Belgrano perdió un cine histórico: cerró definitivamente el complejo General Paz
El complejo no pudo adaptarse a las exigencias del protocolo sanitario requerido por la Ciudad de Buenos Aires para la reapertura de las salas
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LA NACION
El barrio porteño de Belgrano empezó a quedar huérfano de películas. En las últimas horas se confirmó el cierre definitivo del complejo Cinema City General Paz, ubicado en la avenida Cabildo 2702. Marcelo Harari, integrante de la empresa familiar que operaba el complejo desde abril de 2011, señaló a LA NACION que la decisión se tomó a raíz de la imposibilidad de adaptar los sistemas de ventilación a las exigencias del protocolo sanitario vigente en la Ciudad para la habilitación de los cines en tiempos de pandemia.
Según dijo Harari, el complejo tiene una serie de características arquitectónicas que no permiten llevar adelante las modificaciones exigidas por el protocolo. “A pesar de nuestros esfuerzos nos vemos obligados a cerrar. Esperamos todo 2020 con la expectativa cierta de reabrir este año y estábamos dispuestos a poner de nuevo en funcionamiento el General Paz, pero lo que nos pide el protocolo es imposible de realizar en este caso”, afirmó.
Hasta que se cerró, en marzo de 2020 junto al resto de las salas debido a la pandemia, en el Cinema City General Paz funcionaban seis salas con una capacidad completa de 1576 butacas. Cuando las autoridades habilitaron de nuevo la actividad cinematográfica hace poco menos de un mes había mucho interés en un barrio tradicionalmente cinéfilo como Belgrano por la recuperación de un espacio histórico como el General Paz. Pero la única puerta abierta a la calle era la ventana que vendía al público distintas variedades de pochoclo. El resto permanecía cerrado y con escaso mantenimiento, mientras sobre las puertas todavía se pueden ver los afiches de las últimas películas proyectadas allí antes del cierre en marzo de 2020, entre ellas la argentina El robo del siglo, Parasite y Unidos, entre otras.
La marquesina del edificio, con un diseño art decó que siempre formó parte del acervo arquitectónico del barrio, perdió desde hace tiempo todo el brillo que tenía. Allí solían colocarse gigantescos carteles anticipando futuros estrenos, sobre todo de las películas de los estudios Disney. Ese espacio, instalado justo sobre la esquina de Cabildo y Pedro Ignacio Rivera, ahora luce vacío y descascarado.
La empresa Cinema City, propiedad de la familia Harari, se había hecho cargo del complejo hace una década luego de una etapa en la que el General Paz perteneció a la cadena Atlas. La cadena Cinema City cuenta con alrededor de 15 pantallas en la ciudad de La Plata y la del General Paz fue su primera incursión en el circuito de exhibición cinematográfica de la Capital Federal. Desde entonces, el complejo se había destacado en el barrio por una programación en la que solían sostenerse un buen tiempo en la cartelera películas de cine arte, aunque también había lugar para los estrenos grandes y los tanques de Hollywood.
El público cinéfilo de Belgrano encontraba en el General Paz un espacio complementario al del Arte Multiplex Belgrano, complejo instalado del otro lado de la avenida Cabildo, a unos 150 metros, junto a una de las bocas de la estación cabecera del subte D, Congreso de Tucumán, en el lugar en el que originalmente se levantaba el cine Savoy, otra de las salas históricas de la zona. El Artemultiplex, según pudo saber LA NACION, también tendría seriamente amenazada su continuidad (de hecho no reabrió junto al resto de las salas y sigue sin funcionar) a raíz de inconvenientes con la ventilación parecidos a los del General Paz y otras complicaciones económicas.
Una sala con una rica historia
El General Paz también se había caracterizado en los últimos años como sede de las funciones semanales de preestreno de algunas distribuidoras independientes, y poco antes de su cierre en 2020 llegó a funcionar durante muy poco tiempo como sede provisional del Cine Club Núcleo. Con esta clausura definitiva, Belgrano pierde un lugar con mucha historia, tradición y memoria para sus vecinos. El General Paz era una de las más destacadas “salas de cruce” de los barrios de la Capital Federal, que recibía en otro tiempo los estrenos algunas semanas después de su llegada a los cines del centro. Tenía originalmente nada más que una sala, con platea y pullman, que en sus grandes momentos se llenaban sin problemas por la convocatoria que tenían los lanzamientos más importantes.
Los cambios de hábito y de consumo cinematográfico llevaron primero a dividir el cine en dos salas y luego extender esa separación hasta las seis con las que funcionaba. Sus últimos operadores encararon varias reformas para mejorar los sistemas de proyección y de audio, que siempre encontraban dificultades por las características del inmueble y el paso de los años. La aparición del Covid-19 y el protocolo exigido para la reapertura plantearon la necesidad de reformas imposibles de realizar. No quedó otra que el cierre, algo que los cinéfilos porteños y los vecinos de Belgrano empiezan a lamentar.
En las últimas horas comenzó a circular por Facebook e Instagram una convocatoria bajo la consigna “salvemos el cine General Paz”. Allí se invita a los interesados a comprometerse en la continuidad del complejo. “Cuidar nuestros cines es cuidar nuestra cultura”, señalan sus promotores.
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