Argentina, 1985: las claves para entender la decisión de la Academia y cuáles son sus chances de ganar el Oscar
El film de Santiago Mitre, que protagonizan Ricardo Darín y Peter Lanzani, integra la lista de 15 películas que siguen en carrera por el Oscar a Mejor película internacional
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El Mundial de fútbol y los premios Oscar no suelen aparecer en las mismas frases. Sin embargo, la emoción de los festejos por el triunfo de la selección argentina en Qatar y el anuncio de que la película Argentina, 1985 es uno de los quince films preseleccionados por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood para competir por uno de los cinco lugares de la categoría a la mejor película internacional se fundieron en un relato mágico que indica que esta será una semana que la Argentina no olvidará nunca. La posibilidad de ganar una Copa del Mundo y un Oscar con pocos meses de diferencia llega al ritmo de aquello de “muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar”.
Claro que, a diferencia de lo que sucedió el domingo pasado con la Scaloneta, al film de Santiago Mitre, luego del paso de la fase de grupos a los cuartos de final, todavía le queda un largo camino por recorrer.
Sin embargo, para el film protagonizado por Ricardo Darín que retrata el histórico juicio a las juntas militares, el hecho de haber superado la instancia en la que 92 países presentaron sus candidatas para ser considerados por los votantes de los Oscar ya es una hazaña enorme. Un logro que se suma al de ser el film nacional más visto del año –ya fue vista por más de un millón de espectadores en el país, donde lleva doce semanas en cartel–, incluso a pesar de estar disponible en Amazon Prime Video, la plataforma de streaming que la produjo, tres semanas después de su estreno en salas.
El camino hacia la ceremonia de entrega de los Oscar, que se llevará a cabo el 12 de marzo en el Teatro Dolby de Los Ángeles, recién comienza para la película argentina. En principio, el hecho de formar parte de los quince preseleccionados permite que todos los films estén a disposición de todos los miembros de la Academia que se ofrecieron como voluntarios para juzgarlas y de esos, quiénes puedan probar que vieron los quince films preseleccionados podrán votar para elegir a los cinco que finalmente competirán por la estatuilla a la mejor película internacional.
El ganador entre el quinteto se podrá decidir por el voto de todos los integrantes de la Academia que recibirán copias de las cinco películas. La votación general se abrirá el 12 de enero –dos días después de la entrega de los Globo de Oro–, y los nominados se anunciarán el 24 de ese mes. El 7 de marzo, cinco días antes de la entrega de los premios, se cerrará la votación final para elegir a los ganadores.
Claro que antes de la gran noche de marzo que cerrará la temporada de premios en Hollywood Argentina, 1985, tendrá su primer gran compromiso en la fiesta de los Globo de Oro, la ceremonia de premios que organiza la Asociación de periodistas extranjeros afincados en Hollywood (HFPA, sus siglas en inglés). Allí, el film nacional competirá con RRR (India) y Sin novedad en el frente (Alemania), ambas disponibles en Netflix; Close, de Bélgica, y Decision to Leave, el celebrado film de Corea del Sur por el que su director, Park Chan-wook, fue ovacionado en Venecia. Estas cuatro últimas también lograron ingresar en la preselección del Oscar.
Un grupo de quince films, de cinco continentes distintos, integrado por candidatos esperables como la austriaca Corsage, la francesa Saint Omer, la camboyana Return to Seoul y la polaca EO, y algunas sorpresas como la inclusión de la insufrible Bardo: falsa crónica de unas cuantas verdades, la candidata por México que dirigió Alejandro González Iñárritu que ya está disponible en Netflix y se convirtió en la tercera película mexicana consecutiva en ingresar en la preselección. La última ganadora de México en esta categoría fue Roma, de Alfonso Cuarón, que también fue producida por el gigante del streaming.
En campaña
La agenda del film de Mitre, que ya tiene en su haber el reconocimiento de Fipresci (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica) en el festival de Venecia y el premio del público en el festival de San Sebastián, incluye también la ceremonia de entrega de los premios Goya, que se llevará a cabo el 11 de febrero en Sevilla, España.
A partir de ahora, cada nueva fiesta cinematográfica en la que participe Argentina, 1985 funcionará como la mejor campaña de promoción para que el film esté a la vista de los votantes de la Academia de cine de Hollywood. En ese sentido, esta semana la película empezó con buen pie ya que anteayer la Cinemateca norteamericana organizó una proyección del film que incluyó una charla con dos de sus productores: Axel Kuschevatzky y Victoria Alonso, presidenta de contenidos de los estudios Marvel. La considerable influencia de Alonso en Hollywood y el incansable trabajo de Kuschetvatzky y su productora Infinity Hill por dar a conocer el film son dos de las cartas más fuertes que tiene Argentina, 1985 en la larga campaña que tiene la película por delante. En enero la película volverá a ser programada en cine junto con el resto de las nominadas extranjeras en los Globo de Oro.
Aunque aún resulta prematuro hablar de favoritos o de qué films llevan la delantera entre las quince preseleccionadas, hay que decir que el film de Mitre era considerado una apuesta segura en esta primera instancia al igual que las candidatas de Bélgica, Corea del Sur, Austria (Corsage), Polonia y Dinamarca (Holy Spider), todas premiadas en el Festival de Cannes. La influencia de las muestras de cine más prestigiosas también les dieron impulso a la francesa Saint Omer, reconocida en Venecia, a la irlandesa y a la alemana Sin novedad en el frente, estrenadas en el festival de Berlín y el de Toronto, respectivamente. Aunque la aceptación del circuito cinematográfico de las muestras de cine no supone un correlato directo ni influencia confirmada en los votantes de los premios Oscar, lo cierto es que cuantas más medallas pueda exhibir un film de camino al premio más popular del cine en el mundo, mejor preparado estará para llegar al podio.
El ejercicio de predecir qué podría pasar en marzo todavía es tan prematuro como futil a esta altura de la temporada de premios. De todos modos, como con el Mundial, se puede elegir creer. Después de todo, la primera estatuilla dorada que ganó el cine nacional fue en 1986 gracias a La historia oficial, de Luis Puenzo. Si ese antecedente impulsará la suerte del film de Mitre o si la Academia intentará esquivar un nuevo ganador producido por una plataforma de streaming es imposible de anticipar. Pero más allá de las coincidencias, las cábalas y el pensamiento mágico, lo cierto es que por contenido y realización Argentina, 1985 cuenta con todos los ingredientes para quedarse con el Oscar. Otro trofeo dorado que a partir del anuncio de ayer se acercó unos pasos más a este lado del mundo.
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