Batman Day: quiénes fueron los villanos que derrotaron al héroe en cine, televisión e historietas
A lo largo de sus casi ochenta años de historia, Batman enfrentó a todo tipo de rivales. Y en sus numerosas peleas, siempre demostró no solo una aptitud física superior, sino también una mente privilegiada (porque ante todo, se trata del mejor detective del mundo).Sin embargo, no fueron pocas las veces que fue derrotado. Por ese motivo, y para celebrar que este 21 de septiembre se conmemora el Batman Day, repasamos cuáles fueron esas (pocas) veces en las que el héroe quedó contra las cuerdas.
EN CINE
Batman vuelve (1992)
Cuando a Tim Burton le pidieron que regresara al universo de Batmanpara dirigir una secuela, el director no estaba del todo convencido. La primera película del hombre murciélago había sido un éxito de taquilla, pero Burton seguía interesado más en sus relatos atípicos que en continuar adaptando a un personaje ajeno.
Finalmente, y luego de darse un capricho personal con El joven manos de tijera, Tim cambió de idea y en 1992 estrenó Batman regresa. En esta secuela, el realizador retrató el espíritu de los cómics y lo combinó con el habitual circo de freaks que tanto lo apasiona, siendo el Pingüino es un gran ejemplo de eso. Oswald Cobblepot (Danny DeVito) es un niño que nace con una apariencia de pesadilla por la que sufre el abandono de sus padres. Huérfano y escondido de la sociedad, se cría en las calles de Gotham y forma un ejército subterráneo de enorme poder.
Al momento de revelarse en sociedad, se muestra como una víctima y aprovecha la simpatía de la gente para lanzarse como figura política. Pero Batman (Michael Keaton) descubre que el aspirante a gobernador pretende adueñarse de todo, y así comienza entre ambos una guerra que el Pingüino enfrenta de manera indirecta, manipulando la imagen pública del encapotado y mostrándolo como si fuera el verdadero enemigo. Luego de perder un primer round, Wayne debe reelaborar su estrategia para no volver a perder ante un rival que basa su fortaleza más en el carisma que en la fuerza bruta.
El caballero de la noche (2008)
Uno de los muchísimos atractivos de esta secuela dirigida por Christopher Nolan y lanzada en 2008, es que el Joker (Heath Ledger) gana. Si bien la película termina con el villano capturado, eso no impide que sus planes exploten como bombas de mecha corta, a las que Batman no puede detener. La lógica de la no lógica que plantea el malvado personaje es la que tanto desequilibra el proceso deductivo del héroe.
El Joker de Nolan solo quiere demostrar que la irracionalidad siempre vence. "Hay gente que solo quiere ver arder el mundo" le dice Alfred (Michael Caine) a Bruce Wayne (Christian Bale), anticipando la dinámica anarquista de su opuesto. Pero eventualmente esa impredecibilidad triunfa, y el Joker da dos golpes contundentes. El primero consistió en atacar al punto débil de su rival, representado por Rachel (Maggie Gyllenhaal): demostrándole a su enemigo que jamás debe anteponer sus intereses personales a su labor como justiciero, la secuestra a ella y a Harvey Dent (Aaron Eckhart), y al momento de ofrecerle salvar a uno de ellos, le da las direcciones intercambiadas sabiendo que Batman iría raudamente a cuidar de la mujer que ama; cuando abre la puerta, allí se encuentra el político, mientras ella muere en una explosión brutal, dejando a Wayne con el peso de una culpa que lo desborda.
El segundo paso de su plan fue el de manipular luego a Dent, convirtiendo al Caballero Blanco de Gotham en un grotesco villano. El objetivo de Batman era hacer madurar a su ciudad y llevarla hacia un lugar de estabilidad en el que un hombre disfrazado ejerciendo la justicia ya no fuera necesario. Pero el Joker estropeó ese plan y para derrotarlo, Bruce Wayne debió convertirse en un prófugo y mentir sobre cuál fue el destino final de Dos Caras.
EN TELEVISIÓN
Amor loco (1999)
La serie animada de Batman capitaneada por Bruce Timm es una de las mejores adaptaciones a partir del universo del encapotado. El equipo creativo comprendía tan bien el mundo sobre el que estaba trabajando que pronto se animó a probar nuevas ideas, y de todas sus invenciones, seguramente la más importante sea la de Harley Quinn. Ella era un personaje menor, que poco a poco ganó popularidad, hasta que se consagró gracias a Amor loco, el episodio número 21 de la temporada final de esa serie.
