Coronavirus: en el mundo ya reabrió la mitad de los cines, pero la incertidumbre sigue
LA NACIONMarcelo Stiletano
Casi la mitad de los cines de todo el mundo están de nuevo en funcionamiento, mientras la otra mitad todavía enfrenta cierres y todo tipo de restricciones provocadas por el coronavirus. Así lo indica un estudio de la consultora británica Gower Street Analytics, difundido a través de Variety.
La nueva normalidad impuesta por la pandemia en buena parte del mundo determina estos contrastes. Los números que maneja la consultora indican que al 1° de agosto último, y a escala planetaria, un 48% de los cines se encontraba en actividad. Ese porcentaje era del 41% una semana atrás y del 28% al 18 de julio. El salto se explica por la reapertura masiva de los cines en China, país que ya le dio luz verde al estreno de Tenet, la nueva película de Christopher Nolan, en septiembre próximo, más precisamente el viernes 4.
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El nuevo film de Nolan, uno de los estrenos más esperados del año, tuvo que enfrentar sucesivas postergaciones, como la mayoría de los grandes títulos producidos por los estudios de Hollywood. En un último giro, los estudios Warner acordaron lanzarla en distintos mercados internacionales sin esperar lo que ocurra en Estados Unidos, que mantiene todavía los cines cerrados en Los Angeles y Nueva York, dos ámbitos de altísimo poder económico y simbólico en este terreno.
La situación en Estados Unidos es una señal de los vaivenes que enfrenta la industria del cine en tiempos de pandemia. Con algunas ciudades de regreso a la actividad y otras tan importantes como Los Angeles y Nueva York inactivas, los estudios modifican sus estrategias y las van adaptando a la evolución del panorama sanitario, cargado todavía de incertidumbre. La decisión de Disney de no esperar más y lanzar directamente Mulan en su propia plataforma de streaming a un valor récord (30 dólares por alquiler) va en la misma dirección. Donde esté disponible Disney+, Mulan llegará primero al streaming. Y en los territorios que tengan los cines abiertos, la película podrá verse en pantalla grande.
El día proyectado para el lanzamiento es también el 4 de septiembre, que aparece ahora como una de las fechas decisivas del calendario anual. Todo lo que ocurra ese día (en China con Tenet y en el resto del mundo con Mulan) marcará el comportamiento de la industria en los meses venideros y, muy probablemente, también en todo 2021. El martes último, el CEO mundial de la cadena Cinemark, Mark Zoradi, adelantó en un encuentro con inversores que imagina a 2021 como una suerte de año de transición "con productos realmente fuertes llegados de las temporadas 2020 y 2021, y a 2022 como el año en que todo se normaliza".
El ejecutivo puso blanco sobre negro la situación de los exhibidores, imposibilitados de recuperar la capacidad plena de sus salas a raíz de la tormenta perfecta provocada por el coronavirus. Las salas abiertas deben funcionar con muchos espacios vacíos para garantizar con el distanciamiento social que el riesgo de contagios queda reducido al máximo y esa misma obligación los condiciona al extremo de no poder ofrecer los estrenos que precisamente sostienen el funcionamiento de las salas.
"Si hoy nos dijeran que nos permiten la reapertura de los cines pero no hay estrenos de películas, entonces no nos conviene. Vamos a perder aún más plata estando abiertos que cerrados", acaba de reconocer Martín Alvarez Morales, presidente de la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantallas (CAEM) y CEO local de Cinemark y Hoyts, en declaraciones a Infobae.
Como informó LA NACION el 17 de julio, directivos de CAEM y de la Federación Argentina de Exhibidores Cinematográficos (Fadec), entidades que agrupan a los dueños de los cines, trabajan con las autoridades en la confección del protocolo que permita la reapertura de las salas en el momento en que reciban la autorización oficial. El plan establece, entre otras medidas, una capacidad disponible del 50% de la sala para el momento del regreso, con un diseño parecido al del tablero de ajedrez: cada butaca ocupada tendrá una vacía adelante, una atrás y dos más a los costados, a menos que los espectadores pertenezcan al mismo grupo familiar.
Esas mismas familias tienen ahora la oportunidad de volver a ver películas en pantalla grande a través de los autocines. La primera experiencia en el Gran Buenos Aires, inaugurada la semana pasada en San Isidro junto a la costa del Río de la Plata parece a primera vista exitosa. Con protocolos de salud muy estrictos, entradas a 1200 pesos por vehículo (cada uno podría llevar al menos cuatro personas) y capacidad para 60 rodados, las funciones del Autocine Al Río están agotadas hasta el domingo próximo. Sus organizadores ya anuncian más títulos para las próximas funciones como Cincuenta sombras liberadas, Mi villano favorito 3, las películas de Jack Reacher (con Tom Cruise) y Dora la exploradora.
Como se ve, la programación sólo está compuesta por reestrenos, ya que como se dijo más arriba ningún exhibidor va a lanzar las grandes novedades anunciadas para los próximos meses sin tener la seguridad de que podrá llenar sus salas, algo imposible por el momento. Pero la novedad del autocine, a partir de los buenos números de la apertura de San Isidro, parece extenderse. La cadena Multiplex acaba de anunciar que inaugurará en pocos días más un espacio de esas características en el estacionamiento del complejo que ocupan en la localidad bonaerense de Canning (partido de Esteban Echeverría). Las entradas también costarán allí 1200 pesos por vehículo y habrá capacidad para 600 autos. De cualquier manera, esta opción parece al menos por ahora tener más las características de una ansiada salida en familia después de una cuarentena interminable que la recuperación plena de la experiencia habitual de ver cine en pantalla grande. En tiempos de coronavirus, el autocine tiene ventajas y también limitaciones.
Los estrenos, por ahora, están reservados para los cines que volvieron a funcionar en distintos países y mercados. Se espera que estos números vayan creciendo en la medida en que aumente la reapertura de salas, sobre todo en China, que muy pronto podría recuperar las dos terceras partes de su gigantesco universo de pantallas (casi 70.000). En España, la comedia familiar Padre no hay más que uno 2, dirigida, escrita y protagonizada por Santiago Segura, logró el milagro de recaudar dos millones de euros en un par de fines de semana. En el segundo, la concurrencia aumento un 165% respecto de la primera y llevó al presidente de la Academia de Cine de España, Mariano Barroso, a afirmar que no hay lugar más seguro que un cine.
La situación en el mundo está lejos todavía de ser tan clara, y la realidad del coronavirus expone a cada país a enfrentarse con avances y retrocesos en el caso de los alcances de la cuarentena. Por eso, es posible esperar en los próximos meses, junto con el anuncio de la reapertura de los cines en distintos países, la posibilidad cierta de que en algunos lugares las medidas se endurezcan y lo que estaba abierto vuelva a cerrarse. Es lo que ocurre en el incierto mercado estadounidense, que en este momento se apoya en el 64% de la concurrencia traccionada exclusivamente por los autocines.
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