El conocido actor llegó a los cines con un proyecto que buscó durante largo tiempo
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Black Adam promete revitalizar el desparejo universo cinematográfico de DC. Apartándose de los caminos independientes de los largometrajes de Batman y Guasón, este film busca reconstruir el tejido de historias ambientadas en ese mismo universo, en el que también habitan Superman, Shazam y otras conocidas caras de esa continuidad. Pero hasta llegar al estreno de este título, Dwayne “The Rock” Johnson transitó un camino muy largo, en el que más de una vez pareció todo perdido.
El Shazam que no fue
Shazam debutó en las páginas de la revista Whiz Comics, publicada en 1940. Era la época de oro del cómic de superhéroes, y el nacimiento de Superman apenas dos años atrás, había dado origen a una primavera de hercúleos personajes, que realizaban todo tipo de piruetas dibujadas que enloquecían a los pequeños lectores.
Como todo gran héroe que se precie, Shazam debía tener un archivillano que lo iguale (o supere) en poder, y de esa forma, en 1945, nació Black Adam un rival que, enfundado en un traje negro, podía pelearle de igual a igual al protagonista. Con un origen anclado en la mitología egipcia, este enemigo no tardó en cautivar al público, en una época en la que cada revista de Shazam vendía más de un millón de copias.
En el año 2006, Peter Segal (un realizador muy vinculado a las comedias) fue contratado para hacerse cargo de un largometraje dedicado al superhéroe de traje rojo. Segal consideraba que, al ser ese un personaje de rasgos ligeramente cómicos, la historia debía tener grandes dosis de humor, sin ningún tipo de elemento solemne o dramático. En esa misma época, Dwayne “The Rock” Johnson estaba terminando su transición de peleador de catch a actor de Hollywood, y así surgió una alianza inesperada cuando Segal le propuso a interpretar a Shazam para una comedia de superhéroes. El luchador se mostró muy interesado, aunque de ese guion había algo que lo atraía más: la aparición de un peligroso villano llamado Black Adam. Pero todo quedó en el aire cuando el proyecto fue cajoneado intempestivamente.
El tiempo pasó, Segal dirigió otras películas y The Rock logró posicionarse como un actor convocante, con protagónicos en films como Rápido y furioso 5 o Policías de repuesto. Si bien algunos de esos proyectos estaban vinculados a la comedia, era evidente su habilidad natural para las historias de acción. Y a medida que su popularidad crecía, él no dejaba de insistir en las reuniones con los productores de Warner sobre la posibilidad de retomar un largometraje sobre Shazam. Su sueño, era protagonizar una aventura de superhéroes y súper villanos, aunque nadie pareciera decidido a invertir en esa idea.
Pero en 2014 la situación cambió. Ese año, Warner puso en marcha un ambicioso plan para construir un universo cinematográfico de DC, en la misma línea del llevado a cabo por Marvel, que tan buenos dividendos generaba en taquilla. Entre los muchos títulos que la productora quería concretar, una vez más aparecía Shazam como candidato a su tener su propio film. Y ahí estaba The Rock, birome en mano, firme en su intención por no dejar pasar la posibilidad de protagonizarla. Aunque decidido a tomar el personaje que realmente le gustaba, se animó a una propuesta que terminó por significar un drástico cambio en todo el proyecto.
Mi villano favorito
Luego de escribir innumerables cómics protagonizados por las figuras principales de DC, el guionista Geoff Johns comenzó a dar sus primeros pasos en la producciones de films basados en superhéroes de esa editorial. Siendo él un experto en ese cosmos de justicieros y villanos, su mirada en muchos de los proyectos que aspiraban a convertirse en películas era de vital importancia. Con la intención de llevar adelante el film Shazam, Johns se reunió en 2016 con The Rock, que no cesaba en su intento por concretar ese largometraje.
El libreto inicial contaba la lucha entre Shazam y Black Adam, dos criaturas de naturalezas opuestas, que desde la perspectiva de Johnson y de Johns, no congeniaban para ser presentados en un mismo guion. Sobre ese tema, Geoff explicó: “La película iba a intentar contar la historia de ambos personajes en cien minutos. Y sentíamos eso como una mezcla extraña. No creíamos que esa propuesta priorizara y respetara la saga de origen que ambos necesitaban”. Ante ese panorama, The Rock tomó una arriesgada decisión.
“No hay nadie como él. Nunca me crucé con un personaje con el que me sintiera tan conectado, por un gran número de motivos”, confesó The Rock, luego de asegurarle a Geoff Johns que su deseo era interpretar a Black Adam y no a Shazam, como le habían ofrecido. De ahí en adelante, ambos comenzaron a barajar la posibilidad de dividir el guion original, y hacer primero una película de Shazam, y luego una de Black Adam, presentando a los dos en solitario para luego reunirlos en un mismo film.
