5 razones para seguir a Danny McBride, el comediante más corrosivo de Hollywood
Te contamos quién es uno de los protagonistas de la nueva Alien, y su imperdible paso por la comedia
1. Sus comienzos en la industria
A Danny McBride le tomó tiempo instalarse como un referente de la comedia norteamericana. Dueño de un estilo poco elegante, familiarizado con personajes autodestructivos y siempre con la incorreción política como bandera, McBride se convirtió en una de esas criaturas atípicas dentro de Hollywood, y supo crecer en popularidad a fuerza de ser el único en su especie, encontrando en el humor ácido su rasgo más personal. El actor nació en 1976 en Georgia, y desde pequeño lo obsesionaba el cine y la actuación. A mediados de la década pasada, Danny conoce a quien sería su otra mitad creativa: el guionista Jody Hill, con el que congeniaría inmediatamente. Ambos estrenaron en el 2006 la película The Foot Fist Way, una comedia protagonizada por McBride y centrada en un maestro de artes marciales con serios problemas de confianza. El film, a pesar de tener ciertas irregularidades, presentaba un tono humorístico muy peculiar, y también incluía varias cuestiones que volverían a aparecer en la carrera de Danny y de Hill, y que serían el germén de su próximo (y primer) gran éxito. The Foot estuvo lejos de ser un éxito de taquilla, pero sin embargo dejó un saldo positivo cuando gracias a esa comedia, McBride conoció a otros grandes de la industria: el comediante Will Ferrell y el director Adam McKay.
Por otra parte, en esos años Danny también comenzaría a desfilar con papeles pequeños en comedias emblema de esa época, como La mujer de mis pesadillas, Una guerra de película y principalmente Pineapple Express, en donde trabajaría y establecería un vínculo con James Franco y Seth Rogen, dos humoristas clave de ese período.
2. Eastbound and Down: yo, el peor de todos
Al margen de su carrera en cine, McBride junto a Jody Hill presenta en HBO una propuesta de serie que la señal no tardó en aceptar. Bajo el ala de un canal premium que buscaba expandir los horizontes de la televisión y que ganaba prestigio a fuerza de producir series inclasificables en la línea de The Wire, Flight of the Conchords o Deadwood, HBO le da luz verde a una de las comedias más corrosivas del siglo XXI. Eastbound and Down era el nombre de esta ficción que con apenas cuatro temporadas y un total de 29 episodios, logró el reconocimiento unánime de la crítica y el cariño de un público que huía despavorido de tanta sitcom descartable y políticamente correcta. En esa ficción el comediante interpreta a Kenny Powers, una gloria del baseball que luego de una prometedora pero extremadamente breve carrera, terminaba alejado del deporte tentado por todo tipo de vicios. De esa forma al personaje no le queda más remedio que irse a vivir con la familia de su hermano para dedicarse a enseñar educación física en un colegio secundario. Un ego desmedido, una debilidad notable por los placeres prohibidos y una conducta primordialmente agresiva hicieron de este personaje un ícono de la comedia salvaje. McBride se convirtió en un autor televisivo necesario, y muchos de sus trabajos posteriores tendrían en menor o mayor medida, ecos directos de Kenny Powers y su egocentrista manera de ver la vida.
Eastbound and Down no tardó en convertirse en la serie favorita de los que hacían series, en esa ficción que respiraba libertad y que jamás podría haberse realizado sin la libertad absoluta que HBO le brindaba a sus creativos. Al día de hoy, y a cuatro años de su final, esta comedia sigue siendo no solo la capilla sixtina de McBride, sino también una de las grandes comedias televisivas de los últimos años.
