Casting presidencial: de Perón a Alberto Fernández, los actores elegidos para representar a los mandatarios argentinos en pantalla
El fundador del partido justicialista es quien ha protagonizado más películas y series; la mayoría de sus sucesores en el sillón de Rivadavia siguen ausentes, acaso esperando que el tiempo aquiete las aguas políticas; suelen ser reemplazados por personajes genéricos, que adoptan algunas de sus características
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Una vez más, la realidad supera la mejor ficción. Cuando parece que nada puede poner en jaque nuestra capacidad de asombro, se prende la radio y escucha al presidente imagina una ficción sobre su vida protagonizada por Robert De Niro. Sucedió en El mañana, programa que conduce Mex Urtizberea por Nacional Rock, en un clima informal y distendido. Ante la fantasía de la biopic, Alberto Fernández decidió apuntar bien alto y soñar con el protagonista de Taxi Driver y El padrino 2 al frente de su historia.
Lo que en un principio suena como una humorada, deja de serlo si se repasa la lista de actores (propios y ajenos) que tanto en cine como en TV, se pusieron en la piel de presidentes argentinos contemporáneos. Democráticos, de facto; algunos con más rigor, otros desde la caricatura, unos pocos que eligieron no cargar la cruz de un nombre y apellido y prefirieron componer a un estadista “genérico”. La lista es más larga de lo que parece.
Perón, el más buscado
Dejando de lado algunos ejemplos históricos -Enrique Muiño como Domingo Faustino Sarmiento en Su mejor alumno-, fue en los últimos treinta años donde se concentró el mayor número de caracterizaciones de presidentes argentinos. En cantidad de adaptaciones encabeza la lista holgadamente Juan Domingo Perón, quien, como protagonista de una época o como marido de Eva Duarte, tuvo numerosas caras en la ficción.
Si esto fuera un concurso de preguntas y respuestas, el primer nombre que a uno le vendría a la cabeza a la hora de interpretarlo sería el de Víctor Laplace. Por motivos difíciles de explicar, el actor quedó en el imaginario popular luego de su composición en Eva Perón (1996). Tanto -y es un dato que no todos recuerdan- que repitió personaje en la menos popular Puerta de Hierro, el exilio de Perón (2012) con Victoria Carreras como Isabelita. Más acá en el tiempo carraspeó nuevamente en la serie web Perón responde (2021) ¿Pero fue Laplace el único actor que pudo interpretar al político en más de una oportunidad? La respuesta es no.
Con menos repercusión pero impecable composición, Osmar Núñez se lució como Perón en Juan y Eva (2011). Previamente lo había interpretado en un capítulo del unitario Historia clínica, y posteriormente repitió el rol en la serie española Arde Madrid (2018) donde, dicho sea de paso, Fabiana García Lago hizo de Isabel. Lo de Laplace y Núñez puede decirse que fue un empate técnico en perseverancia. Más atrás quedaron los “perones” de Jorge Marrale (¡Ay, Juancito!), Gerardo Romano (también en Historia clínica) y Darío Grandinetti (Santa Evita).
La figura del tres veces presidente también tuvo repercusión internacional. Jonathan Pryce siguió las marcaciones del guion sin haber entendido nunca a quién componía en la Evita de Madonna y Alan Parker (1996), y James Farentino fue por el mismo camino en la producción ochentosa Evita Perón, filmada para televisión y estrenada en 1981, protagonizada por Faye Dunaway.
Entre el humor y la parodia
Aunque el derrotero de Juan Perón en la ficción fue — por llamarlo de alguna manera — errático, tuvo el beneficio de contar con alguna que otra aproximación “adulta” a su vida, otros ocupantes del sillón de Rivadavia no tuvieron la misma suerte. Carlos Saúl Menem aún no tuvo la chance de saltar a la pantalla grande. Tal vez por eso -o porque sus apariciones televisivas en la década del 90 lo convertían en un personaje en sí mismo- es que sus representaciones en la ficción siempre fueron de trazo grueso.
Gerardo Romano lo satirizó en algunos sketches con Tato Bores, y Jorge Guinzburg lo tuvo “de punto” durante años en Peor es nada. El antecedente ineludible en la nómina es Mario Sapag, quien en los 80 no solo construyó una imagen jocosa de la etapa riojana prepresidencial de Menem, sino que también encaró la máscara de Raúl Alfonsín. Con respecto a este último, si bien se lo puede imaginar y escuchar en Argentina, 1985 (2022), tampoco tuvo oportunidad de saltar a la ficción, aunque sí al documental.
Si la narrativa local todavía no quiso tomarse en serio al hombre de Anillaco, algo parecido pasa con Fernando de la Rúa, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri. Más cercanos en el tiempo, y muy presentes en la realidad local, sus álter egos ficcionales fueron casi privativamente confinados al multiverso creado por Marcelo Tinelli y derivados. Fredy Villarreal, Martín Bossi y Fátima Flórez fueron hasta ahora los encargados de representarlos en TV, siempre en tono paródico y mediante la repetición de chistes de fácil digestión.
Hola Susana, te estamos votando
Hasta ahora, la lista incluyó a personajes reales que encontraron un sosias, más o menos parecido, en el cine o la TV. Pero la fantasía también ha creado presidentes genéricos, sin una identidad definida. Y en los dos casos testigo se encuentra involucrado Ricardo Darín.
El primero y más recordado es el de La cordillera (2017), de Santiago Mitre. En aquel film, el actor componía a Hernán Blanco, primer mandatario argentino que debía cruzar a Chile para una cumbre presidencial, mientras tenía que lidiar con temas personales. El segundo, y el más curioso de toda la lista, es el de Susana Giménez. La diva televisiva se dio el gusto de colocarse la banda presidencial y “hablarle al país” en Delirium (2014), una comedia independiente representada cabalmente por su título. El cameo de Su había sido por obra y gracia de Darín, quien también protagonizaba.
Los años más oscuros de la Argentina reciente también tuvieron su correlato en la pantalla grande, con actores que demostraron que pueden componer criaturas totalmente alejadas de su pensamiento y cotidianeidad. Marcelo Pozzi compuso a Jorge Videla de Argentina, 1985. Y si bien su trabajo es más corporal, las miradas, gestos y actitudes demuestran un estudio minucioso con resultado muy logrado a la hora de retratar el ocaso del dictador, en tiempos del Juicio a las Juntas Militares.
En contraposición a esta mirada, Alejandro Awada compuso a un Jorge Rafael Videla en ejercicio en El almuerzo (2015). El film de Javier Torre ficciona las alternativas de su encuentro en 1976 con un grupo de personalidades de la cultura, entre los que estaban Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato (interpretados por Jean Pierre Noher y Lorenzo Quinteros, respectivamente). Otro militar que llegó a la presidencia de facto y al cine fue Pedro Eugenio Aramburu. Daniel Fanego le puso el cuerpo para contar las alternativas de su secuestro en Eva no duerme (2015).
Con pretensiones de trascendencia, con mayor o menor rigor histórico, o directamente caricaturas para hacer reír sin faltar a la investidura, el derrotero de ficciones presidenciales en el cine y la televisión ha delineado su historia reciente. Entonces, ¿por qué a partir de las declaraciones de Alberto Fernández, no se podría escribir un capítulo más?
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