiones similares sin resolver al terreno judicial. Esta situación explica en parte el silencio que mantienen hasta ahora sobre el tema los otros grandes protagonistas en la pantalla de las películas del universo Marvel.
Curiosamente, el conflicto estalló casi al mismo tiempo en que se conocieron la primera imagen y la fecha de estreno a través de Disney+ de Hawkeye, la nueva serie de Marvel que le da continuidad a algunos de los hechos narrados en Black Widow, y en la que Florence Pugh retoma su papel de Yelena Belova, la hermana de Natasha Romanoff, el personaje de Scarlett Johansson. Junto a ella aparecen Jeremy Renner (de nuevo como el Avenger Clint Barton) y Hailee Steinfeld.
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