3. Your Highness: Tolkien lisérgico
Cuando su presencia se consolidó en la industria, Danny McBride dio el salto al cine con un guión de su propia autoría. Pero a varios sorprendió que luego de retratar mundos suburbanos inundados de personajes grises, el comediante se fuera al terreno de la fantasía para construir una historia más cercana a El señor de los anillos que a cualquiera de sus trabajos previos. Pero claro que según la mirada de McBride, un mundo de espadas y brujerías sería uno totalmente atípico en comparación a cualquier otro de ese género. Estrenada en 2011 y protagonizada por McBride, James Franco y Natalie Portman, Your Highness presentó todos los ingredientes que una pieza de culto debía reunir: pésima recepción por parte de la crítica, una filmación totalmente desprolija en la que (casi) sin guión los actores se dedicaban a improvisar imposibles líneas de diálogo, una tensa relación entre las estrellas y un acabado final que disgustó incluso a los propios protagonistas. Natalie Portman, de hecho, firmó contrato para este film convencida de que El cisne negro no se iba a realizar, y cuando esa película tuvo luz verde, se quiso morir al pensar que estuvo a un paso de perderse ese proyecto (que dicho sea de paso, le valió su primer Oscar como mejor actriz), mientras que James Franco estudió nueve meses de lucha con espada para terminar realizando un trabajo al que prácticamente considera lo peor de su carrera. Pero el carisma de Danny y su visión salvaje de la comedia, lograron que Your Highness llamara la atención de un público distinto que, una vez más, buscaba una forma de humor mucho más anárquica. Por último, y a modo de frutilla del postre, hay que decir que si bien este film llegó a ostentar (como muchas obras maestras en la línea de Plan 9) el título de “peor en la historia del cine”, eso no impidió que con el tiempo fuera reivindicado como una obra que inexplicablemente pudo concretarse dentro de un Hollywood cada vez más conservador y temeroso de tomar ciertos riesgos.
4. Este es el fin: con una pequeña ayuda de mis amigos
Gracias a su periplo cinematográfico, McBride hizo buenas migas con muchos compañeros generacionales que como él, entendían la comedia como un género decididamente rupturista. Y gracias a esa similitud en la forma de entender el humor, McBride se involucra en Este es el fin, la película en la que James Franco, Jonah Hill, Seth Rogen, Jay Baruchel y otros muchos famosos se interpretaban a sí mismos en una comedia salvaje sobre la llegada del apocalipsis. En esa historia, Danny resaltaba con personalidad propia dentro de un grupo de personajes algo tibios y notablemente asustadizos. Pero McBride, cuya interpretación parecía ser era una extensión de su querido Kenny Powers, parecía un carnívoro en tierra de herbívoros, una criatura salvaje que se preocupaba por el ya y el ahora, y que no tenía problemas en pisarle la cabeza a quien fuera con tal de seguir vivo.
Indudablemente que la presentación de Danny en Este es el fin, fumando, desperdiciando valiosos recursos en un contexto de tragedia y escasez, y preocupándose más por la comida que por el bienestar de sus compañeros, fue la mejor forma de abreviar el estilo humorístico de este gran comediante.
5. Halloween y Alien: de la comedia al terror puro
En los últimos años, Danny McBride volvió a hacer equipo con Jody Hill para otra comedia televisiva en HBO: Vice Principals, y con solo una temporada en su haber, esa serie también se convirtió en una pequeña gema televisiva que vale la pena buscar. Pero la carrera de este comediante inesperadamente dio un vuelco cuando el terror se cruzó en su camino, porque Danny él integrará el elenco de la inminente Alien: Covenant, la nueva película de la saga dirigida por Ridley Scott. Allí el actor formará parte del elenco central, e incluso y tal cómo se vio en el tráiler, hasta tendrá la posibilidad de estar cara a cara con una de esas peligrosas criaturas. Este acercamiento al cine de género, significa el buscar nuevos rumbos y si bien su carrera no dejará de estar ligada al humor, eso no le impedirá bucear en otro tipo de roles.
Por otra parte, y nuevamente muy cerca del cine de terror, hace pocas semanas se anunció que McBride sería el guionista del reboot en la saga Halloween, centrada en el popular asesino Michael Myers. Este encargo es otra señal sobre cómo Danny busca nuevos rumbos, apostando a su faceta como guionista y decidido a llevar esa libertad que tanto pudo trabajar en la comedia, hacia otros géneros clásicos como el terror. De esa forma, el actor continúa una carrera mutante dentro de la meca del cine, que lo lleva de la comedia más ácida al terror clásico, y ya sea en la anarquía de Kenny Powers como en el terror de Aliens, McBride seguirá una y otra vez demostrando siempre que su firma es el tensar a cómo dé lugar los límites de lo permitido.
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