10 perlitas de E.T. a 35 años de su estreno
La obra maestra de Steven Spielberg cumple años y la recordamos repasando algunas curiosidades
1. Un amigo imaginario. Según dijo Steven Spielberg , la idea de E.T. surgió de sus fantasías. A finales de los setentas y siendo ya un director consagrado, comenzó un proyecto que no llegó a filmar llamado Growing Up, centrado en recuerdos de su infancia. Años más tarde, y luego de éxitos como Tiburón y Los cazadores del arca perdida, Steven buscaba contar una historia mucho más personal y recordó el difícil proceso que atravesó cuando sus padres se divorciaron siendo él solo un niño. En esa etapa, se refugió en un amigo imaginario que lo acompañó y con esta idea en mente comenzó a pensar un nuevo relato, que derivó en un alien bueno que se hacía amigo de un niño autista. Luego, se puso a trabajar junto a la guionista Melissa Mathison y tiempo después nacía E.T.
2. El rostro de la criatura. Con el guión terminado, Spielberg debió sufrir algunos rechazos ya que varios estudios consideraban a E.T. una versión pobre de un film típico de Disney. Finalmente, la película encontró su hogar y el proyecto comenzó a tomar forma, momento en el que ingresó en escena Carlo Rambaldi, un experto en efectos especiales. El italiano, que ya había trabajado con el director en Encuentros cercanos del tercer tipo, se dedicó a diseñar el aspecto del amigable extraterrestre y a idear cómo debería moverse. Para el rostro del personaje, Rambaldi ideó una mezcla basada en los rasgos de Ernest Hemingway, Albert Einstein y Carl Sandburg y puso especial hincapié en la mirada de la criatura, que para él era la llave que debía conectar con el público. Para el aspecto, se inspiró también en una de sus propias pinturas titulada Mujeres del Delta.
Por otra parte, mover a la marioneta fue un verdadero dolor de cabeza, al punto que para la escena en la que E.T. está borracho, debieron contratar a un niño de doce años sin piernas para que caminara con los brazos y así pudiera lograr el errático andar del extraterrestre.
3. Encontrar al Elliot perfecto. Resuelto el aspecto y la forma en la que se movería E.T., la producción del film tenía entre manos un desafío aún mayor: encontrar al niño que pudiera transmitir la emoción que la historia requería. El mito dice que buscando a Elliot, Spielberg le hizo casting a más de 300 niños hasta que un amigo suyo le sugirió a un pequeño de nombre Henry Thomas. El director, en vez de darle un guión, le permitió a Thomas improvisar una escena para la que sólo le dio una directiva: debía actuar como si tratara de convencer a un agente de las fuerzas especiales de que no se llevara a su amigo alienígena. El niño improvisó una actuación tan desgarradora y conmovedora, que a Spielberg no le quedó más remedio que decirle “Ok kid, you get the job”.
4. Drew Barrymore era una baterista punk. Luego de algunos papeles cortos, la más pequeña del clan Barrymore tenía la posibilidad de demostrar que en sus genes llevaba la habilidad de la actuación. Con apenas seis años, Drew le probó al mundo que efectivamente era una actriz con una gran carrera por delante. Ella fue la primera de los tres hermanos en ser seleccionada, principalmente porque al director le divirtió que Drew le dijera que ella no era actriz, sino la baterista de una banda punk llamada Purple People Eaters, y que estaba algo cansada de tocar en tantos recitales. A Steven le divirtió tanto la evidente mentira, que la eligió inmediatamente para el rol de Gertie.
5. Filmar en orden cronológico. Con el objetivo de lograr que los niños actores se encariñaran con E.T., Spielberg tomó una decisión de lo más arriesgada, al menos desde los términos de producción: filmar el largometraje en orden cronológico. De esta forma, consiguió emocionar naturalmente a sus actores y lograr una genuina emoción en ese último abrazo al que muchos consideran un final perfecto. Y, en este sentido, quizá el mito más divertido sea el que asegura que a la pequeña Barrymore le dijeron que E.T. era una criatura real y que por ese motivo en la escena en la que el extraterrestre parece morir, ella lloró de verdad.
