Cinco películas de Elvis Presley, el cantante que admiraba a James Dean y que fue utilizado y desechado por Hollywood
Pese a que tuvo una prolífica carrera delante de cámara, el “Rey del Rock & Roll” dejó en claro en más de una ocasión su frustración por el encasillamiento al que fue sometido dentro de la industria
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“Nunca hice una película de la cual me sintiera orgulloso”, confiesa Elvis sentado lánguidamente en una de las letras del cartel de Hollywood de la colina Monte Lee, en Los Angeles, en la biopic sobre el “rey del rock and roll” que llega a los cines este jueves. Elvis, la magnífica película de Baz Luhrmann en la que Austin Butler se mete en la piel de uno de los mayores íconos musicales de la historia, apenas ahonda en la carrera actoral del cantante nacido en la ciudad de Tupelo, Mississippi, en el sur de Estados Unidos, un 8 de enero de 1935, y fallecido un 16 de agosto de 1977 en Memphis, Tennessee, a los 42 años.
Más allá de esta escena que da cuenta de la frustración que le generaba su experiencia en Hollywood y otra en la que se lo ve junto a su esposa Priscilla en un estudio de cine, descansado entre tomas y justificando algunas de sus mediocres elecciones profesionales con que tenía una familia que mantener, la película del director de Moulin Rouge prefiere detenerse en el Elvis Presley cantante y no en el Elvis actor. Aquel que enloquecía a sus fans con sus provocadores movimientos de pelvis y cuya voz suscitaba la admiración de sus contemporáneos, al punto que John Lennon llegó a decir sobre él: “Antes de Elvis no había nada”.
Sin embargo, la carrera de Elvis en Hollywood fue prolífica: entre 1956, cuando debutó como actor de cine en un papel secundario en el drama sobre la guerra civil Ámame tiernamente, hasta 1969, cuando se estrenó Cambio de hábito, rodó un total de 31 películas, entre ellas comedias musicales, dramas y westerns, y fue uno de los actores mejor pagos de su época. Si bien solían ser éxitos de taquilla, nunca gozó del reconocimiento unánime de la crítica como actor, aunque muchas de las personas que trabajaron con él tuvieron palabras elogiosas sobre su capacidad como intérprete.
Walter Matthau, quien protagonizó junto a Elvis Melodía siniestra (King Creole), dirigida por el director de Casablanca, Michael Curtiz, en 1958, llegó a decir de él: “Era un actor instintivo. Bastante brillante... Era muy inteligente... No era un pendejo. Era muy elegante, tranquilo, refinado y sofisticado”. Poco después del estreno del film, el crítico Howard Thompson escribía en el diario The New York Times: “Elvis puede actuar”.
Un actor amateur que admiraba a James Dean
Elvis se veía efectivamente suelto en la pantalla, podía ser encantador y alcanzar incluso picos dramáticos, como el que demostró en el que probablemente sea uno de sus mejores trabajos en cine, el western Estrella de fuego (Flaming Star). Sobre todo teniendo en cuenta que no contaba con ninguna experiencia previa y jamás tomó clases de actuación. Sin embargo, su paso por Hollywood era una de las mayores frustraciones de Elvis, quien soñaba con ser como James Dean y admiraba a actores como Humphrey Bogart y Marlon Brando.
A principios de los ‘70 confesó en entrevista con Robert Abel y Peter Adidge, quienes dirigieron el documental Elvis On Tour (1972), que Hollywood siempre había tenido una imagen equivocada de él y contó que nunca había tenido la aprobación final de los guiones de sus películas. “No creo que nadie haya querido perjudicarme a propósito, pero la imagen que Hollywood tenía de mí era equivocada y yo lo sabía. Y no podía decir ni hacer nada al respecto”, señaló en ese entonces.
Elvis se quejaba de que tenía que rodar una película detrás de otra y que, cada vez que una de ellas funcionaba, los productores repetían la misma fórmula, con lo que estas terminaban pareciéndose entre sí. También se lamentaba de que muchas de ellas contenían canciones mediocres, ya que el único fin era contar con un soundtrack para venderlo luego, y creía que quizá eso había generado la impresión de que a él no le importaba su carrera actoral. “No es culpa de nadie, salvo quizá solo mía… Me sentía obligado a hacer cosas en las que no creía completamente. Y eso fue muy difícil (…) Yo esperaba que me dieran la chance de demostrar mi capacidad actoral. Pero nada cambiaba. Eso me desalentó mucho. Todo el dinero del mundo no habría bastado para que me sintiera satisfecho con mi trabajo”, aseguró.
