4 cosas que Hugh Jackman le debe a Wolverine
Repasamos cómo la carrera de este actor cambió para siempre cuando interpretó al famoso personaje de los X-Men
1. Gracias a Wolverine...
Corría el año 2000 y FOX se tiraba a una pileta que por esa época era bastante insegura: la del cine de superhéroes. Aunque actualmente sea un género que brinde éxitos en taquilla y varias obras notables, por esa época dicho rubro había ofrecido pocos ejemplares dignos (las primeras dos Superman de Christoper Reeve y Batman Returns, de Tim Burton, eran de lo mejorcito). Pero el éxito de la serie animada de los X-Men había envalentonado a un grupo de productores que consideraban que con un buen guión y buenos efectos especiales, el equipo liderado por Charles Xavier podría dar un batacazo en los cines... y claro que así fue. Estrenada en 2000, la película dirigida por Bryan Singer construyó un esqueleto narrativo que muchos films de superhéroes aún utilizan y le permitió a la editorial Marvel (conocida por sus pésimas adaptaciones al cine) recuperar la confianza en que sus personajes sí podían ser sucesos de la pantalla grande. Pero el éxito de esa película, en parte tuvo que ver con el trabajo de un desconocido Hugh Jackman , un australiano cuyo currículum en cine podía escribirse en una servilleta.
Para el actor encarnar a Wolverine era todo un desafío, porque el mutante de la garras era por escándalo el favorito de los lectores y de su presencia dependía el éxito de X-Men. Para colmo, Jackman no fue la primera opción, es más, ni siquiera fue la quinta. Originalmente, Singer quería a Russell Crowe, pero él ni siquiera se mostró interesado. Sin el plan A confirmado, comenzó un desfile de nombres entre los que se destacaron Mel Gibson, Viggo Mortensen, Gary Sinise, Keanu Reeves, Aaron Eckhart y Jean-Claude Van Damme. Finalmente, el papel se lo llevaría Dougray Scott, que en ese momento había ganado algo de fama como el villano de Misión imposible 2. Pero justamente una lesión en la filmación de esa película dejó al actor impedido de interpretar a Wolverine. Y recién ahí, con el rodaje empezado hacía un par de semanas y con el apuro de encontrar de una vez por todas a Logan, el propio Crowe sugirió a un amigo suyo llamado Hugh Jackman. A partir de ahí y gracias a Wolverine, este actor daría su primer paso en la construcción de una importante carrera en Hollywood.
2. Ser popular entre varias generaciones
Con Logan, Jackman confirmó que se despide para siempre de su popular personaje. En estos 17 años que pasaron desde el primer film, el australiano lo interpretó nueve veces, siendo uno de los pocos actores que desempeñó el mismo papel durante tantos años. Por ese motivo, su Wolverine se convirtió en el héroe favorito de muchas generaciones de espectadores que se sumergen con entusiasmo en las aventuras de los X-Men. Lejos de otros íconos del cine que tuvieron varios rostros (con James Bond a la cabeza, otro rol que dicho sea de paso, Jackman rechazó dándole así paso a la era de Daniel Craig) siempre podrá decirse que en la pantalla grande Wolverine hubo uno solo. A lo largo de estas casi dos décadas del actor en la piel de Logan, hubo tres Hombre-araña, tres Hulk, dos Superman y dos Batman. Y gracias a esta exclusividad, Jackman se convirtió en uno de los superhéroes favoritos de varias generaciones de fans que en estos días se despiden con tristeza, al entender que será muy difícil aceptar a otro actor en ese mismo papel.
3. Un héroe de acción (de corazón noble)
Wolverine siempre fue un tipo de pocas palabras, un antihéroe más amante de la pelea que de las reflexiones. Pero, claro, eso no impidió que Logan tuviera algunas historias de amor, otras de fraternidad e incluso el doloroso trance de perder un ser querido. De esta manera, Jackman compuso, en muchas de sus películas, personajes que guardaron ciertos rasgos en común con Wolverine, interpretando aventureros y guerreros que solían esconder dolorosas historias personales. Como héroe de acción, el australiano brilló especialmente en dos películas. Primero, en Australia, ese enorme homenaje que el director Baz Luhrmann hizo del cine clásico. Allí compuso a un astuto buscavida, que protagonizaba una historia de amor salpicada por escenas de peleas. Y así demostraba su habilidad para la aventura, pero sin por eso negarle a sus interpretaciones un innegable halo de nobleza, rasgos que el actor trabajó principalmente en su versión de Wolverine. Su otra gran película de acción, en la que irónicamente casi no tuvo escenas de pelea, fue Gigantes de acero, esa épica de boxeo en la que poderosos robots eran los verdaderos luchadores. Más allá de estos dos títulos, Hugh tuvo también varias películas notables (El gran truco, Prisionero y sobretodo Volando alto), pero indudablemente Australia y Gigantes de acero fueron momentos en los que el actor pudo lucirse y construir personajes que de una u otra manera, eran deudores de Wolverine.