6. El alumno prodigio. A finales de los setentas, el director Robert Zemeckis era un recién graduado de la carrera de dirección de cine que había impresionado a Spielberg con una película casera. Steven lo adoptó profesionalmente y a Zemeckis le debe una de las mejores escenas de E.T.. Durante el rodaje, a Robert se le ocurrió ese momento en el que el extraterrestre se camufla entre todos los muñecos. A Spielberg, que no se alejó demasiado del guión original, le gustó mucho ese breve paso de comedia y no dudó en incorporarlo. Al poco tiempo, Steven le produciría a Zemeckis un film de aventuras y ciencia ficción que también se convertiría en otro clásico inmediato de los ochentas: Volver al futuro.
7. El otro alien. Uno de los escándalos menos conocidos alrededor de E.T. fue la acusación de plagio que recibió Spielberg por parte del director indio Satyajit Ray. Resulta que a finales de los sesenta, Ray estaba buscando producir un largometraje titulado The Alien, centrado en la amistad entre un extraterrestre y un niño bengalí. El guión obtuvo luz verde y los protagonistas iban a ser ni más ni menos que Marlon Brando y Peter Sellers, pero por problemas legales el proyecto nunca llegó a materializarse. Años más tarde, cuando E.T. se había convertido en una película de ganancias millonarias, Ray confesó en una entrevista que esa película “no hubiera existido" si su "guión para El alien no hubiera estado dando vueltas a lo largo de América”. Cuando le preguntaron a Spielberg sobre eso, dijo que en los sesenta él era un chico que iba al colegio y que jamás pudo haber estado en contacto con un guión que circulaba por Hollywood. Algunos diarios indios salieron al cruce de esos dichos, asegurando que en 1969 Spielberg no era ningún niño y que en esa época ya había comenzado su carrera como director.
8. La (horrible) secuela que nunca llegó. Algo mareados por el éxito, Steven y Mathison comenzaron a pensar en una secuela que presentaría una historia sorprendentemente espantosa. Con el nombre tentativo de E.T. II: Nocturnal Fears, el film contaba cómo Elliot y sus amigos eran abducidos por una misteriosa raza de extraterrestres, hasta que E.T. aparecía para salvar a los chicos y devolverlos al planeta Tierra. Pero en un afortunado rapto de sentido común, el realizador abandonó el proyecto por considerar que no respetaba el espíritu de la primera película. Si andan con ganas de sufrir, pueden leer aquí el primer boceto del guión.
9. El vínculo con Star Wars. Spielberg y George Lucas son amigos antes que colegas, y su trabajo juntos en la saga de Indiana Jones fue uno de los picos más exitosos en la carrera profesional de ambos. Por ese motivo, Steven homenajeó a Lucas en la escena de Halloween en la que E.T. ve a un niño disfrazado de Yoda y dice “¡home!”, una secuencia que Lucas descubrió con la película terminada. Años más tardes, cuando el padre de Star Wars estrenó La amenaza fantasma, incluyó un guiño mucho más interesante al incorporar en la escena del Senado Galáctico a una banca integrada totalmente por otros miembros de la raza de E.T. ¡Qué interesante sería descubrir si alguno de ellos fue un Jedi!
10. Sobreexplotando un producto. Avidos por repetir el éxito de E.T., muchos productores se lanzaron en manada a buscar películas familiares de similar tono. Y en esa sobreexplotación de relatos extraterrestres, probablemente el más popular (por lo malo) haya sido Mi amigo Mac. Estrenada comercialmente en la Argentina en enero de 1989, esta película era una burda imitación que contaba la historia de un pequeño alienígena y su amistad con un niño en silla de ruedas. El film falló principalmente por un motivo obvio: las criaturas extraterrestres que se suponían tiernas eran francamente desagradables, aterrando a los niños e impidiendo por completo que surgiera cualquier tipo de simpatía. Mi amigo Mac fue un desastre en la taquilla, pero la reedición en VHS tuvo una inexplicable popularidad que se potenció con la distribución del film en otros países. La productora Orion originalmente consideraba que el largometraje sería un éxito y llegó a planear una secuela que, en honor a E.T., tampoco llegó a filmarse. ¿El dato de color? En esta película Jennifer Anniston tuvo su primer papel profesional... haciendo de extra.
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