La impresionante expectativa por la nueva película del Hombre Araña, que se estrena el 15 de diciembre, puede ser engañosa; el resto de la temporada tuvo números decepcionantes y varios fracasos
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La foto de fin de año del cine en la Argentina es la ideal: salas repletas, funciones agotadas y un movimiento desbordante de público que arranca en la noche del miércoles 15 de diciembre y explota en los días subsiguientes. Algo que todos los eslabones de la cadena industrial y comercial querrían que funcionara todo el tiempo, pero en realidad responde a un fenómeno extraordinario desarrollado a escala global por ese fenómeno llamado Spider-Man: sin camino a casa.
Si queremos que este brillante retrato de cierre no resulte engañoso deberíamos ver en simultáneo toda la película de 2021. Y en ese largometraje descubriremos un escenario de salas vacías, algunos fracasos resonantes, restricciones para acceder a las funciones y cierres de complejos. Los protagonistas del negocio del cine en la Argentina observan sobre todo un dato de la realidad de este tiempo de incertidumbre: hay mucha gente que dejó de ir al cine y todavía no volvió. Es una franja importante de público, sobre todo adulto, que antes de la pandemia tenía el hábito (arraigado por edad, costumbre, identidad, preferencia) de ver cine en el cine, y que ahora, entre el miedo al contagio que perdura y la poderosa oferta de las plataformas de streaming, prefiere quedarse en casa.
Por eso, a la hora del balance, el cine no funcionó este año con la constancia de una actividad que mantuvo algunas tendencias firmes a lo largo de estos últimos doce meses. Por el contrario, 2021 fue un año que dependió de algunos momentos clave, coincidentes con el estreno de algunos títulos capaces de activar por sí solos todo el sistema. Así transcurrió la temporada, entre algunos momentos en que la maquinaria funcionó al máximo de su capacidad en medio de largas secuencias (semanas, meses) de movimiento reducido a la mínima expresión.
“Este mercado necesita demasiado de las películas grandes para adquirir volumen”, señala un avezado conocedor de la industria. La llegada de algunos de esos títulos fuertes coincidió con los mejores momentos del año: Godzilla vs. Kong en marzo, Space Jam: una nueva era en junio, Venom: Carnage Liberado en octubre. Y ahora un huracán llamado Spider-Man: sin camino a casa, con un movimiento pocas veces visto anteriormente de compra anticipada de entradas.
Hasta el regreso del Hombre Araña, que altera todo, las tres primeras películas aparecían en el cuadro de honor de las cinco más vistas del año, completado con Rápidos y furiosos 9 y Eternals. Ninguna alcanzó este año el millón de entradas vendidas, marca que en tiempos normales cualquiera de ellas hubiese alcanzado cómodamente. Hasta los “tanques” sufren una merma de público que se manifiesta como efecto global de la pandemia. Algunos estudios realizados a escala global sugieren que entre un 25 y un 30 por ciento del público todavía no se siente seguro de volver a un cine, pese a todas las evidencias: no hay un solo caso comprobado en el mundo de contagios o focos de Covid en el interior de una sala o de un complejo.
El cambio de estrategia de los estudios frente a esta situación apuntó en dos direcciones: postergar para 2022 buena parte de los estrenos fuertes originalmente programados para este año y reducir la primera ventana de exhibición en los cines para favorecer la llegada de muchos de sus títulos a sus plataformas propias, inclusive con estrenos casi simultáneos en salas y en streaming.
En parte o en todo, la estrategia dejó el registro de varios fracasos de boletería. Escuadrón suicida, Duna, Los locos Addams 2, Cry Macho pasaron sin pena ni gloria por las salas. Tampoco funcionaron títulos que en tiempos normales convocaban a ese público adulto que hoy todavía no quiere saber nada con volver a ver cine en el cine, como Rey Richard y CODA, señales del corazón (dos que estarán con toda seguridad en la competencia por el Oscar). El cine independiente y de autor de origen extranjero también sufrió muchísimo esta temporada la falta de un público que antes de la pandemia le era fiel y ahora prefiere encontrarse con los grandes autores en sus hogares y por streaming.
El reparto de premios del Oscar 2021 fue un ejemplo inmejorable. Nomadland, la ganadora del premio a la mejor película, llegó a los cines argentinos tarde y mal. Pocos la vieron en esa ocasión. Y otros títulos que estuvieron en carrera como Minari, Judas y el Mesías negro y la danesa Otra ronda, que iban a estrenarse en las salas, terminaron en los catálogos de las plataformas de streaming.