Convencido de las posibilidades de esa estrategia, se llevó adelante una reunión con los ejecutivos de Warner para que autorizaran un plan de dos largometrajes, con The Rock en la piel del poderoso villano. Desde la cúpula de Warner estaban preocupados, no sabían si el ex luchador estaba preparado para encabezar un proyecto de ese calibre, pero la perseverancia del actor y la respuesta de los fans, que en redes se hicieron eco de esos rumores y mostraron su apoyo, fue clave para que finalmente recibiera luz verde la producción de ambos largometrajes. De esa forma, en 2019 vio la luz la película de Shazam, y en 2021 debía llegar el film de su rival. Pero una pandemia volvió a atentar contra Black Adam, un proyecto que parecía destinado a no concretarse jamás.
Un sueño cumplido
Aunque Black Adam debía aparecer en la película del Escuadrón Suicida y en Shazam, eso no se pudo realizar, y así iba en aumento la ansiedad de los fans y del propio The Rock, que no veía la hora de calzarse el imponente traje negro. Luego de establecerse protocolos covid que garantizaran la seguridad de los trabajadores, en abril del 2020 comenzó el rodaje de Black Adam, que pronto se volvió a detener por varios positivos en el equipo de filmación.
Recién en julio se pudo reanudar el trabajo, que luego de varias interrupciones, llegó a su final en julio del 2021. Durante el último día de rodaje, The Rock se mostró muy conmovido por llegar a una instancia decisiva de ese proyecto, al que le había dedicado prácticamente una década y media. En ese momento, él expresó: “No puedo agradecerles lo suficiente, desde lo más profundo de mi corazón, por toda esta experiencia. Esto es algo que se da una vez en la vida, y Black Adam es un punto de quiebre en mi carrera”.
En el transcurso del largometraje, que dirigió Jaume Collet- Serra, el objetivo fue mostrar el dramático origen del villano y cuáles son las circunstancias que lo empujan a enfrentarse a los héroes que integran la Justice Society of America. Lejos de representaciones maniqueas, este es un personaje que transita un camino que lo lleva a comprender la justicia de un modo equivocado, perdiendo la nobleza que requiere ser un verdadero héroe. Y ese fue apenas uno de los muchos rasgos que tanto sedujo a The Rock, al momento de elegir interpretar al villano en vez de a Shazam. “El mundo de los superhéroes está presente desde hace bastante tiempo, y ellos son responsables de grandes éxitos dentro de la industria. Pero de golpe ahora tenemos a este tipo, al que nuestro director le gusta llamar el Harry el sucio de los superhéroes”, concluyó en una nota el actor.
Un nuevo grupo de héroes
Uno de los grandes atractivos de este largometraje no solo es descubrir a Black Adam, sino también a la histórica Justice Society of America. Este es un grupo mítico dentro de la continuidad DC, cuyo debut fue en 1940, muchos años antes de la Liga de la justicia. Y presentarle este equipo a los espectadores es un verdadero desafío que Collet-Serra aceptó con entusiasmo. “Me encantó el que no haya referencias previas de ellos, tuvimos que empezar desde cero”, aseguró el realizador sobre la llegada de la Society al cine, y luego agregó: “Es poco habitual tener la oportunidad de presentar algo que es tan amado y respetado por los amantes de los cómics, pero que la mayoría del mundo desconoce. Y tuvimos la posibilidad de mostrar a estos personajes, y a la vez llevárselos a las personas que quizá jamás vieron una película de superhéroes”.
La versión fílmica de la Justice Society of America, está integrada por cuatro personajes; sin lugar a dudas, el más importante del grupo es Doctor Fate, interpretado por Pierce Brosnan. Se trata de un hechicero que, de forma apresurada, se podría describir como el Doctor Strange de DC, un poderoso místico capaz de manipular fuerzas mágicas para utilizarlas a su favor. Junto a él se encuentra El Hombre halcón (Aldis Hodge), un poderoso guerrero dueño de imponentes alas que le permiten volar. El cuarteto lo completan Cyclone (Quintessa Swindell), una joven heroína capaz de manipular el viento, y Atom Smasher (Noah Centineo), un justiciero con un gran conocimiento en ciencia, que tiene la habilidad de manipular su masa corporal.
El futuro del villano
“Hay una nueva era del Universo DC que está a punto de empezar, y aquí estamos presentando a un nuevo personaje”, aseguró The Rock sobre la importancia de Black Adam, como un film que busca revitalizar el cosmos de la continuidad DC. Por lo pronto, el futuro es próspero para este villano, que no tardará en cruzar caminos con otras grandes figuras de la casa. Y al respecto, Johnson vaticinó que es muy probable que su personaje mida fuerzas no solo con Shazam, sino también con Superman.
“Nosotros escuchamos a los fans. Y tratamos de hacer lo mejor por darles lo que quieren. Y aunque a veces no logremos ese objetivo, y esto es algo que aprendí en la lucha libre, nunca dejamos de escucharlos. Así que finalmente, luego de un trabajo de meses que se convirtió en algo de muchos años, llegamos al punto al que debíamos llegar”, señaló el actor. De esa manera, The Rock muestra su convicción y entusiasmo por un camino que no termina en Black Adam, sino que da inicio a otros proyectos que lo llevarán a un futuro encarnando a este villano por el que luchó incansablemente hasta verlo en la pantalla grande.
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