
1922: entre el western, el terror y el drama familiar, otra de Stephen King
1922 (Estados Unidos/2017) / Guión y dirección: Zak Hilditch, basada en 1922, de Stephen King / Elenco: Thomas Jane, Molly Parker, Dylan Schmid, Kaitlyn Bernard, Brian d'Arcy James y Neal McDonough / Duración: 101 minutos / Disponible en Netflix / Nuestra opinión: buena

Los cuentos, las novelas y los guiones de Stephen King tienen un lugar privilegiado en la historia del cine y constituyen casi un subgénero en sí mismo. Sólo este año se conocieron la exitosa It (Eso), la fallida La torre oscura, la serie The Mist y decenas de cortos basados en creaciones suyas. Siguiendo la línea de otros directores como Brian De Palma (Carrie), Stanley Kubrick (El resplandor), George A. Romero (Creepshow: El festín del terror), John Carpenter (Christine), Rob Reiner (Cuenta conmigo y Misery), David Cronenberg (La zona muerta) y Frank Darabont (Sueños de libertad), Zak Hilditch escribió y filmó esta transposición de la novela corta de 2010 incluida en la colección Todo oscuro, sin estrellas.
Netflix, que venía de lanzar hace pocos días otra "película King" como El juego de Gerald, dirigida por Mike Flanagan y encabezada por Carla Gugino y Bruce Greenwood, estrenó esta producción original que está construida -al igual que la novela corta- como una larga confesión (en este caso en off) de un hombre dominado por la culpa llamado Wilfred James (Thomas Jane), que admite haber cometido un crimen en la Nebraska de 1922. El protagonista vive junto a su esposa, Arlette (Molly Parker), y su hijo Henry (Dylan Schmid) en una finca no demasiado grande ni ostentosa. Cuando Arlette hereda una parcela contigua y más grande, el debate familiar pasa por si venderla y mudarse a la ciudad de Omaha o no. Las diferencias, las tentaciones y las manipulaciones no tardarán en aparecer.
Esta combinación entre el western, el thriller, el drama familiar y algunas irrupciones de terror macabro con explosiones gore (gargantas degolladas, invasiones de ratas hambrientas) se acerca por momentos en lo visual más a las películas rurales de Terrence Malick que a otras referencias, aunque también se pueden apreciar elementos psicológicos propios de, por ejemplo, El resplandor.
La relación padre-hijo y una historia de amor imposible entre el joven Henry y su novia Shannon (Kaitlyn Bernard), que pronto queda embarazada, son otros aspectos que recorren una película vistosa (la fotografía es del talentoso Ben Richardson, responsable de La niña del sur salvaje y la reciente Viento salvaje) y potente en la mayoría de sus escenas, con sólidas actuaciones (sobre todo de Thomas Jane y su particular acento del Medio Oeste), aunque quizás un poco lenta en su evolución para los cánones de las transposiciones de relatos de Stephen King. Hay que tener un poco de paciencia, apreciar la evolución psicológica, y el clímax y las resoluciones llegarán de forma eficaz.