El coronel Parker… ¿el culpable de todo?
A la hora de encontrar culpables, muchos biógrafos de Elvis señalan a su mánager, el oscuro coronel Tom Parker (interpretado en la película de Luhrmann por Tom Hanks, quien dotó al controvertido personaje de una cualidad inquietante, a mitad de camino entre la contención y el abuso).
Don Siegel, quien dirigió a Elvis en Estrella de fuego y más tarde dirigiría a Clint Eastwood en películas como Harry el Sucio y Fuga de Alcatraz, consideraba que el principal escollo en la carrera actoral del cantante había sido Parker, el encargado de negociar con los grandes estudios como MGM, Paramount y 20th Century Fox. Al parecer, el principal interés del coronel era lograr contratos jugosos con los estudios que llenaran sus bolsillos y los de su representado pero, más allá de eso, no tenía gran interés en la calidad artística de las películas. El objetivo era más bien que Elvis cantara en ellas lo más posible de modo de poder seguir lucrando con las bandas sonoras.
Por su parte, los productores, como Hal Wallis en Paramount, estaban convencidos de que eran las canciones las que atraían al público al cine. Por eso no es raro que, muchas veces, en las películas de Elvis los números musicales resulten forzados: las canciones no están el servicio de la narración, sino que la narración se ajusta -muchas veces torpemente- a ellas. Otros biógrafos consideraron que la figura de Elvis era tan gravitante que era casi imposible que sus personajes no quedaran opacados por su personalidad: por más que se esforzara en dotar sus roles de distintos matices, una película “con Elvis” iba a ser siempre una película “de Elvis”.
De acuerdo con Paul Simpson, autor del libro Elvis Film FAQ: All That’s Left To Know About The King of Rock ‘n’ Roll in Hollywood (”Las preguntas más frecuentes sobre Elvis en el cine: todo lo que aún queda por saber del rey del rock and roll en Hollywood”), había otro problema: la propia inseguridad de Elvis. “Lograba superarla en los estudios de grabación y sobre el escenario, pero nunca se sintió cómodo en Hollywood, especialmente a medida que la calidad de sus películas comenzaba a declinar”, señaló.
A mediados de los ‘70, Barbra Streisand le ofreció coprotagonizar junto a ella el drama musical Nace una estrella, papel que finalmente quedaría en manos de Kris Kristofferson. Para muchos críticos, este rol podría haber revitalizado la alicaída carrera actoral de Elvis pero, al parecer, una vez más el coronel Parker dinamitó el proyecto al exigir condiciones imposibles, como un caché de un millón de dólares para su representado.
Cinco recomendados para ver en streaming
Más allá de que las críticas acerca de sus trabajos nunca fueron unánimes y de que él mismo no estuviera especialmente satisfecho con su paso por el cine, lo cierto es que Elvis rodó algunas películas valiosas que vale la pena rescatar, disponibles en streaming.
Prisionero del Rock and Roll (1957)
La tercera película de Elvis incluye el que probablemente sea uno de sus momentos más recordados en la gran pantalla, la escena en la que baila y canta el pegadizo hit “Jailhouse Rock” moviendo las caderas, chasqueando los dedos y recorriendo el escenario en puntas de los pie como nadie más que él sabía hacer. Cuenta la leyenda que el coreógrafo Alex Romero terminó adaptando la secuencia a los pasos propuestos por Elvis cuando se dio cuenta que sería difícil encorsetarlo y que Gene Kelly estuvo presente durante su rodaje.
