Australia: Lejos del mundanal ruido
Nicole Kidman y Hugh Jackman protagonizan este film épico de Baz Luhrmann, que narra un romance imprevisto entre una noble y un vaquero, con el imponente marco de los paisajes de su país
NUEVA YORK.– Después de dos películas innovadoras y audaces como fueron Romeo+Julieta y Moulin Rouge-Amor en rojo , el director australiano Baz Luhrmann necesitaba reconectarse con sus raíces y decidió hacerlo a su modo –grandilocuentemente- con Australia, que se estrenará el próximo jueves en la Argentina y está protagonizada por los dos máximos embajadores que ha dado el cine australiano en las últimas décadas: Nicole Kidman y Hugh Jackman.
El film narra la historia de la aristocrática británica Lady Sarah Ashley (Kidman), quien en las semanas previas al estallido de la Segunda Guerra Mundial viaja a Australia sospechando que su marido le está siendo infiel en su lejana hacienda de Faraway Downs. Al llegar, sin embargo, descubre que el hombre está muerto y ella tendrá que hacerse cargo de la tierra, donde vive una tribu de aborígenes. Para salir del enredo económico en que quedó, deberá trasladar miles de cabezas de ganado del despojado centro del país hasta el puerto norteño de Darwin, empresa en la que contará con la ayuda de un misterioso vaquero (Jackman) y de Nullah, un niño aborigen mestizo que huye de las autoridades, interpretado por el debutante Brandon Walters.
"Yo y mi esposa (Catherine Martin, diseñadora de producción de todas sus películas) estábamos viviendo en París cuando tuvimos a nuestros hijos y nos empezamos a preguntar dónde se criarían. Armados con esas preguntas, volvimos a Australia y nos reconectamos con nuestra historia, nuestras raíces, y fue así poco a poco que empezamos a investigar más sobre la generación robada aborigen", contó Luhrmann durante una conferencia de prensa junto a Kidman y Jackman en el hotel Ritz Carlton, de Manhattan.
La "generación robada" es como se llama a los descendientes de madre aborigen y padre blanco que entre 1869 y 1970 fueron sacados por la fuerza de sus hogares y llevados a instituciones estatales para obligarlos a comportarse en la sociedad de manera europea. Estas prácticas diezmaron a la población aborigen y se convirtieron en una cicatriz profunda en la historia de esta joven nación.
"En el país no se habló de ello sino hasta hace pocos años; la mayoría de la población no quería aceptarlo, o lo veía como una cosa del pasado que era preferible no remover", destacó Luhrmann, quien en la película revistió esa temática política de melodrama épico acarreado por el romance entre sus dos estrellas hollywoodenses. "Citando a El mago de Oz , toda mi vida fue como ir caminando por el sendero amarillo en busca de algo en el gran mundo, y ahora creo que esta película me ayudó a encontrar el camino a mi hogar", resumió.
Romance y política
Recientemente coronado como el hombre más sexy del mundo por la revista People , Jackman, 40, reconoció que este proyecto le hizo redescubrir la historia de su país y entender más la necesidad de una reconciliación con esa oscura etapa del pasado.
"Para mí, un australiano que vive en la costa, hacer este film en el interior del país y estar en contacto con la cultura aborigen fue una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida. Me abrió los ojos a muchas cosas que no conocía", señaló el musculoso actor, y agregó que hasta que el guión cayó en sus manos no sabía que los mismos aviones que bombardearon Pearl Harbor fueron los que atacaron Darwin cuatro semanas después, o que cientos de aborígenes murieron en los ataques pero no fueron contabilizados entre las víctimas.
Sentada a su lado, esbelta y delicada, Kidman, 39, que tras tantos retoques de Botox a su rostro parece una muñeca de porcelana, asintió con la cabeza y reafirmó que filmar Australia en territorio aborigen y de la mano de Luhrmann significó una aventura sin igual. Más aún si se tiene en cuenta que fue durante el rodaje que supo que estaba embarazada de Sunday Rose, la hija que este año tuvo con su marido, el cantante de country Keith Urban.
"Con Brandon forjamos un vínculo muy fuerte, y a mí me ayudó a prepararme para ser mamá, sentirme cómoda entre niños", aseguró.
Sin embargo, la relación entre la experimentada actriz y el pequeño aborigen no fue buena desde el comienzo. "Cuando conocí a Brandon me temí lo peor porque ambos somos muy tímidos y él estaba en un extremo de la sala y yo en el otro, mirándonos con poca confianza. Encima él no es actor, así que no sabe fingir nada. Pero durante los ensayos empezamos a relacionarnos mejor después de que le empecé a contar cuentos y él me contaba sobre su abuela, su hermana, su cultura, y poco a poco nos hicimos amigos", destacó Kidman.
Incondicional
Pese a las inclemencias del tiempo en la zona de Australia donde grabaron, la ex de Tom Cruise indicó que en ningún momento dudó en aceptar la propuesta de Luhrmann, con quien ya había trabajado en Moulin Rouge, Amor en rojo (2001) y en el comercial del perfume Chanel No. 5 en el que él la dirigió hace un par de años.
"Creo que Baz es uno de los directores más innovadores que hay en estos tiempos, siempre está ampliando las fronteras de lo que se puede hacer en el cine. Me entretiene y apasiona trabajar con él –señaló– Además, desde chiquita quería hacer una película que celebrara Australia y a la vez siempre me atrajeron las grandes historias de amor, así que el proyecto me interesó desde lo conceptual también".
Fanático desde pequeño de películas como Lo que el viento se llevó, Ben-Hur, Casablanca y Lawrence de Arabia, Luhrmann intentó replicar con su film ese género dejado de lado del gran melodrama que tiene además elementos de comedia y acción. El resultado es un collage difícil de catalogar o digerir, de acuerdo a su propia metáfora.
"Lo describo en términos culinarios. Hoy las películas de acción son como comida rápida para adolescentes; las películas artísticas son como el sushi; las comedias como la pasta. Pero mí película es un banquete en el que hay de todo, es inclusiva, una experiencia cinematográfica que todo el mundo puede disfrutar", subrayó el director.
Amor, aventura y política
- Con las impactantes imágenes ya habituales en su cine, Luhrmann narra el romance de una aristócrata británica (Kidman) que debe adaptarse a la dura vida en las planicies desérticas del centro del país y un misterioso vaquero (Jackman), que la ayudará a cumplir la odisea de llevar miles de cabezas de ganado hasta la costa australiana
Sexy y comprometido
- Jackman, el hombre más atractivo del mundo según la revista People, no dudó en rescatar el compromiso político del film para con la "generación perdida", aborígenes que debieron abandonar su hogar para ser educados a la usanza europea
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