Bajos instintos cumple 25 años y lo celebra reavivando una polémica

Allá por el año 1992, el director holandés Paul Verhoeven le renovó la cara al cine erótico cuando estrenó Bajos Instintos, un policial que llevó a una desconocida Sharon Stone a lo más alto del firmamento hollywoodense. El personaje de la actriz era la quintaesencia de la femme fatale, una peligrosa y cautivadora mujer que despertaba en el personaje de Michael Douglas una verdadera obsesión.

Indudablemente, la escena más recordada de Bajos Instintos es aquella en la que Stone cruza sus piernas en medio de un interrogatorio sin llevar puesta ropa interior. Ese momento del film, homenajeado y satirizado hasta el hartazgo, fue la firma de una película que quedó grabada en la retina de toda una generación de espectadores. Pero al día de hoy, 25 años luego de su estreno, aún sigue la polémica sobre si Sharon sabía o no que la cámara captaría tanto detalle en la imagen.

Según la actriz, Verhoeven (que la semana pasada estrenó en los cines argentinos Elle) le había asegurado que no se notaría absolutamente nada. Cuando Sharon miró la película por primera vez en una pantalla de cine y vio con todo detalle cómo el director le había mentido, no dudó en ir y pegarle una cachetada (según le habían dicho, ese nivel de exposición destrozaría su carrera). Por el contrario, Verhoeven dijo que eso nunca pasó, que ella estuvo siempre al tanto de cómo sería esa escena, y que incluso la filmaron en una habitación en la que solo se encontraban Stone, él y el camarógrafo.

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