Cinco razones para ir a ver Todos lo saben
Todo empieza con un viaje. Laura (Penélope Cruz) regresa con su familia (incluido su marido Alejandro, interpretado por Ricardo Darín) desde Buenos Aires a su pueblo natal en España para la boda de su hermana Ana (Inma Cuesta). En ese contexto se reencuentra con Paco (Javier Bardem) y su nueva pareja Bea (Bárbara Lennie), en medio de una celebración entre viñedos, que se vincula con el negocio familiar. Sin embargo, un secuestro modificará el escenario y será el puntapié inicial de un thriller atrapante. Todos lo saben, la flamante película del iraní Asghar Farhadi - la coproducción entre España, Francia e Italia, que abrió la última edición del Festival de Cannes - ya se encuentra en exhibición en todos los cines de Argentina y promete convertirse en otro gran exponente de las debilidades del cineasta: desde los dilemas morales hasta los vaivenes anímicos de sus siempre complejos personajes.
*Ricardo Darín y un complejo papel de proyección internacional
Si bien Ricardo Darín está acostumbrado a colaboraciones sumamente efectivas - desde las películas de Fabián Bielinsky hasta sus trabajos para los españoles Fernando Trueba y Cesc Gay -, el actor encontró en Farhadi a un realizador para admirar, independientemente de los coletazos de su unión, como lo fue la presentación de Todos lo saben en Cannes o los futuros galardones. Para Darín, los premios jamás estarán al mismo nivel del conocimiento de un cineasta. "Sus trabajos me impactaron siempre por el tratamiento especial con los actores. Es un tipo obstinado y obsesivo en el mejor sentido de ambos términos. Tiene muy claro qué no quiere y puede permitirse alguna duda respecto de lo que en principio sí quiere", le contó el intérprete a LA NACION, también describiendo su vínculo con Farhadi con tres adjetivos que resumen perfectamente la experiencia: "rico, abierto y generoso".
*Un rodaje intenso e inolvidable
Todos lo saben fue rodada durante quince semanas fundamentalmente en Guadalajara y en la localidad madrileña de Torrelaguna. Como se trata de un film asfixiante que pone el foco en el derrumbe emocional, no resulta extraño que la filmación haya sido demandante. Farhadi es un hombre de gran sensibilidad para construir atmósferas que registran la paulatina llegada de la oscuridad. Cruz habló de su experiencia y remarcó que, al sentirse tan halagada por haber sido convocada para el papel de Laura, se entregó por completo. De hecho, al filmar una secuencia en la que su personaje sufre un ataque de pánico, la actriz terminó en una ambulancia. De todas formas, a los pocos minutos se recuperó, recibió un abrazo de Farhadi, y repitió la toma sin titubeos. "Lo de ella fue conmovedor", expresó Darín. Penélope, por su parte, afirmó que este rol fue el más difícil de su extensa filmografía.
*La dupla Bardem-Cruz está de regreso
Las colaboraciones entre el matrimonio Penélope Cruz-Javier Bardem nunca dejan de ser magnéticas. En Jamón, Jamón, Carne trémula, Vicky Cristina Barcelona, El abogado del crimen y Loving Pablo, los actores siempre mantuvieron una química maleable, que se adapta a las diversas dinámicas planteadas. En Todos lo saben, ambos vuelven a causar el mismo efecto que en los otros largometrajes que marcaron su unión, dado que logran ponerle su impronta a esa expareja signada por la desolación. Cruz aseguró que, si bien son muy obsesivos con su trabajo, jamás se llevan el peso de sus personajes a su casa. Asimismo, la actriz ha reiterado en más de una oportunidad que solo acepta estar en una misma película con su marido si la historia lo justifica. De lo contrario, ambos optan por abocarse a proyectos individuales.
*El equipo técnico brilla tras bambalinas
Ya lo dijo el novelista y director Samuel Fuller: "El cine es un campo de batalla". En ese lapso de tiempo en el que se pone en marcha un proyecto de manera colaborativa, hay un trabajo que solo llega a buen puerto a través del esfuerzo mancomunando. En Todos lo saben, Farhadi y su gran elenco estuvieron muy bien acompañados. La película contó con la fotografía del español José Luis Alcaine (Roma, La piel que habito), con el vestuario de Sonia Gande (Medianoche en París, Julieta) y el diseño de producción de Clara Notari (Che, Relatos salvajes). Por otro lado, el thriller se apoya mucho en el trabajo de edición, que corrió por cuenta de la excelente Hayedeh Safiyari, quien ya colaboró con Asghar en About Elly, La separación y El viajante. Todos estos componentes hacen del film una experiencia sensorial única, como suele suceder con todo lo que entrega un guionista y director tan visceral como Farhadi.
*Asghar Farhadi, un director ambicioso de mirada poderosa
El productor de Todos lo saben lo aseveró: "Esta es la película más ambiciosa de Asghar Farhadi", dijo Alexander Mallet-Guy. En efecto, el ojo clínico del realizador para retratar un hecho que hace tambalear la estabilidad fue perfeccionándose con el correr de los años, ya sea con La separación en 2012 como con El viajante en 2017, sus potentes largometrajes que le valieron dos premios Oscar en la categoría extranjera. El realizador iraní revisita sus inquietudes, pero siempre presentando una novedad, tarea nada fácil para un cineasta que ahonda en elementos de thriller psicológico y estudio entomológico de personajes que se ven forzados a moverse en circunstancias apremiantes. Si hay suspenso e intensidad en el relato, es porque Farhadi jamás pierde el pulso.
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