En ese capítulo se revela su origen, su rol inicial como psiquiatra del Joker y su posterior enamoramiento. Y en la trama central de esa historia, Harley decide regalarle a su novio la muerte de Batman, reelaborando para eso un plan ideado por el payaso. Contra todos los pronósticos, Queen captura y derrota al héroe, y lo hubiera eliminado sino fuera por sus propias inseguridades, que Wayne explotó hasta convencerla de lo importante que era mostrarle al Joker su victoria. A partir de ahí, la soberbia y vanidad del villano terminan por salvar al justiciero, porque a fin de cuentas, él no toleraba que alguien más lo privara del placer de matar al gran defensor de Gotham.
La broma asesina (2016)
Los films animados de Batman dirigidos al mercado doméstico, son una bienvenida costumbre que Warner adoptó hace varios años. Con historias originales o adaptadas, este formato fue el marco en el que se estrenaron recomendables títulos como Batman Ninja, Batman contra las Tortugas Ninja, Luz de gas o El regreso del enmascarado. Y en esa serie de películas, La broma asesina tuvo un lugar muy especial.
Basada en la recomendadísima historieta de Alan Moore y Brian Bolland, la historia trata sobre uno de los planes más crueles llevados a cabo, una vez más, por el Joker. Esta vez, el payaso del crimen entra en la casa de Barbara y Jim Gordon, a ella le da un tiro que le provoca una parálisis, y al comisario lo secuestra y lo tortura mostrándole fotos de su hija moribunda.
La broma asesina se anima a retratar un mundo mucho más violento que el habitual para este tipo de films, y hasta toma la polémica decisión de involucrar sentimentalmente a Bruce Wayne con Batichica, un ingrediente que generó sonadas polémicas. El plan del Joker aquí es tan brutal, que termina envolviendo al héroe en una lógica absurda, y cerrando el relato con una escena absolutamente anti climática. Ese paso final, brillante en su ejecución, deja en evidencia por qué ambos personajes están destinados a chocar una y otra vez irremediablemente, en encuentros que cada vez son más sangrientos no solo para ellos, sino también para quienes les rodean.
EN HISTORIETAS
The Cult (1988)
En los ochenta, el cómic de superhéroes atravesó una de sus etapas más prolíficas. La invasión de historias oscuras y de contenido adulto, buscaban desmenuzar la figura del héroe impoluto para llevarlo hacia lugares éticamente más reprobables (una corriente que pronto adoptó el nombre Grim and gritty).
Gracias a esa nueva ola temática, autores como Frank Miller, John Ostrander o Alan Moore exploraron los rincones más grises de la psique de los justicieros. Y en el universo de Batman, el guionista Jim Starlin arrastró al personaje por distintas crisis entre las que estuvo, por ejemplo, la muerte del segundo Robin. Y en esa explosión de creatividad que derivó en aventuras tortuosas para Bruce Wayne, The Cult fue de las grandes representantes.
En esta saga de cuatro números lanzada en 1988, el personaje es capturado por una orden de fanáticos liderada por Deacon Blackfire, un extremista religioso. El hombre captura y tortura al protagonista a lo largo de varios días, hasta que logra lavar su cerebro y convertirlo en su títere personal.
The Cult es uno de los grandes cómics de los ochenta, es violento, es cruel y muestra al justiciero absolutamente desnudo ante el poder psicológico de un enemigo que lo quiebra no solo desde lo físico, sino también desde lo espiritual. Se trata de una historieta ambiciosa escrita por un guionista que se encontraba en su etapa de mayor creatividad, y que pudo combinar el género de los superhéroes con una poderosa lectura social acerca del los peligros inherentes a cualquier tipo de fanatismo y culto religiosos.
Knightfall (1993)
A comienzos de los noventa, la editorial DC jugó a quebrar a los dos grandes íconos de la casa. De esa manera, Superman moría a manos de una criatura llamada Doomsday, mientras que Batman también sufría un destino funesto.
En 1993 debutó Knightfall, una extensa saga en la que cinco guionistas y más de una decena de dibujantes, desarrollaron una aventura en la que un poderoso hombre llamado Bane, destruía al encapotado. El villano liberaba a los presos más peligrosos de Gotham, para luego presentarse en la mansión Wayne (porque conocía su identidad secreta), para retarlo a una pelea que culmina cuando Bane le rompe la columna vertebral. Al borde de la muerte, los aliados del protagonista llaman a Jean Paul Valley, un ex rival reformado que se convierte en el Batman suplente (poco tiempo después, Jean Paul pierde los estribos y una vez curado, Bruce Wayne debe enfrentarlo para reclamar el manto de Gotham).
Al día de hoy, y aunque en el siglo XXI Batman fue vencido por otros villanos, su enfrentamiento contra Bane aún persiste en el recuerdo de los fans como la derrota más importante que sufriera Bruce Wayne.
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