4. Los caprichos de Hugh
Como muchos actores que logran instalarse en la meca del cine, Hugh pudo usar a Wolverine (y el dinero que ese personaje le brindó) para llevar adelante varios caprichos personales y objetivos propios. Uno de ellos fue la posibilidad de trabajar en Broadway porque, como es sabido, Jackman es un hábil cantante y bailarín y un declarado fan del musical (mundo en el que dio sus primeros pasos profesionales). Instalado cómodamente en Hollywood, protagonizó una nueva puesta de Carousel y repitió una obra que ya había realizado en Sidney: The boy from Oz, basada en la vida del compositor Peter Allen. Gracias a esos trabajos enamoró a otro sector del público norteamericano, lo cual le valió el ser anfitrión de los premios Tony durante 2003, 2004 y 2005, convirtiéndose en uno de los presentadores más queridos (que a su vez, lo llevó a conducir los Oscar en 2009). En los siguientes años, Jackman volvería a darse varios gustos vinculados al teatro, trabajando junto a Daniel Craig e incluso llegando a protagonizar en 2011 un unipersonal titulado Hugh Jackman: Back on Broadway, obra en la que cantaba y bailaba sus 18 piezas musicales favoritas.
Por otra parte, también pudo darse el gusto de tener una breve aventura como jefe de su propia productora. En 2005, anunció la creación de Seed Productions, donde era socio de su esposa Deborra-Lee Furness, y su amigo John Palermo. El experimento no terminó de salir del todo bien, y Seed apenas produjo un puñado de series de televisión que no tuvieron demasiada trascendencia, algunos breves documentales y la primera película de Wolverine, seguramente la peor obra vinculada a ese personaje. Finalmente, en 2011, Jackman disolvió la productora...¿pero quién le quita lo bailado?
DE YAPA: ¿Y qué le debe Wolverine a Jackman?
¿Qué le debe Wolverine a Jackman? Mucho, incluso quizá más que Jackman a Wolverine. Teniendo en cuenta que ese personaje era enormemente popular entre los lectores de historietas, su llegada al cine suponía un verdadero desafío y el actor desde el minuto uno buscó rendirle honor al carisma que Logan tenía en las viñetas. Cuando fue elegido para interpretarlo por primera vez, Jackman se inspiró en Harry, el sucio de Clint Eastwood para dar con el tono. Y en el momento en que la trilogía de los X-Men se encontraba en un callejón sin salida luego de una pésima tercer entrega, fue el actor quien no bajó los brazos y motorizó una película en solitario del mutante (que como ya se mencionó, lamentablemente fue un desastre e incluso sufrió uno de los escándalos de filtración en internet más sonados de los últimos años, algo que también le jugó en contra a nivel taquilla). Pero no se resignó, siguió adelante y luego de un cameo en un nuevo relanzamiento de X-Men, impulsó una segunda película de Wolverine mucho más lograda que su antecesora, recuperando parte de la popularidad perdida y consiguiendo así un nuevo protagónico en la quinta película de los X-Men: días del futuro pasado, más un nuevo cameo en X-Men: apocalipsis y la llegada de Logan, su despedida del personaje y seguramente su mejor interpretación de ese popular antihéroe de Marvel.
Por el respeto y el amor que Jackman le puso a este personaje a lo largo de los años, demostrando un compromiso real y un eterno agradecimiento al guerrero que le permitió construir una sólida carrera en Hollywood, es que Wolverine, como héroe de ficción, le debe a Jackman el haber traspasado el mundo de los cómics para conquistar el mundo y ubicarse en el podio de los héroes que son queridos y reconocidos por el gran público.
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