Comedia ligera, con un émulo de James Bond
"Agente Cody Banks, súper espía" ("Agente Cody Banks", EE.UU./2003). Dirección: Harald Zwart. Con Frankie Muniz, Hilary Duff, Angie Harmon, Keith David y otros. Guión: Ashley Edward Miller, Zack Stentz, Scott Alexander y Larry Karaszewski, basado en una historia de Jeffrey Jurgensen. Fotografía: Denis Crossan. Música: John Powell. Presentada por 20th. Century Fox. Hablada en español. Duración: 100 minutos. Calificación: apta para todo público.
Nuestra opinión: buena
El valiente y astuto agente James Bond puede tener algún émulo en el mundo. Y como el cine es magia y fantasía, los responsables de este film inventaron a Cody Banks, un adolescente estudiante que, entrenado secretamente en una instalación de alta seguridad simulada como campamento de verano, se transforma en un servidor de la CIA.
Cody no se diferencia aparentemente en nada del resto de sus compañeros de colegio y de juergas. Es, sí, muy tímido frente a las muchachas, pero lo que muy pocos saben es que él puede manejar vehículos como un acróbata, dar patadas voladoras como un profesional y poseer todo un arsenal de armas sofisticadas.
Cuando el juvenil agente recibe las órdenes para su primera misión, descubre que deberá entablar amistad con la chica de sus sueños para poder vigilar al padre de ésta, un científico que desarrolla una mortífera flotilla de virus con el poder para destruir a todo el planeta.
La jefa de Cody es una muy sexy agente que trata de que su novel alumno no cometa alguna torpeza en su atrevida aventura. Y allí van, Cody y su superiora, a demostrar que la justicia siempre triunfa. Pero antes de llegar al sabido "happy end" ambos deberán enfrentarse con un siniestro individuo que intentará adueñarse del mundo, y con su malvado secuaz de rostro torvo y fuerza hercúlea.
Divertir con simpleza
Muchas serán las vallas que deberá sortear el joven agente durante su misión. Pero él es atlético, forzudo, astuto y eficaz en poner trampas a sus enemigos. Con estos ingredientes batidos en una coctelera de comedia, el film cumple acertadamente con su cometido: divertir al público adolescente y no dejar demasiado aburrido al espectador adulto.
Se sabe que este tipo de películas posee una gran cantidad de convencionalismos, pero aquí están dispuestos de tal manera que no molestan sino que, por el contrario, apuntan a inyectar adrenalina a la historia. Todo lo que ocurre en el relato está estructurado con la velocidad del rayo -lo que habla muy a favor del director Harald Zwart-, a lo que deben sumarse los excelentes efectos especiales y un montaje que obliga a la más completa atención hacia la pantalla.
Frankie Muniz, como el adolescente agente secreto, pone a disposición de su personaje mucha simpatía, notables aptitudes físicas y un "ángel" que seduce sin esfuerzo. Hilary Duff aporta una ingenua belleza; en tanto que Angie Harmon, como la maestra en el arte de luchar contra los enemigos del mundo, supo sacar provecho de su nervioso personaje. Los malos de turno -Ian McShane y Arnold Vosloo- tanto divierten como ponen tensos al público, lo que ya es una garantía de sus profesionalidades actorales.
Con todos estos atractivos, que son el mejor camino para el entretenimiento, "Agente Cody Banks, súper espía" queda como una comedia más dentro de esos platos fugaces, pero apetitosos que tan bien sabe producir el cine de Hollywood.
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