Antes de la medianoche
Ficha técnica: ANTES DE LA MEDIANOCHE (Before midnight, Estados Unidos/2013) / Dirección: Richard Linklater / Guión: Richard Linklater, Julie Delpy y Ethan Hawke / Fotografía: Christos Voudouris / Música: Graham Reynolds / Edición: Sandra Adair / Dirección de arte: Anna Georgiadou / Elenco: Ethan Hawke, Julie Delpy, Seamus Davey-Fitzpatrick, Jennifer Prior, Charlotte Prior, Xenia Kalogeropoulou, Walter Lassally, Ariane Labed y Athina Rachel Tsangari / Distribuidora: Diamond Films / Duración: 109 minutos / Calificación: apta para mayores de 13 años.
Nuestra opinión: excelente.
Pocas veces una saga ha generado una identificación tan fuerte entre los cinéfilos como la conseguida por esta trilogía que concibieron el director Richard Linklater y sus dos intérpretes (y coguionistas) Ethan Hawke y Julie Delpy. Son pequeñas películas rodadas con largos paréntesis de nueve años entre una y otra, pero que se han convertido -casi sin proponérselo- en la gran épica romántica de una generación.
La historia de Jesse y Celine -por entonces veinteañeros- comenzó en un tren rumbo a la Viena de 1995 en Antes del amanecer , tuvo su segunda oportunidad ya a los treinta y pico por las calles de París en 2004 con Antes del atardecer , y los reencuentra ahora, de vacaciones y ya cuarentones, en el soleado Peloponeso.
Es imposible analizar Antes de la medianoche sin caer en spoilers . Por eso, si el lector desea llegar a la sala en estado de absoluta pureza para descubrir en la pantalla qué fue de la vida de Jesse y Celine durante estos últimos nueve años debería dejar de leer aquí.
Para quienes todavía estén leyendo esta crítica, a los pocos minutos de iniciado el film sabremos que Jesse y Celine están casados y tienen dos encantadoras hijas gemelas. La primera escena encuentra a Jesse -devenido en exitoso escritor luego de publicar dos libros "inspirados" en su propia historia de amor- despidiendo en un aeropuerto a Hank, su hijo de 13 años de un matrimonio anterior, con quien acaba de pasar un verano idílico en el sur de Grecia. El muchacho debe volver a Chicago para ingresar a la secundaria y el padre siente una enorme culpa por no estar todo lo presente que quisiera en la vida del chico. Esa sensación de frustración (sumada, claro, a otras decepciones existenciales) sobrevolará toda la película y disparará los más diversos conflictos con su actual pareja.
Es que Antes de la medianoche es bastante más amarga y descarnada que sus dos predecesoras. Eso no significa que haya perdido el encanto, el romanticismo o la honestidad de las dos primeras entregas. Todo lo contrario. Estamos ante una mirada agridulce -impiadosa y emotiva, angustiante y divertida al mismo tiempo- sobre el amor, el matrimonio, la paternidad/maternidad, el sexo y la carrera profesional una vez que se ha doblado la curva de los 40.
Ensayo sobre el paso del tiempo
Esta tercera entrega es, también, un ensayo sobre el paso del tiempo, sobre la degradación de los cuerpos, sobre el "peso" de la vida en común. Ni él a sus 41 años es el galán arrogante de los 23 ni el cuerpo de ella ha podido soportar el implacable paso de las estaciones (Celine se define como "una culona francesa"). Sin embargo, y aquí reside uno de los grandes méritos de la película, aun con todas su imperfecciones internas y externas, siguen siendo tanto por dentro como por fuera dos seres profundamente bellos.
Como en los films previos, habrá largas charlas, y caminatas, y risas, y llantos. Ella, una feminista y activista ecologista, manifestará -sobre todo durante una larga escena en un hotel- su hartazgo y resentimiento ante las recurrentes dudas, evasiones varias, falta de compromiso, inmadurez y sarcasmo de él; Jesse, por su parte, sacará a relucir una vez más su poder de seducción, su lealtad y sus convicciones irrevocables.
Antes de la medianoche es una de esas películas cuya apariencia simple y diáfana esconde una gran sensibilidad, inteligencia y maestría en su escritura, su rodaje y sus interpretaciones. El film podría haber caído en todo tipo de excesos en su exposición de la intimidad de un matrimonio, pero la convicción y el talento de Linklater, Hawke y Delpy lo protegen del artificio, del regodeo narcisista, de la manipulación emocional o del lugar común.
Dolorosa y optimista, racional y emotiva, ácida y querible a la vez, Antes de la medianoche es otro pequeño milagro del cine, que se permite "dialogar" sin ruborizarse con el Roberto Rossellini de Un viaje a Italia , con el François Truffaut de la saga de Antoine Doinel, con el Woody Allen de Annie Hall, con el Ingmar Bergman de Escenas de la vida conyugal , con el Eric Rohmer de los Cuentos de las c uatro estaciones o con el Abbas Kiarostami de Copia certificada .
Se trata, en definitiva, de una película siempre estimulante sobre un hombre y una mujer que, 9 años, 18 años después, vuelven a elegirse. Un film para (re)ver, para pensar y, sobre todo, para sentir.