A más de 50 años de su estreno, los protagonistas de Romeo y Julieta demandan a Paramount por “explotación sexual”
La actriz argentina Olivia Hussay y su colega británico Leonard Whiting acusan a Franco Zeffirelli de haberlos engañado y de haber expuesto sus cuerpos desnudos cuando eran adolescentes
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La actriz nacida en la Argentina Olivia Hussey y su colega británico Leonard Whiting eran apenas adolescentes cuando Franco Zeffirelli los convocó para personificar a la pareja más famosa de todos los tiempos: Romeo y Julieta. La película, estrenada en 1968, cosechó las mejores críticas y fue, además, un éxito de taquilla, pero hubo una escena en particular que despertó una gran polémica: la que mostraba a los protagonistas desnudos.
A más de 50 años de su estreno, aquella secuencia que transcurre en el dormitorio y en la que se ven con claridad las nalgas de Whiting, por entonces de solo 16 años, y los senos de Hussey, de 15, sigue dando de qué hablar: los actores decidieron presentar una demanda conjunta ante el Tribunal Superior de Santa Mónica el viernes pasado, acusando a Paramount de explotarlos sexualmente y distribuir imágenes de niños adolescentes desnudos.
Los actores aseguran que Zeffirelli les aseguró en su momento que no habría desnudos en el film y que para la polémica escena usarían ropa interior de color carne. Sin embargo, afirman que el director -fallecido en 2019- los presionó durante los últimos días de filmación para que mostraran sus cuerpos. “Si no lo hacen, la película va a ser un fracaso”, les habría dicho.
En la demanda, Hussey y Whiting recuerdan que, para convencerlos, el realizador les mostró con antelación dónde se ubicarían las cámaras para demostrarles que desde allí no entraban en plano sus partes íntimas e insistió en que no se fotografiaría ni se publicaría ninguna imagen de sus cuerpos desnudos. Sin embargo, nada de eso ocurrió. Por eso, los actores indican que Zeffirelli fue deshonesto.
“Lo que les dijeron y lo que finalmente sucedió fueron dos cosas muy diferentes”, explicó Tony Marinozzi, representante de los dos intérpretes. Y agregó: “Ellos confiaron en Franco. A los 15 y 16 años, como actores, creyeron en su palabra de que no violaría esa confianza que tenían. Ellos sentían que Franco era su amigo y, francamente, a esa edad, ¿qué podían hacen? No hay opciones. No existía el movimiento #MeToo”.
Quizá fue aquel movimiento, que puso en evidencia los abusos que eran moneda corriente en Hollywood y en el mundo del cine desde su creación, lo que hizo que Hussey y Whiting reescenificaran lo ocurrido. En una entrevista publicada por Variety en 2018, meses después de que comenzara la ola de denuncias que terminó con el productor Harvey Weinstein en prisión, la actriz justificaba la polémica escena: “Nadie de mi edad había hecho eso antes”. Y, además de enfatizar que Zeffirelli la filmó con muy buen gusto, replicó el discurso del realizador: “Era necesario para la película”.
Ese mismo año, la actriz nacida en Buenos Aires le decía a Fox News que si bien la escena fue considerada “tabú” en los Estados Unidos, la desnudez ya era muy común en filmes europeos de la época. “¡No fue tan importante! ¡Y Leonard no era nada tímido! En medio de la filmación, olvidé por completo que no tenía ropa puesta”, rememoró.
Cinco años más tarde, la actriz y su colega británico alegaban que debido a lo ocurrido durante y luego de la filmación, ambos sufrieron angustia mental y emocional, y que esa sensación sigue viva aún a 55 años del estreno de la película. También aseguran que debido a la repercusión de aquella escena, perdieron incontables oportunidades laborales.
En compensación por los daños ocasionados, piden más de 500 millones de dólares a la productora. Además del cambio de paradigma, hay un hecho concreto que posibilitó que puedan presentar la demanda tantos años después de ocurrido el hecho: la suspensión temporal en la justicia del estado de California para presentar reclamos de abuso sexual infantil.
Olivia de Buenos Aires
Olivia nació en Buenos Aires. A su madre, Alma Hussey, descendiente de familia inglesa, le encantaba bailar tango y fue en una de las tantas milongas que se enamoró de Andrés Osuna, quien utilizaba el nombre artístico de Osvaldo Ribó. A pesar de contar con la desaprobación de ambas familias, Alma y Andrés se casaron y tuvieron dos hijos: Olivia y Andrés.
“Me fui de Buenos Aires cuando era muy chica, tendría siete años. Recuerdo a ambas familias y la tensión que había. Por un lado, la familia de mi padre, llena de música y guitarras, y por el otro, la de mi madre, adorables ingleses que me cuidaban mientras ella iba a trabajar”, le contó la actriz a LA NACION en 2021.
Y continuó: “Mis padres, quizá por la resistencia de ambas familias, quizá simplemente porque no estaban hechos el uno para el otro, a los dos años de casados decidieron separarse. Yo tenía un año y mi madre estaba embarazada de seis meses de mi hermano. Fue una época muy difícil para mí porque mi madre trabajaba todo el día y yo pasaba mucho tiempo sin verla. De hecho, junto a mi hermano fuimos a una escuela como pupilos por tres años. Finalmente, mi madre decidió que ya había tenido suficiente y que sería mejor para nosotros viajar a Londres, donde parte de su familia vivía, y buscar allí mejores condiciones de trabajo. Para ese entonces yo ya tenía siete años. La despedida de mi padre fue muy difícil, mi relación con él era muy especial, como la de toda hija con su padre. Recuerdo verlo saludándonos en el puerto, muy triste. Mi madre, desde el barco, lloraba. Yo le decía que no se preocupe, que pronto íbamos a volver. Pero mi regreso no sucedió sino diez años después”.
“En el verano de 1966, todos los actores en Londres estaban hablando de Franco y su casting para Romeo y Julieta. Recientemente había filmado La fierecilla domada con Elizabeth Taylor y Richard Burton y todos querían trabajar con él. Desde el primer momento supe que tenía que audicionar. El proceso de casting fue largo, con cientos de candidatos que esperaban su turno haciendo fila en Dean Street. Franco había alquilado un loft en el medio del Soho para hacer el casting. El método que encontraron para organizar tanta gente fue el de hacer parejas de Romeos y Julietas. A mí me tocó hacer pareja con Leonard desde el comienzo. Yo tenía 15 años y él, 16. Nos gustamos desde el primer momento”, rememoró en aquella entrevista.