Cecilia Barrionuevo: "Queremos un cine que responda a los intereses del cineasta"
A los 43 años, es la primera directora artística del encuentro, que conoce al dedillo y para el que plantea un enfoque autoral
"De Córdoba y en colectivo". Así resume Cecilia Barrionuevo su respuesta a la consulta de cómo llegó a la actual dirección artística del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que preside José Martínez Suárez. Barrionuevo es la primera mujer en ocupar ese puesto y, a sus 43 años, también es la más joven y la única que fue ascendida después de ser programadora durante casi una década.
A la flamante directora le tocó estrenar su nuevo rol en un contexto de crisis económica y un momento especialmente difícil para una industria cinematográfica local movilizada por la situación. Tras el anuncio de que en 2018 se sumarían dos días extras al festival, se terminó acortando el encuentro a una semana, del 10 al 17 de noviembre. "La cantidad de películas es un poquito menor -indica Barrionuevo sobre la reducción de 300 títulos a 277 para esta edición-. Hubo un reajuste con las fechas del festival, así que también hubo que cambiar ese número. Se hizo más difícil que el año pasado porque hubo más películas inscriptas. Por ejemplo, para Work in Progress recibimos 250 y tuvimos que elegir 12".
La suba del dólar impactó sobre el presupuesto del festival, de 71.783.232 pesos, ya que gran parte de los gastos se realizan en esa moneda. "La suba del dólar complicó porque teníamos los fees (montos que se pagan por el derecho a proyectar una película) y los pasajes, además de que todos los precios se hicieron muy móviles y fueron cambiando -dice-. Se hizo muy difícil. Hicimos un rediseño del festival, pero la estructura se conserva y no hubo que dar de baja a invitados. Tuvimos mucho apoyo de productores, cineastas y distribuidores. Hubo mucha solidaridad internacional. Hay un reconocimiento internacional al trabajo que venimos haciendo desde hace diez años". La tercera persona del plural es constante en el discurso de la directora, que pone énfasis en la importancia del trabajo en equipo. En especial con los programadores, que incluyen a Marcelo Alderete, Pablo Conde y Francisco Pérez Laguna, quienes trabajan con ella en Mar del Plata desde hace mucho tiempo, y a Paola Buontempo, que se incorporó este año.
"Ser directora es un aprendizaje muy rápido, se abren mil cosas que uno antes no contemplaba como decisiones a tomar, más reuniones, mucho tiempo que tenés que invertir en otras tareas que no son mirar películas. Mi ritmo de vida cambió mucho. Sin el apoyo del equipo hubiese sido imposible. Alguien en la dirección solo no hace nada, por más buenas ideas que tenga".
A pesar de las diferencias en los gustos de cada programadores, Barrionuevo dice que todos comparten una mirada y un concepto de festival que tiene que ver con la defensa de un cine autoral: "Que sea un cine que responda a los intereses del cineasta, a los tiempos que corren y que se relacione con un pasado cinematográfico", dice Barrionuevo, licenciada en Comunicación Social y con un máster en cine documental.
Todo el trabajo que Barrionuevo y su equipo hicieron tiene como destinatario final al público que llena las salas marplatenses. Uno de los factores claves del festival es el intercambio entre espectadores y quienes hacen las películas. "En todas las secciones competitivas vienen los directores a conversar con el público después de la proyección -explica-. En las ediciones anteriores han pasado cosas muy graciosas. Por ejemplo: termina una función y a alguien de la audiencia no le gustó el film y le dice al realizador: ?Tu película no me gusta porque no la entendí y me enoja tal cosa'. El cineasta le responde. Establecen un diálogo. Y al final, terminan abrazados".