Prisionero del Rock and Roll es la historia de Vince Everett, un joven que pasa una temporada en prisión tras matar de un puñetazo a un hombre en un bar. Allí conoce a Hunk (Mickey Shaughnessy), un ladrón y cantante de country de poca monta que descubre que el chico tiene talento y lo alienta a presentarse en un especial de TV desde la cárcel, abriéndole las puertas a la fama. Una vez fuera, Vince conoce a una joven empleada de la industria musical, la bella Peggy (Judy Tyler), quien monta una discográfica para impulsar su carrera. Vince termina triunfando en el mundo de la música y también en el del cine (de forma muy similar al Elvis real). Pero la fama se le sube a la cabeza y no solo le da la espalda a Peggy, que está enamorada de él (y él de ella, pero como es un chico rudo, le cuesta aceptarlo), sino también a Hunk.
Elvis canta un total de siete canciones en esta película, entre ellas la famosa “Jailhouse Rock” –compuesta especialmente para el film- y “Don’t Leave Me Now”. Algunos números musicales son un tanto forzados, como la escena en la que Vince le dice a su chica mientras se bañan en la piscina: “¡Hagamos una fiesta!” y segundos después aparece al borde de la misma bien sequito y vestido de suéter y pantalón cantando “(You’re So Square) Baby I Don’t Care”. El estreno de la película estuvo opacado por una tragedia, ya que tres días después de finalizar el rodaje, Tyler murió en un accidente de automóvil.
Prisionero del Rock and Roll (Jailhouse Rock), de Richard Thorpe, está disponible en Apple TV+ y Google Play.
Estrella de fuego (1960)
Este western a color es una muestra cabal del arco dramático que podía recorrer Elvis y de lo que podría haber ofrecido como actor en caso de haber contado con una mejor guía. Elvis se lució como Pacer Burton, un chico con sangre blanca e india que atraviesa una crisis de identidad cuando la tribu kiowa, de la que alguna vez formó parte su madre Neddy (la mexicana Dolores del Río), ataca el pueblo en el que vive con sus padres y su medio hermano Clint, hijo de madre blanca.
Al parecer, la idea original era que Marlon Brando interpretara a Pacer, mientras que Robert Wagner rechazó el papel de su hermano Clint porque consideraba que la figura de Elvis opacaba a cualquier otro actor que compartiera pantalla con él. Finalmente, Clint fue interpretado por Steve Forrest (de la serie de televisión S.W.A.T.), mientras que Barbara Eden (de la serie Mi bella genio) se puso en la piel de Roslyn, amiga de la familia. Tras la muerte de su madre india, a la que los líderes del pueblo le niegan asistencia médica, Pacer decide unirse a los kiowa en su lucha por recuperar sus tierras, solo para descubrir que tampoco es uno de ellos.
Para muchos críticos, Estrella de fuego es junto a Melodía siniestra una de las mejores películas de Elvis, aunque sus resultados en la taquilla fueron menos satisfactorios que los de otras más mediocres protagonizadas por él. Quizá se deba a que, más allá del tema de los títulos iniciales, Elvis solo canta una canción en toda la película, en la que tampoco hay una subtrama romántica: acá lo que importa es el dilema ético de un hombre desgarrado por su origen.
Estrella de fuego (Flaming Star), de Don Siegel, está disponible en Star+ y Qubit.
Corazón rebelde (1961)
Esta película encuentra nuevamente a Elvis (o mejor dicho, a su personaje) en problemas por tratar de solucionar las cosas a las trompadas. Al inicio del film, Glenn Tyler (Elvis Presley) enfrenta a un tribunal después de golpear a su hermano y dejarlo al borde de la muerte. Pero una de sus integrantes, Irene Sperry (Hope Lange), una suerte de asistente social y psicóloga, se da cuenta de que el chico tiene potencial ya que le gusta leer. Glenn obtiene la libertad condicional y se va a vivir y trabajar con su tío, quien alberga la esperanza de “engancharlo” con su hija Noreen (Tuesday Weld), quien es madre soltera.
Elvis volvió a demostrar en esta película que tenía dotes para papeles más dramáticos, como el de este galán recio de inclinaciones intelectuales que busca trascender su origen humilde. En la película de Dunne, el personaje de Elvis no es disputado por dos, sino por tres mujeres: su novia Betty (Millie Perkins), su prima Noreen (Tuesday Weld) y hasta su psicóloga. Una vez más, Elvis compone un personaje dividido entre dos mundos: el ya conocido, representado por su prima Betty, una joven simple y de poco vuelo intelectual, y el que encarna la madura profesional Sperry, quien quiere que Glenn asista a la universidad.
