Cinco películas basadas en hechos policiales reales
Palpitamos el inminente estreno de El clan de Pablo Trapero repasando otros films que retratan escalofriantes sucesos verídicos
*1. TARDE DE PERROS (1975, Sidney Lumet)
- "Estoy fuera del sistema y eso es todo", asegura Sonny Wortzik (un Al Pacino en su pico interpretativo) en Tarde de perros, esa obra maestra que nos entregó Sidney Lumet en los setenta. El film está basado en el artículo "The Boys in the Bank", escrito para la revista Life por P.F. Kluge en 1972, en el cual se detallaba minuciosamente cómo dos amigos (John Wojtowicz y Salvatore Naturale) asaltaron la sucursal de Brooklyn del banco Chase Manhattan para lograr, entre otros objetivos, que John pudiera pagarle la operación de cambio de sexo a su pareja. Sin embargo, el plan se les va de las manos y culmina con la muerte de Sal y el arresto de John, quien fue sentenciado a veinte años de prisión. La película de Lumet se erige, por sobre todo, como un maravilloso duelo actoral entre Pacino y el inolvidable John Cazale, quien improvisó gran parte de sus líneas de diálogo. Asimismo, la breve intervención de Chris Sarandon como la pareja de Sonny nos entregó una de las escenas más desgarradoras del film. Dato: el propio Wojtowicz criticó Tarde de perros en una carta abierta al New York Times, alegando que solo un treinta por ciento de lo mostrado era fidedigno, pero que había quedado deslumbrado por la labor de Pacino.
*2. CRIATURAS CELESTIALES (1994, Peter Jackson)
- Criaturas celestiales es un ejemplo de perfecta sinergia entre realizador y material de base. A fin de cuentas, nadie mejor que Peter Jackson - apuntalado por su esposa Fran Walsh en el guión - para retratar hasta qué punto la invención de un mundo ficcional, con sus reglas y beneficios puede culminar en el delirio extremo. Pauline Parker (Melanie Lynskey) y Juliet Hulme ( Kate Winslet , en su aclamado debut cinematográfico) se conocieron en su adolescencia en la ciudad de Christchurch en Nueva Zelanda en la década del cincuenta. El lazo que entablaron fue tan fuerte que ambas "construyeron" su propio reino al que denominaron Borovnia. Cuando su dependencia se volvió incontrolable, la madre de Pauline intercedió y ambas jóvenes decidieron matarla con un golpe letal en la cabeza en medio de una apacible caminata. Si bien la película de Jackson - la cual forma parte de su mejor período como realizador - concluye con la inevitable despedida de las amigas, lo llamativo fue lo que sucedió décadas más tarde. Luego de ser condenadas a prisión por cinco años en 1954 porque eran demasiado jóvenes para la pena de muerte, ambas continuaron su vida normal al salir de la cárcel. De hecho, Juliet cambió su nombre a Anne Perry y se radicó en Inglaterra donde inició su prolífica carrera como escritora, y Pauline declaró en reiteradas oportunidades que lamentó enormemente el asesinato de su madre.
*3. ZODIACO (2007, David Fincher)
- Hay una razón por la cual Zodiaco es considerado no solo uno de los mejores thrillers contemporáneos sino también uno de los films más cuidadosos con los pormenores del caso real que expone. Esa razón es la impronta obsesiva de su realizador David Fincher . El director es famoso por su compulsión a rodar una misma escena más de cien veces - lo cual en este caso provocó la molestia de Jake Gyllenhaal -, pero con Zodiaco llevó su minuciosidad a otro nivel y pasó un año y medio investigando el caso del asesino serial que aterrorizó San Francisco a fines de los sesenta y comienzos de los setenta. Lo cierto es que dicho relevo de pruebas (del cual también formó parte el guionista James Vanderbilt) se traduce de modo extraordinario en el film, que no deja ningún cabo suelto de esa apasionante investigación que no pudo resolverse nunca. Zodíaco está basada en el díptico literario de Robert Graysmith Zodiac (1986) y Zodiac Unmasked (2002), en el cual el autor narra cómo se encontró de casualidad con esta historia policial mientras trabajaba como dibujante en el periódico San Francisco Chronicle. En el film, Gyllenhaal interpreta a Graysmith con la dosis justa de avidez de información y de pavor ante los coletazos de su acercamiento a Arthur Leigh Allen, el asesino en cuestión que murió antes de ser interrogado. Zodiaco tiene grandes momentos, pero pocos tan escalofriantes como el del asesinato junto al lago, una de las mejores secuencias que filmó Fincher en su impecable carrera hasta la fecha.
*4. MONSTER (2003, Patty Jenkins)
- En Monster, Charlize Theron transita esa fina línea entre la composición mimética de una persona real y la composición más humana, logrando que dicha actuación respire a pesar de llevar tanto maquillaje encima. Theron, quien ganó el Oscar por este papel, emula los movimientos de la asesina serial Aileen Wuornos pero sin caer en la imitación pura, uno de los grandes pecados de las películas basadas en hechos reales. La realizadora Patty Jenkins no se detiene en los oscuros detalles de esos siete asesinatos cometidos por Wuornos sino que indaga mucho más en qué fue lo que condujo a esta prostituta a semejante accionar. En consecuencia, Monster pone el foco en la relación entre Aileen y su novia Selby Wall (Christina Ricci, impecable también), cuyas exigencias contribuyeron a la incipiente caída en la oscuridad de Wuornos. Así, el film se acerca más a una historia de amor enfermizo que a un policial, con la flexibilidad actoral de Theron comandando tanto escenas más íntimas y mundanas (propias de una pareja) como escenas aterradoras y violentas (Aileen fue efectivamente violada por uno de los hombres que mató). Por sus múltiples asesinatos, esa mujer que sufría de un trastorno de la personalidad severo recibió la pena de muerte y una inyección letal en el año 2002.
*5. HENRY, RETRATO DE UN ASESINO (1986, John McNaughton)
- Henry, retrato de un asesino es una de las películas más gore y complejas de ver dentro del subgénero de biopics policiales. En primera medida, porque su bajo presupuesto (no más de cien mil dólares) y la decisión de su director John McNaughton de filmarla en 16 milímetros le da un aire oscuro y desprolijo. En segundo lugar, porque la actuación de Michael Rooker es tan magnética como repulsiva. En tercer lugar, porque el film no escatima en mostrar abiertamente la ola de asesinatos (y otros hechos deplorables) cometidos por Henry Lee Lucas, el asesino serial en el que se basa el film. De este modo, el espectador debe estar preparado para tolerar secuencias como la del asesinato de toda una familia, llevado a cabo por Lucas mientras una cámara filmaba todo el suceso. Si bien la película se toma ciertas licencias y no es verídica en su totalidad, sí está inspirada en las confesiones de Henry, quien declaró haber matado a más de setecientas personas. Desde su traumática infancia - su madre era prostituta y lo forzaba a verla interactuar con sus clientes -, pasando por su amistad con Ottis Toole - quien ejercía la prostitución masculina y a quien conoció en la cárcel -, la película se pasea por todas las instancias más terroríficas de la vida de este hombre que murió en prisión en el 2001.
*DE YAPA, UN CLÁSICO: Bonnie and Clyde:
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