En 2021 también se pudo estrenar la película 25 de James Bond, Sin tiempo para morir, que resistió todos los embates de las plataformas y mantuvo firme la decisión de levantar la bandera del cine en el cine. Recorrió la cartelera local con números no demasiado atractivos (quedó en el puesto 16 entre las más vistas, con 168.868 tickets), pero funcionó como un símbolo de la resistencia de la pantalla grande frente a un escenario que desacomodó a todos.
En el medio estuvieron las idas y venidas del Gobierno, forzadas por un manejo de la pandemia que dejó muchísimo que desear en todos los órdenes. Las aperturas, cierres y posteriores reaperturas profundizaron la incertidumbre que ya reinaba en el mercado en medio de la inactividad casi absoluta de 2020. Hubo una primera autorización de reapertura a fines de febrero, un nuevo cierre ordenado a mediados de abril y una liberación definitiva de la actividad a partir de junio, con criterios dispares según la región respecto a los horarios y a los aforos de cada sala, hasta llegar en la actualidad a la ocupación completa de las butacas.
El mercado fue recuperando de a poco algunos de los espacios que se habían cerrado. Para fin de año funcionaban 833 pantallas (no muy lejos de las 930, aproximadamente, que teníamos en el momento previo a la pandemia) y en la industria se estima que solo unas 20 no volverán a abrir del total que funcionaba antes de la llegada del Covid. El barrio porteño de Belgrano sufrió el cierre de los complejos Cinema City General Paz y Artemultiplex, pero este último se reabrió con otro nombre. Lo mismo pasará en Caballito con el complejo anteriormente manejado por la cadena Cinépolis, que reabrirá en 2022 con todas las salas y la marca Atlas. Lo que más lamenta la industria es la clausura definitiva de la veintena de salas de los complejos Dinosaurio, en Córdoba.
La paulatina recuperación se aprecia en la taquilla. 2021 cerrará con casi 11 millones de entradas vendidas, muchas más que las paupérrimas cifras de 2020 (ocho millones y medio), pero lejísimos de los 47 millones de 2019. Ese año, los dos títulos más vistos (Toy Story 4 y Avengers: Endgame) acumularon casi la misma cantidad de tickets que todos los estrenos juntos de 2021.
Habrá que esperar mucho más que la llegada todavía incierta de una nueva normalidad para recuperar esos números. Pero el optimismo que contagia el regreso del Hombre Araña lleva a muchos a imaginar que en 2022 será un año con todos los índices y registros apuntando hacia arriba. ¿En qué se apoyan? En que 2021 tuvo menos películas estrenadas que en tiempos normales y que muchos de esos títulos (entre 30 y 40) se postergaron hasta el año que viene imaginando un escenario mucho más promisorio.
La llegada del nuevo Batman (marzo) y Top Gun: Maverick (mayo), y más adelante los estrenos de Jurassic World 3, Lightyear (con uno de los personajes centrales de Toy Story), Minions 2, Indiana Jones 5, Thor 4, Misión Imposible 7, Black Adam, The Flash (dirigida por el argentino Andy Muschietti) y Avatar 2 prometen un año explosivo, al menos desde las expectativas de la industria.
La contracara de ese optimismo aparece con los números del cine argentino, verdadero convidado de piedra pese a que todas las semanas llegan títulos nacionales nuevos a la cartelera. La película local más convocante de 2021 fue Cato, con apenas 62.779 tickets vendidos. Le siguieron Yo nena, yo princesa (37.164), El prófugo (22.776), La noche mágica (25.334) y Ex Casados (15.624). Cifras muy bajas en todos los casos. Ningún éxito resonante y la ausencia completa de esos nombres que convocan por sí solos al público para ver una película de origen local.
El 2 de marzo pasado, para celebrar la primera reapertura de los cines después del largo cierre de 2020, se hizo una proyección especial para autoridades y protagonistas de la industria de Hoy se arregla el mundo, de Ariel Winograd (Mamá se fue de viaje, El robo del siglo). Era la primera vez después de 350 días que una película argentina volvía a verse en un cine de la Argentina. Postergada varias veces como tantas otras por la pandemia, Hoy se arregla al mundo se estrena el 13 de enero e inaugurará 2022 para la pantalla local. Todos esperan que sea un momento inicial de éxito y el comienzo de una película distinta a la que vimos este año.
LAS 10 MÁS VISTAS DEL AÑO*
1) Venom: Carnage liberado 831.428
2) Rápidos y furiosos 9 728.597
3) Eternals 651.548
4) Godzilla VS. Kong 647.917
5) Space Jam: una nueva era 541.867
6) Encanto 414.046
7) Shang Chi y la leyenda de los diez anillos 372.376
8) Black Widow 348.804
9) El conjuro 3 319.855
10) Un jefe en pañales 2 302.708
* EN CANTIDAD DE ESPECTADORES (CIFRAS HASTA EL 13-12-2021) / Fuente: ULTRACINE
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