Al igual que en Estrella de fuego, Elvis canta poco en esta película, que no tuvo buenos resultados en la taquilla. Apenas pone su voz al tema de apertura y a tres canciones, una para cada una de sus enamoradas. Corazón rebelde fue el último rol dramático del cantante, que desde entonces protagonizaría películas musicales más livianas.
Corazón rebelde (Wild In The Country), de Philip Dunne, está disponible en Star+.
Amor en Las Vegas (1964)
Esta comedia ambientada en Las Vegas, ciudad en la que unos pocos años después Elvis brindaría algunos de sus mejores conciertos, es descaradamente ligera. Pero lo es con tanta gracia y simpatía que su hora y media pasa volando y deja al espectador con una sonrisa en la boca. Quizá, parte de su éxito haya residido en la partenaire elegida para compartir la pantalla con Elvis, la esbelta y carismática Ann-Margret, que sabía cantar y menear las caderas de forma tan magnética como el rey del rock and roll. Además, los dos actores protagonizaron un apasionado romance en la vida real, antes de que Elvis se casara con Priscilla, química que probablemente se haya trasladado a la pantalla.
Salpicada por varios números musicales con un colorido vestuario, coreografías divertidas y canciones pegadizas -como “The Lady Loves Me”, cantada a dúo por Presley y Ann-Margret, y “Viva las Vegas”, un ritmo tropical al que Elvis le contagió su energía arrolladora-, este musical fue una de las películas más taquilleras del cantante. Dirigida por George Sidney, hijo de Louis K. Sidney, vicepresidente de M.G.M., cuenta la historia de Lucky Jackson (Elvis Presley), un joven piloto que quiere competir en una importante carrera pero no cuenta con el motor para su coche. Para poder pagarlo, comienza a trabajar como camarero en un hotel de Las Vegas, donde se enamora de la instructora de natación, Rusy Martin (Ann-Margret). Pero Lucky enfrenta dos problemas: el adinerado conde italiano Elmo Mancini (Cesare Danova) está decidido a competir contra él en la carrera y también por el amor de la jovencita. Y la jovencita en cuestión no quiere que él corra carreras de autos.
Estrenada el 20 de mayo de 1964 en Estados Unidos, apenas tres meses antes que Anochecer De Un Día Agitado (A Hard Day’s Night), la primera incursión de los Beatles en el cine, Viva las Vegas dejaba entrever ya en el sex appeal y el desenfado de la coprotagonista elegida para compartir pantalla con Elvis que el mundo estaba por cambiar rotundamente en los años 60.
Amor en Las Vegas (Viva Las Vegas), de George Sidney, está disponible en Apple TV+.
Elvis on Tour (1972)
Si bien Elvis no encarna en esta película un personaje de ficción, ésta permite contemplar de cerca una de sus mejores actuaciones: la que brindaba cada vez que se subía a un escenario.
El documental, filmado durante una gira de 15 días del “rey del rock and roll” por 15 ciudades de Estados Unidos en la época en que lucía vistosos trajes con capa y cinturones de gruesas hebillas, no solo registra varios de sus multitudinarios shows, sino también el backstage de los mismos. Es así como la cámara de Abel y Adidge nos permite ver a Elvis cantando canciones gospel con su coro para distenderse, entrando a las apuradas en su limusina para escapar de las fans o recibiendo una estrambótica guitarra hecha de papel maché de manos de un alcalde.
La película incluye también algunas imágenes de archivo que repasan brevemente la vida y carrera de Elvis, pero lo más valioso es su registro de lo que sucedía cada vez que el artista se presentaba en un teatro o en un estadio: su conexión con el público –incluyendo los besos en la boca a las fans-, su entrega total y su voz incomparable. El uso de la pantalla partida –a veces incluso en tres partes, que permiten apreciar los shows desde distintos ángulos- le da a este documental un ritmo vertiginoso, similar al que se debe haber vivido durante estas intensas giras. Curiosamente, es la única película en la que participó Elvis que ganó un Globo de Oro, el de mejor documental en 1973.
Elvis on Tour, de Robert Abel y Pierre Adidge, está disponible en Apple TV+.
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